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Las motos eléctricas resucitan las fábricas

La cifra de producción de ciclomotores, que llegó a caer hasta las 9.700 unidades en 2014, repunta un 48% este último año

Motos electricas
La empresa catalana Silence es líder en España y Europa en la producción de motos eléctricas.

Si por algo se ha caracterizado este país durante la segunda mitad del siglo pasado ha sido por fabricar algunos de los modelos de motocicleta más populares a nivel internacional. Más allá del floreciente tejido industrial que rodeó a este vehículo motorizado, las motos fueron un elemento clave en el desarrollo social y cultural de la España de los años cincuenta y sesenta. Bultaco, Montesa, Ossa o Derbi son solo algunos de los nombres que evocan un pasado boyante —y algunos recuerdos imborrables para buena parte de los españoles de mediana edad de hoy— para un sector que alcanzó su pico de producción a finales de los años noventa. Para la historia quedará la media de 200.000 unidades de producción anuales que perduró hasta 2008 y que alcanzó su pico en 1998 con más de 382.000 motocicletas producidas en tan solo un año.

Este enorme crecimiento se debió a la llegada de los grandes fabricantes asiáticos por primera vez a nuestro país. Atraídos por la enorme popularidad de la moto y los bajos costes de producción, se trasladaron a suelo español. Este cambio, aunque provocaría un declive de las marcas nacionales, disparó las cifras de fabricación y situó la industria como una de las más importantes del panorama internacional. La misma deslocalización que proyectó estos magníficos resultados acabó por sentenciar el sector unos años después. La culpa la tuvo la pérdida de competitividad frente a otras localizaciones con menores costes. “Las grandes fábricas japonesas e italianas hace muchos años que abandonaron nuestro país, pero la oportunidad de liderar el mercado europeo de nuevo ya es una realidad”, apuntan desde Silence, empresa catalana de moto eléctrica líder en España y Europa por tercer año consecutivo.

Atrás quedaban los tiempos en los que hasta las estrellas de Hollywood se peleaban por conseguir una moto de fabricación española. “España no solo venía de una larga tradición de éxitos en el deporte del motociclismo, sino que había logrado crear un tejido industrial y profesional líder en el mundo”, explica José María Riaño, secretario general de la Asociación Nacional de Empresas del Sector de Dos Ruedas (Anesdor).

A partir de 2009, la fabricación de vehículos de dos ruedas empezó a descender de forma imparable hasta llegar a la cifra de 9.700 unidades en 2014, un descalabro del 95,5%, pasando de las 213.700 unidades de 2008 a no alcanzar las 10.000. El desplome fue consecuencia de la fuerte crisis que vivió el país, que hizo tambalear los cimientos de una industria que amenazaba con desaparecer. Desde entonces y hasta el año pasado, las cifras de fabricación oficiales del Ministerio de Industria muestran una media anual de unas 14.000 motocicletas.

Giro de 180 grados

La fuerte crisis de la pandemia ha originado un cambio de tendencia en relación con la gran deslocalización que vivía el mercado hasta ahora. La necesidad de hacer más amables las ciudades con vehículos de menor tamaño por las crecientes congestiones de tráfico ha creado las condiciones perfectas para que crezcan fabricación y ventas. “Tener toda la producción en China ya no resulta viable. Nos encontramos ante una necesidad urgente de reindustrialización”, indica Riaño.

En 2021 el mercado experimentó un repunte histórico con un notable incremento de la producción. Según el Ministerio de Industria, el último año se alcanzó la cifra de 18.300 unidades, lo que supone un incremento del 47,2% respecto al curso anterior. El valor de la producción se situó en 44 millones de euros, mientras que 2020 concluyó con una cifra que apenas superó los 28 millones. En el otro extremo, la producción interanual de turismos y todoterrenos cayó un 20% en 2021, y el valor de producción se desplomó de los 22.657 millones a poco más de 17.978 millones, según las cifras oficiales publicadas por el ministerio.

Aunque se trata de números modestos que distan mucho de las mejores épocas —en 2012, sin ir más lejos, se fabricaron 44.000 unidades—, los resultados auguran brotes verdes dentro del sector tras varios ejercicios de estancamiento. ¿El motor principal de esta recuperación? La moto eléctrica. “El 6,3% de las motos vendidas en 2021 son eléctricas, respecto al 1,3% de los turismos. Esto refleja un cambio de tendencia más que consolidado”, destaca el secretario general de Anesdor. Los datos de Estadística de Fabricación de Vehículos Automóviles y Bicicletas facilitados por el Ministerio de Industria del mes de febrero muestran una consolidación de la tendencia para 2022. En tan solo dos meses ya se han fabricado 3.600 motocicletas, a tan solo 500 unidades de las 4.100 del primer trimestre de 2021, uno de los mejores de la última década.

En 2021 España vuelve a ser líder en ventas en Europa. Medio siglo más tarde, los preciados motores de combustión a dos y cuatro tiempos han sido sustituidos por baterías de cobalto, manganeso y níquel. Según los datos facilitados por la Asociación de Constructores Europeos de Motocicletas (Acem), el año pasado se vendieron en territorio español un total de 6.655 vehículos eléctricos de dos ruedas. Le sigue muy de cerca Italia, con 6.233, y en tercer lugar se sitúan las 4.585 unidades vendidas en Francia. Alemania (3.541) y el Reino Unido (3.231) ocupan la cuarta y quinta posición. El motivo es el auge de las empresas de moto compartida. “Estos datos están claramente impactados por el fenómeno del motosharing, que ha crecido de forma brutal en los últimos años. Además, la combinación de las restricciones ambientales y el menor uso del transporte público fruto de la pandemia ha ayudado a conseguir este liderazgo”, explica Josef Morat, responsable de Zero, la marca líder del mercado en moto patrulla de los cuerpos policiales en España.

Desde Silence destacan que el dato más positivo no es la actual cuota de crecimiento, sino el potencial crecimiento de los próximos años. “Los tiempos de liderar el mercado europeo han vuelto. Nuestro objetivo inmediato debe ser sustituir la totalidad de las motos de gasolina del mercado actual, que hoy en día representan más del 60% del total”, concluyen fuentes de la empresa.

Cataluña, líder en fabricación

La proliferación de nuevas marcas de motos eléctricas en España se ha multiplicado en los últimos años. Esta tendencia, que ha experimentado un crecimiento sin precedentes en el sector, ha colocado a nuestro país en uno de los primeros puestos del continente. Cataluña se ha posicionado dentro del mercado español como la región líder en número de fábricas. Silence, la marca líder en venta y fabricación, ha sido la principal impulsora. Actualmente doblan en producción de unidades al resto de marcas del sector agrupadas y cuentan con unas instalaciones con capacidad para aumentar la producción hasta 25.000 unidades al año (actualmente rozan las 10.000). El resto del mercado se lo disputan marcas como Nuuk-Rieju, con una fábrica que supera los 8.000 metros cuadrados en Figueres (Girona); Torrot, situada en la población también gironesa de Salt, o Ray Electric Motos, situada en Sant Joan Despí (Barcelona). Fuera de la región cabe destacar marcas como Ebroh (Zaragoza), Ox Motorcycles (Madrid) o Eezon (Vigo).


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