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Trump planea bloquear dos megaparques eólicos de Iberdrola en las costas de Massachusetts

El Departamento de Justicia buscará la retirada de la licencia federal para la construcción y operación de las plantas de Avangrid New England 1 y 2

El parque eólico marino de Vineyard Wind, situado en EE UU, en una imagen facilitada por Avangrid.
Fernando Belinchón

La quijotesca guerra de Trump contra los molinos de viento marinos está a punto de salpicar a Iberdrola. Según adelantaron Bloomberg y Reuters y ha podido confirmar este periódico por fuentes próximas a la energética, el Departamento de Justicia de Estados Unidos está maniobrando para que le sea retirada la licencia federal que se le concedió a Avangrid, filial de Iberdrola en EE UU, para la construcción de dos megaplantas en las costas de Massachusetts.

El proyecto New England Wind, el que ahora está bajo revisión de la administración Trump, está formado por dos parques distintos: New England Wind 1 y New England Wind 2. Cuando recibieron las primeras autorizaciones bajo la administración Biden en 2024, Iberdrola explicaba que la realización del mismo iba a implicar una inversión directa de 8.000 millones de dólares en la región (unos 6.860 millones de euros al tipo de cambio actual).

“Tiene el potencial de crear miles de puestos de trabajo y proporcionar aproximadamente 2 gigavatios de energía limpia y fiable, suficiente para abastecer a casi un millón de hogares y empresas de la región, lo que supondría la reducción de casi 4 millones de toneladas de dióxido de carbono, equivalente a retirar de la circulación unos 700.000 coches al año durante la vida útil del proyecto”, anunciaba la empresa sobre New England Wind.

El año pasado, Iberdrola explicó que el inicio de las obras de New England 1 estaba previsto para 2025. En su web, tanto New England 1 como New England 2, el parque más grande, aparecen como “en desarrollo”, un escalón por debajo de la fase de construcción. Su finalización, se estimaba para antes de 2030.

De acuerdo con el documento presentado por los abogados del Departamento de Justicia de Estados Unidos en la corte del Distrito de Columbia al que han tenido acceso ambas agencias, el plan de la administración Trump consiste en que la Oficina de Gestión de Energía Oceánica retire el permiso para la construcción y la operación de los parques eólicos de New England Wind.

El requerimiento del Departamento de Justicia estadounidense se ha añadido a un procedimiento legal que ya estaba en marcha. En este caso, para tratar de tumbar el proyecto eólico marino de Avangrid, la administración Trump está aliándose con una plataforma de defensores de las ballenas que se oponen a la construcción de los parques, ACK For Whales. Esta asociación interpuso la demanda contra la concesión de los permisos a finales del pasado mes de mayo en colaboración con otras entidades de la zona.

“Las instituciones federales están reconociendo por fin lo que los demandantes hemos reclamado desde el principio. Que la aprobación de los proyectos están plagadas de fallos y que violan numerosas normas medioambientales“, ha aseverado Thomas Stavola, abogado de ACK For Whales, a modo de reacción ante la noticia a través de un comunicado del que se ha hecho eco Reuters.

“Fea, cara y poco fiable”

El presidente estadounidense tiene una especial inquina hacia la energía eólica marina, una alternativa renovable a la que ha llegado a calificar de “fea, cara y poco fiable”. Nada más tomar posesión del cargo en enero, Trump emitió una orden ejecutiva que suspendía temporalmente los nuevos contratos de concesión para la energía eólica en aguas de las costas del país, al tiempo que exigía una revisión de las prácticas de arrendamiento y concesión de autorizaciones del Gobierno federal para estos proyectos.

Según la Casa Blanca, dicha medida se enmarca en la necesidad de “garantizar que Estados Unidos pueda mantener una industria pesquera sólida para las generaciones futuras y proporcionar energía de bajo coste a sus ciudadanos”. En cambio, la concesión relacionada con otros fines, como la extracción de petróleo y gas, no se vio afectado.

Si bien el proyecto New England Wind estaba en las fases más incipientes de su construcción cuando la administración Trump lo ha puesto en su punto de mira, no todas las empresas están corriendo con la misma suerte. El movimiento llega solo una semana después de que Estados Unidos obligara a frenar las obras de otro parque eólico propiedad de la danesa Orsted valorado en 4.000 millones de dólares y que ya estaba completado en un 80%.

En Estados Unidos, Iberdrola cuenta ya con un parque eólico marino en estado más avanzado, el Vineyard Wind 1. Con 806 MW de capacidad sus obras se iniciaron en 2022, pero todavía, según la propia empresa, siguen en marcha a pesar de estar ya operando.

“Es extremadamente raro que se obligue a frenar proyectos energéticos que ya contaban con todas las licencias necesarias y más cuando están en construcción. Es algo que no sucede en otros sitios y da una imagen de la extraordinaria naturaleza de la persecución a este tipo de energía que se está dando en Estados Unidos”, explica el analista de Bloomberg Energy Atin Jain.

Dentro del actual plan estratégico de Iberdrola, Estados Unidos es la gran apuesta en lo que a regiones se refiere. En concreto, según detalla la compañía, de 36.000 millones de euros de la inversión neta prevista inicialmente hasta 2026, el 35% tienen por destino a la primera economía del mundo. Fuentes de Iberdrola indicaron a Europa Press que la posible decisión del presidente Trump de paralizar estos nuevos proyectos no comprometería su cartera de crecimiento en el país.

En lo que a apuesta por energía eólica marina se refiere, Iberdrola especifica en su web que más de la mitad de su nueva inversión en el área de renovables (15.500 millones de euros) se centra en proyectos en construcción de eólica marina en EE UU, Reino Unido, Francia y Alemania.

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Sobre la firma

Fernando Belinchón
Madrid. 1994. Máster en periodismo económico por la Universidad Rey Juan Carlos. Redactor de la Mesa Web de CincoDías. En el periódico desde 2016.
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