España atrae más de 10.000 millones en inversiones chinas para el desarrollo del coche eléctrico

España se ha convertido en un terreno propicio para atraer grandes inversiones industriales chinas. Hygreen Energy, compañía dedicada a la fabricación de electrolizadores, elemento clave para la producción de hidrógeno verde renovable, ultima una inversión de 1.000 millones en Andalucía, según adelanta Yao Jing, embajador del país asiático en España. Se suma así a otras empresas del gigante asiático, como el grupo energético Envision, que está a punto de cerrar otra inversión de 2.000 millones de euros en el sur de España, según la misma fuente oficial. Otras compañías chinas como CATL o la automovilística Chery, ya han puesto en marcha diversos proyectos industriales de peso en España. De esta forma, China acumula ya más de 10.000 millones de euros en inversiones en el país en el ámbito del vehículo eléctrico y la energía verde.

El embajador chino apunta a una gran sintonía entre las compañías chinas con España después del giro de política del presidente de Gobierno, Pedro Sánchez, quien el pasado septiembre pidió a la Unión Europea que reconsiderara su postura sobre los aranceles a los coches chinos. Bruselas había decidido imponer tasas adicionales de hasta el 10% para gravar con hasta un 35,3% la importación de coches eléctricos ensamblados en China. El viraje político de Sánchez despertó cierto malestar en la capital comunitaria. Entonces, en plena gira por el gigante asiático para visitar algunas fábricas de coches, Sánchez aseguró: “No necesitamos otra guerra comercial. Tenemos que buscar un acuerdo entre la Comisión Europea y China en el marco de la OMC [organización mundial del comercio]. Todos estamos reconsiderando nuestra posición”.

De ese viaje, el pasado septiembre, Sánchez se trajo una inversión de unos 900 millones de Envision, también en la producción de electrolizadores. En dicha gira, Sánchez mantuvo encuentros con otras empresas como el gigante del automóvil SAIC Motor, dueño de la marca MG, la firma china que más éxito ha tenido hasta la fecha en el Viejo Continente gracias a su oferta multienergía —BYD, en contraste, se centra solo en los vehículos enchufables—. SAIC continúa estudiando posibles localizaciones para producir vehículos eléctricos en Europa, con España como firme candidato.

“El cambio de posición de Pedro Sánchez es altamente apreciado por las autoridades chinas y los directivos de las empresas chinas”, aseguran las mismas fuentes oficiales del gigante asiático, que calculan en algo más de 10.000 millones las inversiones de empresas chinas en España relacionadas con el vehículo eléctrico. De los cuales, 7.000 millones son proyectos ya conocidos y otros 3.000 millones son proyectos que aún están negociando por parte de Envision y Hygreen Energy en el sur de España. “Es muy importante para reforzar los lazos comerciales”, aseguran fuentes oficiales chinas. Muchas empresas chinas están estudiando el mercado español, pero aún no han tomado la decisión. Está previsto que Pedro Sánchez vuelva a viajar próximamente a China. “Esperamos que la visita de Sánchez desbloquee algunas decisiones y anime a otras empresas a invertir en España”, añaden las mismas fuentes, que explican que hay empresas chinas de energías renovables que también han comprometido a invertir unos 3.000 millones en España.

Precisamente ayer jueves se confirmó el nuevo viaje de Sánchez a China, donde espera reunirse con Xi Jinping. El viaje forma parte de una gira por Asia que lo llevará también a Vietnam. En los últimos años, el presidente del Gobierno ha reforzado los lazos con el gigante asiático en un movimiento estratégico para impulsar el llamado “pragmatismo diplomático” ante el cambio de visión geopolítica de Estados Unidos.

En caso de confirmarse el desembarco industrial de Hygreen Energy en España, seguiría la estela marcada por Chery. La automovilística con sede en Wuhu anunció el año pasado su llegada a la antigua planta de Nissan en Barcelona de la mano de EV Motors, un socio industrial español. Ambas empresas comenzaron en noviembre la producción allí con la marca Ebro, una firma que se había dejado de fabricar en 1987 en esa misma factoría. Dicha actividad ha comenzado en un formato DKD —es decir, que los coches vienen semiensamblados desde China—, aunque con el correr de los meses pasará a un formato CKD, un tipo de producción que supone más carga de trabajo para la planta catalana. El objetivo que se marcó Chery en un principio fue hacer 150.000 coches al año en 2029, aunque la capacidad de la fábrica es de 200.000.

Tanto a SAIC como a Chery les interesa esquivar los aranceles aprobados por la Unión Europea para los vehículos eléctricos producidos en China, medida que ha afectado incluso a fabricantes europeos como Cupra, que hace allí el Tavascan. SAIC, la más afectada, paga actualmente un arancel del 35,3%, que se suma al 10% existente previamente. El mercado especula a su vez con un posible arribo de BYD a España, marca que paga un 17% de arancel más el 10% previo. Esta última compañía ya ha anunciado una planta de coches eléctricos en Turquía, pero la Comisión Europea ha puesto el punto de mira en países de este tipo en su Plan de Acción Industrial para el Automóvil, presentado a principios de este mes, por ser un país que se lleva inversiones industriales por contar con un tratado de libre comercio con la UE.

Envision comprometió en 2022 unos 3.800 millones en inversiones, de los cuales 2.500 millones se destinarán a levantar una planta de baterías en Navalmoral de la Mata (Cáceres) de la que ya se ha puesto la primera piedra. A esto añadió otras inversiones en Alcázar de San Juan (Ciudad Real) y Navas del Marqués (Ávila) para la generación de energía renovable, almacenamiento energético e hidrógeno renovable. A esto se sumó dos años más tarde el anuncio de los ya mencionados 900 millones en electrolizadores.

Por su parte, CATL, el mayor fabricante de baterías para vehículos eléctricos del mundo, anunció en diciembre una alianza con la automovilística Stellantis —el mayor productor de coches en España— para levantar una planta de baterías en Zaragoza, con una inversión conjunta de 4.100 millones. Dicha fábrica se dedicará a la producción de baterías con tecnología LFP (litio-ferrofosfato), un tipo de batería con menor densidad energética que las clásicas NMC, lo que las hace tener menos autonomía, pero más atractivas en precio. Actualmente, una batería supone unos 10.000 euros en coste en un vehículo eléctrico. Estas baterías de CATL se destinarán a la producción de Stellantis en España, que cuenta con plantas en la propia Zaragoza, Vigo y Madrid, las cuales sumaron una producción el año pasado de 980.000 unidades, un 2,3% menos que en 2023.