Ojo con la estafa del piso sexi: anuncios de alquileres que luego no existen para conseguir tus datos y robarte
En los últimos meses han crecido los anuncios de viviendas atractivas con los que las mafias consiguen usurpar la identidad de decenas de inquilinos
“El piso estaba superbién, con una decoración maravillosa”. María R. cuenta cómo se gesta uno de los fraudes que más se están dando en el alquiler de viviendas. Son los anuncios de casas estupendas que no existen y que son el gancho para robar datos personales y financieros de decenas de víctimas. Después, esta información se usa o se vende para alquilar pisos, pedir microcréditos y financiar compras. Las prisas por no quedarse sin lo que aparentemente es una buena vivienda, y a un buen precio, son la gasolina para este fraude del que María escapó.
A finales de enero, esta madrileña de 44 años comenzó a buscar piso en la localidad de Alcorcón (Madrid). Después de varias semanas —”era un horror todo lo que veía amueblado”—, encontró uno en la calle Oslo. Se trataba de un piso de 70 metros cuadrados en una “urbanización muy chula” por 800 euros al mes. El anuncio, localizado en el portal Idealista, solo daba la opción de contestar a la supuesta casera, que se hacía llamar Alexia, por WhatsApp. María se puso en contacto con ella. Lo primero que vio fue la foto de una pareja; ella (Alexia) estaba embarazada. “Generaba confianza”, relata María.
Pero Alexia no tardó mucho en soltar la bomba: “Para acordar una visita al domicilio primero deberíamos comprobar la solvencia con nuestro seguro de impago de nuestro futuro inquilino. Es necesario enviar fotos del DNI por ambas caras y las últimas tres nóminas. El seguro de impago nos dará el resultado en 48 horas. La vivienda está amueblada como se ve en las imágenes, aunque se entrega con o sin muebles. Se pide un mes de fianza”. A María le chocó semejante exigencia: “Nunca me habían pedido eso en la primera toma de contacto, jamás”. Insistió en ver el piso antes, pero Alexia puso la excusa de que había tantos interesados que tenían que hacer ese filtro. María dejó de contestar.
Al día siguiente, Idealista envió a María un mensaje con el siguiente texto: “¡Ojo! Anuncio sospechoso”, seguido de consejos para prevenir el fraude. Desde este portal indican que son muchas las maneras en las que las mafias intentan burlar sus controles. “Nuestras estrategias para combatirlas están adaptadas a sus intentos, pero son confidenciales”. El portal confirma que colabora estrechamente con las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado y los juzgados que investigan a estas mafias.
Este tipo de estafa, en sus distintas versiones, ha proliferado en los últimos meses. Decenas de personas que buscaban un alquiler lo han sufrido. Pablo Campos, de 45 años, tuvo peor suerte. “A través de un amigo me enteré de un tercero que alquilaba un piso que se ajustaba al presupuesto que manejaba”. La vivienda estaba por la plaza de los Luceros, una de las mejores zonas de Alicante, y el precio era de 650 euros mensuales. Sucedió en febrero. Pablo se acababa de divorciar y le urgía. “Entregué mis datos por correo electrónico, DNI y nóminas, para que viera que económicamente me podía hacer cargo”. Meses después se enteró de que sus datos habían sido utilizados para comprar electrodomésticos a través de préstamos en Cofidis. “Me enteré por el impago de facturas de esas compras. Creo que también utilizaron mis datos para el alquiler de inmuebles a terceros”. Por el primero de los casos, ha interpuesto denuncia por usurpación de identidad. En el segundo, dice, se está “investigando”.
La excusa de la solvencia
En todos los anuncios aparece una supuesta empresa de análisis de solvencia. Arrenta ha sido una de las compañías afectadas. De hecho, ha sido la propia correduría de seguros quien a finales de agosto alertaba y denunciaba el aumento de alquileres fantasma. Mercedes Robles, directora de Arrenta, cuenta cómo se dieron cuenta de que pasaba algo. “Empezamos a recibir decenas de llamadas de personas diciendo que nos habían mandado documentación por correo y que no les habíamos contestado”. Evidentemente, el correo era falso —era un gmail—. “Los anuncios de las viviendas de alquiler fantasma se utilizan como cebo para que los inquilinos manden sus datos personales. Es un problema que puede ocasionar pérdidas económicas”, dice Robles. Y añade: “A todos ellos los animamos a que fueran a denunciar a la Policía”. Aunque, mientras no se haga un uso fraudulento de esa información, no hay delito. Aun así, fuentes de la Policía Nacional insisten en la importancia de denunciar para poder imputar un delito a estos grupos organizados que suelen actuar desde fuera de España. Además de solicitar microcréditos con esos datos, en Arrenta creen que se están usando para firmar alquileres y pólizas de impago, por lo que el propietario puede tener en su piso a un desconocido. “Se han dado casos, incluso, en los que los impostores han cobrado la renta directamente a los inquilinos”, indica Robles.
A Cristina Sánchez también le robaron sus datos entre marzo y abril, cuando buscaba, junto a su pareja, un piso para alquilar en la zona de Chamberí (Madrid). Querían una casa de reciente construcción o renovada, con dos dormitorios y unos 70 metros cuadrados. “A través de una web de anuncios de alquiler encontramos un piso que parecía diseñado para nosotros, en una comunidad con zonas verdes, 75 metros cuadrados, de 2018 y a un precio que era un 25% menor que los pisos de similares características por la zona”, cuenta.
Misma estrategia. “El anunciante nos comentó que antes de ver la casa como garantía, nos solicitaría un seguro de alquiler y que necesitaría nuestros datos para que Arrenta lo aprobara”. A los tres días, el anuncio desapareció y también el supuesto casero. Fue entonces cuando Cristina llamó a la correduría y se dio cuenta de que nada era real. De momento, no tiene constancia de que se haya hecho uso de su identidad, pero está preocupada. “Ahora tenemos una mezcla de rabia, temor e indefensión, porque no sabemos lo que pueden hacer en el futuro con toda la información de la que disponen”.
En Arrenta temen que esta práctica aumente en septiembre y octubre, meses en los que la demanda de alquileres crece considerablemente. El primer consejo de esta correduría es no entregar documentación sin haber visitado antes el piso y verificar que existe. Mercedes Robles recuerda que si quien alquila es una empresa (una inmobiliaria, por ejemplo), se debe firmar antes un consentimiento expreso y no tácito para el tratamiento de los datos personales. “También es esencial que los inquilinos firmen el contrato de forma presencial y, si no es posible, que se haga a través de plataformas que permiten grabar el acto de la firma”, añade.
En la organización de consumidores y usuarios CECU Madrid añaden otras precauciones, como la de desconfiar de los alquileres a precios muy por debajo del promedio en la zona. De ser así, “hay que comprobar si el inmueble está en otros portales y si coincide el supuesto propietario”, añaden. Para visitar el piso no es necesario entregar ningún tipo de documentación. “No debemos remitir ningún documento personal hasta que mostremos nuestra conformidad con las condiciones del contrato y haya una verdadera intención de formalizar el alquiler”, indican en CECU Madrid. Y si se piden documentos para realizar un seguro de impago y estudiar la solvencia, que se faciliten los datos de la empresa con la que van a realizar las gestiones. Por último, es el inquilino quien debe conocer la cuenta del propietario para domiciliar el pago del alquiler, pero no al revés.
La Policía Nacional aconseja comprobar la redacción del anuncio (suelen tener faltas de ortografía, aunque no todos) y si hay reseñas o afectados en internet. Reconocen la dificultad para perseguir a estas mafias, aunque han redoblado esfuerzos y cuentan con unidades especializadas para investigar estos fraudes, para lo cual es fundamental la cooperación internacional.
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