El ingeniero que maneja los coches seminuevos desde Mallorca
Othman Ktiri fundó OK Mobility, un gigante de la venta y alquiler de vehículos que factura 294 millones de euros
Un anuncio en el que se buscaba un comercial que dominase el francés fue el principio de todo. Al fundador y director de OK Mobility, el francomarroquí Othman Ktiri, la vocación comercial le viene de serie a pesar de ser ingeniero agrónomo y amante de la biología marina. Sin embargo, el mundo de la automoción, en el que ha levantado un imperio, y los coches como algo más allá de un objeto con el que comerciar no le interesan especialmente. Con más de 450 empleados y 35 oficinas en siete países, esta empresa multinacional radicada en Palma de Mallorca que ofrece soluciones de movilidad mediante la venta y el alquiler de vehículos seminuevos ha dado el paso de buscar financiación en el Mercado Alternativo de Renta Fija de BME (MARF) con una emisión inicial de pagarés por valor de 80 millones de euros. Un reto para su fundador, que con esta operación pretende mostrar “solvencia y transparencia” y obtener una fuente de financiación que permita diversificar su negocio.
Los inicios como vendedor en un concesionario de marca le llevaron a descubrir las oportunidades que el mundo del automóvil ofrecía a alguien con la idea de emprender. En 2005 decidió dar el salto definitivo, dejó el concesionario y creó su propia empresa de distribución de coches seminuevos bajo el nombre de Logic Auto, lo que se convirtió en el germen de lo que hoy es OK Mobility.
“España es un país turístico, pero, a diferencia de Francia e Italia, no tenía capacidad para absorber los volúmenes de coches nuevos que la industria turística convierte en seminuevos. Había que encontrar una salida para ellos y lo que hice fue colocar los excedentes en varios países de la Unión Europea”. El negocio creció rápidamente y, cinco años después, Ktiri vio que el mundo tradicional de la distribución no cubría todas las necesidades del mercado y apostó por ampliar horizontes con lo que entonces era un negocio creciente, el del alquiler de vehículos. Decidió mantener la ubicación en Mallorca y aprovechar el polo de atracción de una de las mayores plazas turísticas del mundo.
Dividir el riesgo
En plena crisis económica, cuando las empresas locales de rent a car tenían problemas para financiar sus compras, propuso arrendarles sus coches y recuperarlos a final de temporada. La marca OK Rent a Car surgió en 2010 de uno de esos pedidos de automóviles que otra empresa de alquiler no recogió y se quedó sin pagar. “No vinieron a recoger los 100 coches que pidieron y tuve que sacarlos al mercado por mis propios medios. De ahí nació OK Rent a Car, cuando logré alquilarlos a un turoperador, que comenzó a mandarnos reservas poco a poco. Un mes después ya estábamos en overbooking”, cuenta Ktiri, que confiesa que nunca pensó en entrar en el mercado del alquiler con una marca propia. Ahora ha cambiado de opinión y considera que es mejor tener contacto directo con el cliente final “y dividir tu riesgo” antes que concentrarlo en una sola empresa.
Once años después del arranque de la división de alquiler de la empresa, la pandemia no ha frenado el crecimiento de OK Mobility. Con una cifra de negocio de 294 millones de euros en 2020 y un resultado de explotación (ebitda) de 17,1 millones de euros, la compañía comercializa más de 20.000 vehículos al año y tiene más de dos millones de clientes en las distintas sucursales de rent a car. “En 2021, el ebitda generado por la división de alquiler está superando de lejos el generado por el negocio de la compraventa”, afirma Ktiri, que esta temporada no ha cancelado “ni un solo pedido de vehículos”, a pesar de que la incertidumbre de la situación derivada de la pandemia llevó a otras compañías a frenar sus planes de compra antes del verano, provocando que se quedaran sin suficientes unidades para alquilar en los meses de temporada que logró remontar. Este año ha recibido multitud de solicitudes que no han podido satisfacer de alquiler de coches a otros rent a car, empresas que están comprando en las tiendas de venta a particulares del grupo para poder completar su flota.
Sobre el horizonte, sin embargo, planea la crisis de los microchips, que ha provocado un descenso en la fabricación de vehículos en todo el mundo y deriva en retrasos en la entrega de automóviles en los concesionarios. Un problema que para OK Mobility se ha convertido en oportunidad al revalorizar el precio de su flota, tanto de alquiler como de venta. “Como no hay oferta de vehículos nuevos, la oferta de coches seminuevos se está revalorizando muchísimo. A corto plazo es una situación ideal para maximizar la rentabilidad, pero en la proyección de futuro el panorama es complejo para todo el sector, un desafío al que vamos a responder con éxito”.
Uno de los grandes retos de futuro para la empresa es afrontar los cambios que las normativas medioambientales estipulan para restringir la circulación de vehículos de gasolina y diésel. En el caso de Baleares, la Ley de Cambio Climático prevé que las empresas de alquiler reconviertan anualmente un 10% de su flota en eléctrica para llegar a 2035 con toda la planta de vehículos de alquiler del archipiélago sin coches de combustión. Ktiri censura estos objetivos porque cree que no son realistas, y no solo por la falta de infraestructura, sino por la ausencia de “oferta y disponibilidad” de vehículos eléctricos. “Si quiero ir a comprar el 4% de mi flota en vehículos eléctricos, soy incapaz porque no existen los suficientes. Sin hablar del precio, que es absolutamente bárbaro”, subraya. La subvención actual, dice, es mayor para un particular que para una empresa que compra varios lotes de coches eléctricos de golpe.
A corto plazo, OK Mobility se centra en cumplir su plan de expansión geográfica hasta el año 2026 abriendo nuevas oficinas y en trabajar por la integración vertical de la empresa aglutinando las divisiones de compra y alquiler. También está reforzando la entrada de sus sucursales en los aeropuertos de la red pública para mejorar la calidad de la experiencia del cliente y minimizar los costes. “Vamos a estar en más destinos. La movilidad está muy de moda”, concluye.
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