Lily Corredor (Ibercaja Gestión): “Los algoritmos están bien, pero aún confiamos en el olfato del gestor”
La directora general de Ibercaja Gestión apuesta por la renta variable como el activo con más potencial a medio plazo, sin descartar las oportunidades que surjan en los bonos
Tras desarrollar buena parte de su carrera profesional en Ibercaja, Lily Corredor (Zaragoza, 1965) es desde agosto de 2018 la responsable de la gestora de la entidad financiera aragonesa. En sus manos está la búsqueda de rentabilidad para más de 14.000 millones de euros de clientes.
Pregunta. ¿Cómo debe encarar un inversor la crisis del coronavirus?
Respuesta. Es difícil contestar a esa pregunta porque creo que nos falta información. En primer lugar, tenemos que saber si a lo que nos enfrentamos es a una alerta o a una alarma. China supone el 17% del PIB mundial y que su economía se pare durante varias semanas tiene un claro impacto económico. Empiezan a aparecer noticias de posibles desabastecimientos en Occidente, y eso es preocupante. Si esta situación se prolonga por mucho tiempo, lo notaremos en el crecimiento. En cualquier caso, aunque las sobrerreacciones en los mercados son inevitables, y más con aspectos que afectan a la salud, no me gustaría ser alarmista. Vamos a confiar en que las medidas que están tomando las autoridades médicas, por un lado, y los Gobiernos, por otro, den resultado.
P. Antes de la irrupción de la pandemia, ¿cómo veía la economía mundial en 2020?
R. Es verdad que hay desafíos por delante, pero creo que en temas como la guerra comercial o el Brexit se terminará imponiendo el entendimiento. A lo que asistimos es a una nueva distribución del orden económico y político mundial. Los PMI [indicadores adelantados de confianza] que estamos conociendo en los principales países no son lo suficientemente alarmistas como para pensar que nos encaminamos a una recesión. Quizás el crecimiento económico no sea tan fuerte como se pronosticaba hace unos meses, pero no vemos una recesión.
P. ¿Cómo ve la economía española? ¿Se podrán cumplir las previsiones de crecimiento del Gobierno para este año?
R. Es pronto para decir que alcanzaremos un crecimiento del 1,6% en 2020. Podría haber una ligera corrección de ese objetivo, aunque siempre en línea con los países de nuestro entorno. En cualquier caso, como gestora, nuestros activos están muy diversificados geográficamente y el foco es más europeo que nacional.
P. ¿Les queda margen a los bancos centrales para seguir aguantando la economía y los mercados financieros? ¿O deberían tomar el relevo los Gobiernos y sus políticas fiscales?
R. El BCE para nosotros es un competidor a la hora de encontrar bonos y obligaciones con rentabilidades. Sinceramente, cada vez es más difícil encontrar activos de renta fija con buenos réditos. Por eso creemos que la situación actual en política monetaria no debería prolongarse por mucho más tiempo. ¿Medidas fiscales? Sería más razonable, pero deberían aplicarse de una manera armonizada, por lo menos entre los miembros de la zona euro. Poner de acuerdo a tantos países es complejo. En Europa funcionamos bien en política monetaria, pero no en la unión fiscal. Es más fácil recurrir al BCE y que actúe que ponernos de acuerdo todos en temas presupuestarios.
P. La máquina del dinero lleva funcionando desde hace años. ¿Teme que se creen o que se hayan creado ya burbujas financieras debido a la ingente liquidez que hay en el sistema?
R. Los gestores de Ibercaja que están todo los días al pie del mercado no me transmiten ese peligro. Lo que sí están observando es que esa búsqueda de rentabilidades de la que hablaba antes está empujando a incorporar cada vez más inversiones alternativas en las carteras, aunque sin que podamos hablar de una burbuja.
P. En los últimos años, los riesgos geopolíticos se han multiplicado. ¿Cómo puede lidiar un gestor con este entorno tan volátil e imprevisible?
R. Los riesgos, desde un punto de vista técnico, se pueden cubrir. Hay muchos derivados que te permiten hacerlo. Sin embargo, estos riesgos también ofrecen oportunidades. Hay asimetrías de mercado que se pueden aprovechar si estás atento. En 2019 hubo movimientos en renta fija que estresaron la curva de tipos y los aprovechamos para invertir en determinadas emisiones que nos aportaron un plus de rentabilidad. En renta variable, desde un punto de vista sectorial, el pasado año se quedaron muy rezagados sectores defensivos, y debido a ello el debate sobre si es mejor apostar por valores más conservadores o de crecimiento vuelve a estar ahí.
P. Y en ese debate, ¿dónde se sitúan ustedes?
R. Nosotros nos definimos como una entidad que practica una gestión activa basada en el análisis fundamental. Nuestros fondos están lo suficientemente diversificados para atacar aquellas oportunidades que se presenten. En general nos gustan más los sectores value, pero sin descuidar aquellos activos growth que nos parezcan atractivos. Hay que entender a todos los partícipes, conocer su perfil de riesgo y ofrecer un producto que en cada momento pueda escorarse a un lado u otro.
P. Como gestora activa, ¿qué piensa del auge de la inversión pasiva o referenciada a índices?
R. Los algoritmos, la inversión basada en software, está bien y tendrá su mercado. Sin embargo, nosotros seguimos valorando el olfato del gestor, su trabajo de análisis y lectura, su conocimiento de las compañías mediante entrevistas con los consejeros delegados o directores financieros. El talante humano, conocer las empresas a fondo, tiene un plus del que carece la gestión pasiva.
P. Una cartera estándar para 2020, ¿en qué estaría más sobreponderada?
R. A medio plazo, el activo que más recomendamos es la renta variable por su mayor potencial. Los precios están bajos y queda mucho dinero por entrar en este mercado que aún está en cuentas corrientes o depósitos. Los precios de la renta fija los vemos un poco altos, aunque eso no significa que haya que descartarla porque pueden surgir oportunidades.
P. ¿Qué opina de la megatendencia de inversión como los fondos de inversión socialmente responsables o ESG?
R. Los fondos ESG están pegando fuerte y han venido para quedarse. Somos partidarios de ellos, pero también es cierto que necesitamos una regulación común para que todos los que participamos en esta industria tengamos una referencia. Hoy en día, cada uno dice que sigue estos criterios, pero no hay ninguna convención que los avale.
P. En los últimos años, la industria de la gestión de activos está inmersa en un proceso de concentración, tanto en España como fuera. ¿A qué lo atribuye? ¿Va a participar Ibercaja en esta tendencia?
R. No tenemos previsto participar en ningún movimiento, seguiremos independientes. La situación que vive el sector obedece a que el tamaño facilita que puedas acceder a más mercados. También está el tema de los costes. Los gastos, sobre todo los regulatorios, se han incrementado mucho y las firmas buscan sinergias.
P. Según diferentes estudios, los fondos españoles están a la cola cuando se comparan los costes que asume el cliente y las rentabilidades que obtiene. ¿Por qué?
R. Es un debate que tenemos en Inverco, nuestra asociación. Lo estamos analizando con detenimiento porque no sabemos de dónde salen esos datos. No pensamos que seamos más caros que el restos de fondos europeos.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.