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La ingeniera química que dejó Airbus para abrir su empresa de cosmética con la que ya factura 1,5 millones de euros: “La gente lee novelas, yo leo fórmulas”

Estefanía Ferrer dejó su trabajo como ingeniera química en el gigante aeronáutico tras el confinamiento para crear su propia marca, Lico Cosmetics

Nacho Sánchez
Airbus
Estefanía Ferrer, fundadora de Lico Cosmetics.jean pierre ledos

Con un trabajo de siete de la mañana a tres de la tarde, Estefanía Ferrer tenía una buena vida, como ella misma define. Granadina de 39 años afincada en Sevilla desde que se trasladó para estudiar en la universidad, vivía feliz después de desarrollar su vida profesional en grandes multinacionales. Ejercía de ingeniera química en Airbus. Y tenía tiempo libre, que dedicaba en buena parte a la cosmética, su gran afición desde la adolescencia. “La gente lee novelas por la noche, yo leo fórmulas”, asegura. En 2019, un laboratorio le dio la oportunidad de crear, junto a una amiga, un pequeño lote de productos diseñados por ellas. Funcionó. Fue el germen que le llevó en 2020 a dejar su trabajo y dedicar todo su tiempo a Lico Cosmetics. Una compañía nativa digital en la que ahora trabajan 15 personas —13 son mujeres— y que cerró 2022 con 1,5 millones de facturación, triplicando la del año anterior. Tiene beneficios “desde el minuto uno”.

La empresa no ha necesitado hasta el momento de créditos o ayudas y no tiene ni deudas ni inversores. Su rápido crecimiento ha sido a pulmón a partir de una inversión inicial de 15.000 euros, los que pagó Ferrer a su amiga y primera socia para adquirir su parte. “He podido cerrar cinco veces en este tiempo, las mismas que he descapitalizado toda la caja para jugármela y seguir creciendo. El riesgo siempre está ahí, pero por ahora vamos bien”, asegura la emprendedora, que pasó por Lanzadera —la aceleradora de empresas de Juan Roig, presidente de Mercadona— entre septiembre de 2020 y abril de 2022 para formarse a nivel empresarial. Ese periodo fue el impulso definitivo para dar forma a aquella decisión que tomó durante los tres meses de confinamiento, en los que pensó que su proyecto de cosmética era “ahora o nunca”.

Para la empresaria, una de las claves del éxito de Lico Cosmetics ha sido contar con su propio departamento de investigación, del que ella misma forma parte. “Somos propietarios de nuestras fórmulas”, subraya Ferrer. Ya tienen en el mercado tratamientos que actúan sobre arrugas y líneas de expresión, bolsas y ojeras, contorno de ojos y código de barras o limpieza facial. Una de sus últimas novedades es un tratamiento corporal antiedad con retinol. Y trabajan desde hace año y medio en desarrollar una crema solar. “Todavía no hemos encontrado la que nos convenza. Y hasta que no lo hagamos, no saldrá al mercado”, dice la ingeniera.

Primera clienta

Ella es su primera clienta: detalla que ha creado los productos que no encontraba en un mercado o que no la convencían, porque lo que se vende como natural no lo es tanto y las marcas que se centran en exprimir el laboratorio incluyen ingredientes que ella no se pondría en su piel. Por eso decidió fundir lo mejor de ambos mundos. Es decir, una ingeniería química propia con una lista negra de ingredientes que nunca utilizará y una búsqueda intensa en la naturaleza que le permitiese encontrar soluciones para la piel. Por ejemplo, la vitamina E de los aceites de baobab, marula o melón del Kalahari procedente del desierto africano. Hasta el perfume, último ingrediente de sus fórmulas, está diseñado a medida.

Su reto es desarrollar productos que solucionen “cada problema de la piel tanto facial como corporal”. Ahí, dice, las clientas son decisivas, porque son las que le cuentan sus principales necesidades. Por eso son importantes sus opiniones, pero también las diferentes pruebas que realiza para testar cada una de sus creaciones. De momento, vende sus productos a través de internet y solo para el mercado español. Las buenas cifras de 2022 son un aliciente para el futuro. Eso sí, todavía no tiene una clara previsión de cuánto podrá facturar en 2023. “Solo sé que será un año complicado por todo el contexto económico”, concluye.


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