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Tribuna
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Los olvidados informes de Letta y Draghi

Pasa el tiempo y parece imposible derribar las fronteras para superar los planteamientos nacionales y acometer proyectos de dimensión europea

El expresidente del BCE, Mario Draghi, tras presentar en la sede de Estrasburgo del Parlamento Europeo su informe sobre cómo mejorar la competitividad de la Unión, el pasado septiembre.
Andreu Missé

Han pasado ya más de dos años desde que el Consejo Europeo solicitase al ex primer ministro italiano Enrico Letta, un informe sobre el futuro del mercado único. El encargo venía motivado por el preocupante atasco del proyecto europeo y la pérdida de peso de la Unión frente a Estados Unidos y China. Letta entregó puntualmente su trabajo, titulado Mucho más que un mercado, en abril de 2024 con una propuesta muy concreta: movilizar los 33 billones de euros del ahorro privado europeo para financiar las transiciones energética y digital. Aportaba un dato inquietante: Europa pierde cada año 300.000 millones de euros de ahorro de las empresas y familias que se dirigen a inversiones en Estados Unidos.

Posteriormente la Comisión Europea encargó a Mario Draghi, también ex primer ministro italiano, otro estudio para mejorar la competitividad de la Unión. Su receta fue muy precisa y detallada en un completo documento que presentó en septiembre de 2024: Europa necesitaba entre 750.000 y 800.000 millones de euros adicionales en inversiones anuales para alcanzar sus propósitos geoestratégicos.

Europa tiene los mejores diagnósticos que conducen al mismo fin: más integración económica con consenso social. Pero pasa el tiempo y parece imposible derribar las fronteras para superar los planteamientos nacionales y acometer proyectos de dimensión europea.

Viktor Skyrman, investigador de Estudios Empresariales de la Universidad de Uppsala y profesor del Centro Robert Schuman, reflexiona en Cuidado con la brecha: ¿puede Europa permitirse su futuro verde y digital? (Social Europa) sobre el verdadero talón de Aquiles de la Unión: la falta de financiación para acometer las transiciones verde y digital. Solo en transición verde el déficit de inversiones fue de 406.000 millones de euros en 2024. Para afrontar esta carencia propugna ampliar la capacidad fiscal de la UE, mediante deuda permanente, impuestos, un fondo permanente de la Unión y una mayor financiación de los bancos públicos europeos.

El economista Joan Ramon Rovira Homs, de la Cámara de Comercio de Barcelona, analiza en Inversión, productividad y saldo exterior en la economía española (2000 -2023) (EuropeG) los desafíos que Draghi y Letta detectan en Europa por la falta de inversión al caso de España. En este sentido, precisa que “el principal déficit de inversión de la economía española es el que afecta a los activos con mayor contenido tecnológico y mayor capacidad para aumentar la productividad en el conjunto de la economía”.

El trabajo considera que “una acción de gobierno con visión estratégica de futuro buscaría alinear las políticas públicas y las estrategias empresariales para facilitar y estimular la inversión en capital humano, industrial y tecnológico en todos los sectores de actividad, como condición necesaria para conseguir aumentos sostenidos y sostenibles de productividad”. Precisa que la “reindustrialización” en sentido amplio debe ser el principal motor de la transformación del modelo productivo, que solo será posible “si la economía española afronta con éxito el reto de la formación, retención y atracción del talento”. Tanto en Europa como en España urgen decisiones. La acción pública y la estrategia empresarial precisan una rápida actuación conjunta que debe contar con respaldo social.

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