Se busca espacio privado a salvo de ómicron para pasar la Navidad
El intercambio de casas y el alquiler de viviendas particulares y locales por horas registran más demanda con la llegada de las fiestas navideñas por la nueva variante
La pandemia sigue marcando la agenda. Esta vez es la rápida expansión de la variante ómicron lo que está trastocando los planes previstos para esta Navidad. Muchos ciudadanos han decidido cancelar sus encuentros multitudinarios en restaurantes y hoteles o sus viajes a ciudades muy turísticas y apostar por celebrar las fiestas navideñas de otra forma, más privada y segura.
El alquiler por horas de espacios como áticos o chalés, cuya temporada alta son los meses de verano, está registrando un repunte nada usual con vistas a la Navidad. “El interés se ha triplicado. La gente busca, sobre todo, espacios cerrados y acristalados tanto en viviendas particulares como en restaurantes, lofts, locales… Cualquier espacio preparado”, define Álvaro Vallespín Terry, consejero delegado de Holaplace.
En esta plataforma, que dispone de 750 lugares, principalmente en las ciudades de Madrid y Barcelona, dan cuenta de los efectos de la variante ómicron. “En noviembre y diciembre la reserva media ha pasado de 24 a 21 personas por espacio y la duración se ha acortado de 7 horas de media a 6 horas”, dice Vallespín Terry. En estas reservas por horas los usuarios pueden contratar catering y todo tipo de servicios y entretenimiento (conciertos, flores…). De momento, los particulares no han encarecido los precios, que rondan los 50 euros por hora, quizá porque el repunte de la demanda “nos ha pillado a todos por sorpresa”, comenta el directivo.
La plataforma de alquiler por horas Spathios apunta otro motivo, además de la pandemia. Aquí hablan de tendencia en auge. “Las personas quieren cada vez más tener la oportunidad de privatizar espacios únicos y diferentes que puedan disfrutar ellos solos”, indica Pol Hevia, consejero delegado de la compañía. Pisos y chalés están entre los espacios más solicitados, pero también naves industriales, locales diáfanos multifuncionales e incluso restaurantes y discotecas que alquilan sus locales de forma privada, evitando así las cancelaciones por el aumento de la incidencia de la covid. El tique medio por reserva oscila entre 500 y 700 euros, aunque en la plataforma, que contabiliza más de 1.000 lugares, se pueden encontrar espacios desde 50 hasta 500 euros por hora. La contratación media se sitúa entre cuatro y ocho horas.
Año Nuevo en Dubái
Otra de las tendencias que está impulsando la pandemia para esta Navidad es el intercambio de casas, que registra un crecimiento importante al convertirse en una alternativa más económica y menos masificada que la hotelera. Las noches anteriores a su viaje, Elisabet, de 43 años, no pegó ojo por lo ilusionada que estaba. Este viernes, junto a su marido, Pedro (53 años), y su hija, Shaila (15 años), cogió un vuelo a Dubái. Celebran la Navidad en una casa de superlujo, que está al lado del rascacielos Burj Khalifa y que cuenta con piscina, gimnasio y personal de servicio. “Estamos soñando despiertos”, cuenta emocionada. Dos semanas de alojamiento en esta propiedad costarían unos 22.000 euros. Ni Elisabet, profesora, ni Pedro, que tiene una empresa de marketing digital, pagarán un solo euro por el alojamiento.
Desde hace 11 años esta familia viaja por todo el mundo y se hospeda en casas de extraños gracias al intercambio de viviendas. “Hemos hecho ya 199 intercambios”, dice Elisabet, que se casó en Las Vegas en uno de estos viajes de permuta. Solo este año ha realizado 25. El anfitrión de la casa de Dubái, en cambio, no va a pasar las Navidades en la vivienda de dos dormitorios que la familia tiene en Torredembarra (Tarragona). “No hacemos el intercambio simultáneo porque no es tan sencillo, porque las casas no son siempre similares y no es fácil coincidir en fechas, así que en el 80% de los casos usamos puntos”, cuenta. Cada vez que hospeda a alguien en su vivienda —y no es recíproco, es decir, ella no se aloja en la casa del otro miembro— acumula puntos, unos 200 por cada estancia (la puntuación depende de la capacidad, ubicación y equipamiento de la vivienda). “Para ir al chalé de Dubái he necesitado 5.000 puntos”, explica. El ahorro respecto a un viaje tradicional es del 60% o 70%, calcula grosso modo Elisabet, que para este verano ya tiene organizada la estancia en Hawái.
La familia utiliza la plataforma de intercambios de HomeExchange, que cuenta con 450.000 casas en 159 países, 60.000 en España. La empresa prevé que en Navidad se realicen más de 23.000 pernoctaciones en España, un 295% más que el año pasado y un 27% más que antes de la pandemia. Calcula que en 2021 alcanzarán las 352.000 pernoctaciones. La modalidad se va abriendo paso. “Poco a poco se está consolidando en el mercado español”, cree Pilar Manrique, portavoz de HomeExchange en España. La pandemia ha sido un impulso. “Se ha convertido en una modalidad de viaje segura, son casas reales donde viven familias y por tanto la rotación de invitados es menor que en un hotel o apartamento turístico y da la opción a conocer sitios fuera de los circuitos turísticos”, añade.
Tampoco le va nada mal al mercado de alquiler de casas rurales. “Las cifras son muy superiores a otros años”, señala Olivia Fontela, responsable de marketing de Escapadarural.com. Y añade: “Nunca se habían visto estos niveles de ocupación para las fechas navideñas y menos aún tan pronto”. En Nochevieja la ocupación ronda el 66%. Para fin de año y Año Nuevo las regiones españolas con más reservas en esta plataforma son la Comunidad Valenciana, Cataluña y Navarra.
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