Adam Farkas (AFME): “Los mercados bursátiles europeos están demasiado fragmentados”
El director general de AFME, el ‘lobby’ que representa a los principales participantes de los mercados mayoristas advierte que las empresas europeas están perdiendo competitividad al no poder financiarse en igualdad de oportunidades que sus rivales
Adam Farkas (Hungría, 1968) es el director general de la Asociación de Mercados Financieros de Europa (AFME, por sus siglas en inglés), el lobby que representa a los principales participantes en los mercados mayoristas europeos. Antes de incorporarse a esta organización, Farkas, que comenzó su carrera como profesor en la facultad de Ciencias Económicas de la Universidad de Budapest, fue director ejecutivo de la Autoridad Bancaria Europea desde 2011 hasta 2020. Visitó Madrid la semana pasada para participar en la conferencia anual de AFME.
Pregunta. El peso de las compañías cotizadas en Europa es notablemente inferior al de Estados Unidos. ¿A qué cree que se debe?
Respuesta. Hay varias razones. En primer lugar, existen motivos históricos, ya que EE UU ha dependido tradicionalmente más de los mercados de capitales para financiar sus proyectos económicos y empresariales, sobre todo a partir de las reformas introducidas tras la Gran Depresión. Pero si uno observa circunstancias más recientes que están detrás de esta divergencia, yo diría que el factor más importante es la fragmentación de Europa. Y es que el mercado europeo es esencialmente una combinación de mercados nacionales en lugar de uno solo y completamente integrado. Se necesita unificar regulación y supervisión, y contar con una base común de inversores.
P. ¿Qué habría que hacer para reducir esa fragmentación?
R. Habría que modificar la regulación para que los mercados fuesen más atractivos y tuvieran un funcionamiento mejor. Iniciativas como la Unión del Mercado de Capitales (UMC) trabajan en esa dirección. Y el segundo paso sería buscar una mayor integración. Le daré dos ejemplos. El primero es que en EE UU hay una sola cámara de depósito y en Europa hay 22. En cuanto a las entidades de contrapartida central [CCP, por sus siglas en inglés], en EE UU solo hay una y aquí 18.
P. ¿Cuáles son los riesgos de esta fragmentación para las empresas?
R. Cuando uno mira el sector empresarial en Europa, sobre todo en el ámbito de la innovación, la investigación y la creación de nuevas start-ups tecnológicas, somos muy competitivos si nos comparamos con el resto del mundo. Lo que ocurre es que muchas de esas compañías, de ese talento, no son capaces de generar economías de escala por la fragmentación de los mercados financieros. Es decir, no pueden financiarse de forma atractiva en comparación de sus rivales en otras zonas del mundo.
P. Antes mencionaba el proyecto UMC. ¿Es optimista acerca de que después de tantos años de debate se pueda convertir en una realidad?
R. Desde el punto de vista de las iniciativas que se han puesto sobre la mesa somos optimistas porque los reguladores se están centrado en los puntos adecuados. Sin embargo, tengo más dudas sobre el ritmo de ejecución para que esas propuestas logren sus objetivos. Y es que la creación de esta unión no es algo que se pueda lograr con un único golpe de efecto, sino a través de una combinación de muchas medidas y eso hace que el avance sera muy lento. Hay mucha frustración por eso y la UMC tiene que ser revitalizada desde el punto de vista político.
P. Los mercados se enfrentan a una gran prueba de fuego con la retirada de estímulos de los bancos centrales. ¿Cree que algún activo puede tener problemas de liquidez?
R. Si analizamos el caso europeo, hay una cantidad enorme de ahorro acumulado por las familias y buena parte de ese capital se terminará convirtiendo en inversión. Los mercados están funcionando bastante bien ahora que la liquidez empieza a ser retirada del sistema, aunque es verdad que las condiciones monetarias van a ir siendo cada vez menos favorables. Por lo tanto, el papel de los mercados secundarios será incluso más importante. Pero en líneas generales, no veo grandes riesgos aunque las condiciones de liquidez empeoren.
P. El Gobierno español aprobó hace casi dos años la conocida como tasa Tobin para las transacciones financieras. ¿Cree que es una medida adecuada para combatir esa excesiva división de los mercados que antes denunciaba?
R. Los miembros de nuestra asociación no están a favor de este tipo de impuestos a las transacciones financieras. Por supuesto, entendemos las necesidades presupuestarias de los gobiernos tras los esfuerzos realizados para combatir la covid, pero creemos que este tipo de impuestos son otro factor que contribuye a la fragmentación de los mercados.
P. ¿Cree que es una medida que hace al mercado español menos competitivo?
R. Obviamente, aunque hay otros países con tasas similares en Europa es un reto para la liquidez del mercado secundario de España porque lo hace menos atractivo, ya que quien paga finalmente estos mayores costes son las empresas y los inversores.
P. La Bolsa suiza SIX compró hace dos años el operador español, BME. ¿Cree que es una buena noticia para el proyecto europeo?
R. No solemos hacer comentarios sobre operaciones concretas. En líneas generales, lo que sí creemos es que Europa necesita mayor consolidación entre sus infraestructuras de mercado, incluidas las Bolsas.
P. Hablando de Bolsas, las plataformas alternativas han ganado gran cuota de mercado en los últimos años. ¿Es algo que le preocupe? ¿O cree que la competencia es bienvenida?
R. Estamos muy a favor de la competencia y de aumentar las opciones de elección para la compraventa de activos. Las Bolsas reguladas cumplen una labor clave a la hora de fijar precios y dar transparencia a las transacciones, pero también debemos entender que hay determinados inversores, sobre todo entre los institucionales, con necesidades específicas que pueden requerir la existencia de otras plataformas de negociación
P. ¿Qué le parece la fiebre inversora por las criptomonedas?
R. Son activos que están basados en una nueva tecnología como es el blockchain. Somos muy optimistas sobre el futuro de esta tecnología y su aplicación en diferentes áreas de los mercados financieros. Otra cosa es el uso de las criptomonedas. Lo que es importante es que la regulación de estos activos sea lo suficientemente robusta, entienda la naturaleza de estas innovaciones y también permita a los nuevos jugadores de la industria financiera ser parte del desarrollo de los mercados, dentro por su puesto de un marco de protección de los intereses de los consumidores e inversores.
P. ¿Es posible medir ya el impacto del Brexit en los mercados financieros europeos?
R. Todavía quedan cosas por analizar, pero ya tenemos los primeros análisis. La UE perdió su mayor centro financiero, Londres, y lo que está surgiendo en un sistema más multipolar en Europa ya que diferentes centros financieros han ganado protagonismo, cada uno en un área concreta. Se está produciendo un rebalanceo en los centros de poder financieros de Europa.
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