Exceltur alerta que la infrafinanciación ahoga a los grandes municipios turísticos

Desde Ayamonte (Huelva) hasta Portbou (Girona) hay 728 destinos de sol y playa (aquí también están incluidos los principales destinos de Baleares y Canarias), que concentran el 66,2% de la demanda de viajeros internacionales y el 58,5% de la oferta de alojamiento en España, lo que les lleva a duplicar, triplicar o cuadruplicar su población censada en temporada alta. Esos destinos tan solo disponen de una media de 2,4 millones de euros al año para hacer frente a los servicios básicos (recogida de basuras, limpieza, servicios médicos, transporte público, alumbrado, seguridad, agua o electricidad), que deben prestar a la población, según desvela el Monitor de Competitividad Turística de los destinos de sol y playa español, presentado este jueves en la jornada Solytur 2024 organizada por Exceltur, la organización que integra a 30 de las empresas más representativas de la industria turística, como Meliá, Riu, Renfe, Iberia o Palladium. Eso significa que cuentan con una financiación que es un 20,6% inferior a la de la media de los municipios españoles.

Si el foco se concentra en los 20 destinos más visitados, con Adeje, Calviá y Palma de Mallorca en el podio (en 2019, Benidorm ocupó el tercer puesto), estos acogen al 41,5% de los viajeros y al 35,4% de los hoteles y apartamentos turísticos y tampoco disponen de los recursos necesarios con los que prestar servicios a los millones de turistas que les visitan cada año (el presupuesto medio municipal es de 8,9 millones de euros por ejercicio). Esta situación de infrafinanciación es, según Oscar Perelli, vicepresidente ejecutivo de Exceltur, uno de los principales factores que puede afectar a su competitividad futura.

Por ello, reclamó ante el Ministro de Industria y Turismo, Jordi Hereu, la necesidad de activar un plan de reposicionamiento de destinos de sol y playa a través de un proyecto estratégico denominado Turismo Litoral 2030. “Hay que hacerlo ahora porque las empresas disponen de tesorería y las administraciones cuentan con los fondos Next Generation”, recalcó Perelli, que detalló que los tres principales hitos de ese programa serían la creación de un Comisionado del Gobierno de España para su creación e impulso, su aprobación en el Consejo Español de Turismo, la convocatoria de una Comisión Interministerial de Turismo monográfica y la puesta en marcha de un concurso internacional de ideas para elaborar de 2 a 5 planes de recualificación integral de cada uno de los destinos.

Hereu aprovechó su intervención para recordar que el Ministerio de Industria y Turismo ha invertido en los últimos años más de 1.400 millones de euros procedentes de los fondos Next Generation para apoyar a la transformación de destinos turísticos de sol y playa. “Una inyección de dinero público que está contribuyendo a su modernización, a su diversificación y a la mejora de su oferta”. De ese montante, los cuatro programas más beneficiados han sido los Planes de Sostenibilidad Turística en Destino, con 812 millones de euros; la inversión en proyectos específicos para destinos extrapenínsulares, con 200 millones de euros (100 para Baleares y 100 para Canarias), y el programa de mejora de la competitividad y de dinamización del Patrimonio Histórico con uso turístico, con 115 millones de euros.

“Nuestra capacidad inversora es muy baja porque hay una situación de infrafinanciación. Estamos cubriendo servicios públicos, ligado a los ingresos que generan unos residentes a través de los impuestos, para una población que se multiplica por dos o por tres en verano”, recalcó Jaime Martínez, alcalde de Palma de Mallorca. En su opinión, el debate sobre los retos futuros del turismo no debería centrarse en la masificación, sino en la financiación de los servicios públicos. “Es imprescindible un Pacto de Estado en esta materia”, sentenció.

Al margen de la falta de financiación, el otro gran reto que afrontan estos destinos es del incremento exponencial de la presión del turismo sobre su territorio tras tres años en el que el número de viajeros extranjeros ha crecido en 22,2 millones, a un ritmo anual de 7,6 millones de viajeros. Frente a la creencia popular de que la presión está íntimamente ligada al crecimiento descontrolado del turismo, el estudio de Exceltur apunta que el número de personas medidas diarias en esos 20 destinos ha crecido en 1,3 millones de personas, de los que 1,1 millones (el 88,8% del total) proceden del aumento del número de residentes empadronados, mientras que solo el 11,2% (141.000 viajeros) responde al alza de la actividad turística, que ha provocado un gran número de protestas por parte de los vecinos en destinos como Canarias o Baleares en los que el crecimiento del turismo y las dificultades para acceder a la vivienda se han hecho evidentes.

Aglutinar inversión

Los resultados del Monitor de Competitividad realizado sobre los citados 20 municipios, que analiza hasta 63 indicadores (como la protección del territorio, la diversificación de productos, la estrategia de movilidad sostenible, la conectividad aérea y ferroviaria o la diversificación de productos hacia otros segmentos como golf, naturaleza o gastronomía) revela que el enclave mejor posicionado fue Adeje (Tenerife), con 115,53 puntos, 15,5 puntos por encima de la media, seguido por Calviá (110,45 puntos), Playa de Palma (108,85), Benidorm (108,83), Marbella (107,21) y San José (107,15).

En su intervención, el presidente de Exceltur y consejero delegado de Meliá, Gabriel Escarrer, hizo énfasis en la necesidad de aglutinar la inversión pública y privada para regenerar los destinos de sol y playa y de diseñar una estrategia coordinada para minimizar los impactos del turismo sobre el territorio. “Lo que no contribuye y resta competitividad a los destinos es la deriva de algunos gobiernos autonómicos [en clara alusión a Cataluña y Baleares, que han anunciado incrementos de los gravámenes que aplican a las estancias de los turistas] por imponer ecotasas y no por poner limitaciones. Lo que hay que hacer es una gestión proactiva de los flujos turísticos en busca de la desestacionalización o de nuevos nichos de viajeros”.