Nuevo récord de turistas: España recibió 94 millones de viajeros extranjeros en 2024

El ministro de Industria y Turismo, Jordi Hereu, ha avanzado esta mañana lo que las cifras de los once primeros meses ya habían anticipado. España cerró el pasado ejercicio como el mejor de la historia en llegada de viajeros extranjeros y gasto turístico, con 94 millones de visitantes, lo que supuso un crecimiento del 10% respecto a 2023, y con un gasto de 126.000 millones de euros, con un avance anual del 16%. “España refuerza su liderazgo en el turismo mundial, sigue la senda de crecimiento cuantitativo y eso nos anima a seguir en la senda del crecimiento cualitativo”, precisó Hereu en una rueda de prensa en el Ministerio de Industria y Turismo, en la que estuvo acompañado por la secretaria de Estado de Turismo, Rosario Sánchez, y el presidente de Turespaña, Miguel Sanz.

El buen ritmo de la demanda de viajeros hacia España en 2024 estaría teniendo continuidad en el arranque de 2025, según las previsiones que maneja el Ejecutivo, que apuntan a que en el primer cuatrimestre de este año llegarán 26 millones de viajeros extranjeros, con un avance del 9% respecto al mismo período de 2024, que realizarán un gasto de 36.000 millones de euros, con un alza del 16%. De ese manera, el ritmo de crecimiento es prácticamente el mismo del pasado ejercicio. “2024 ha sido un año récord, siguiendo al de 2023. Las cifras son espectaculares y positivas y nos obligan a transformar nuestro modelo turístico. Solo si se cuida el turismo desde la calidad social y ambiental podremos conservar ese liderazgo”, recalcó.

Los ejes en los que el Ejecutivo ha diseñado esa política de recualificación del turismo, tal y como precisó Hereu, serán cuatro: la desestacionalización, promoviendo las llegadas fuera de temporada alta; la diversificación de productos turísticos, ligados fundamentalmetne a gastronomía y cultura; la desconcentración de viajeros hacia los destinos de interior y rurales, y la ampliación de mercados de largo radio, con el foco puesto en EE UU y Latinoamérica, por su mayor capacidad de gasto. Ante la posibilidad de que se superen por primera vez los 100 millones de viajeros extranjeros en 2025, algo que Hereu dio como posible ante el pulso de la demanda en el primer cuatrimestre, precisó que la principal obsesión de su departamento radica en la calidad de los resultados. “Queremos ganar la Champions League de la calidad y no del récord de asistencia. Si ganamos la competición de la calidad, lo otro vendrá vendrá dado por sí”.

Hereu hizo énfasis en el impacto positivo que la mayor llegada de turistas ha tenido en el mercado laboral. “El Ejecutivo está inmerso en una estrategia de más empleo y de mejor empleo en 2024. El número de afiliados creció un 3,8% anual hasta los 2,6 millones de trabajadores, un 12,7% del total”. En su discurso resaltó el mayor crecimiento del número de asalariados, un 4,4% más anual, frente al de los trabajadores por cuenta propia, y la drástica reducción de la temporalidad hasta el 19,4% de las contrataciones. “Es uno de los resultados de la última reforma laboral. En 2019, el 36% de los trabajadores era temporal y ahora ha bajado casi 17 puntos. La estabilidad laboral es una de las claves, junto a la subida de los salarios, es uno de los efectos deseados de la política turística de este Gobierno”.

No todo ha sido positivo en el balance del turismo extranjero en 2024, el año en el que se produjeron las primeras manifestaciones de los ciudadanos en Canarias, Baleares, Málaga o Barcelona contra los efectos negativos del turismo, como la expulsión de los vecinos del centro de las ciudades y el encarecimiento exponencial del precio de la vivienda. El ministro de Industria y Turismo no esquivó el debate y puso en valor las medidas adoptadas por las distintas administraciones para atajar o minimizar esa turismofobia a través de la regulación. “El mercado sin regulación se gira contra el mercado. Tomamos buena nota de las manifestaciones. Lo que nos debe guiar es que el turismo nos ayude a construir mejores ciudades y que la oferta turística no colisione con el derecho a la vivienda. Veo unanimidad en que ese barco estamos todos. Hablar de tasas turísticas [Baleares y Cataluña quieren incrementarla y Toledo quiere aprobar un gravamen por cada turista que visite la ciudad en un autobus contratado por un turoperador], hablar de límites al turismo masivo o prohibir las viviendas de uso turístico ilegales ya no es tan raro. Y ese es uno de los grandes cambios”.