La OCDE estima ahorros de hasta un billón de dólares anuales si se reducen las barreras comerciales
Relajar las medidas proteccionistas tan solo en el sector servicios disminuiría los costes de transacción el equivalente al 1% del PIB mundial
![Un buque portacontenedores deja el puerto de Oakland hacia San Francisco.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/IZ5LPTXRUBGC3FQZKZHYTI7L3M.jpg?auth=19e856085574db80434177d328da95f78dee28e057bf2a09a93eecd779531459&width=414)
![Denisse López](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/https%3A%2F%2Fs3.amazonaws.com%2Farc-authors%2Fprisa%2Fb0ec917c-61d0-4565-9fac-dfc0aa9a8ac3.png?auth=0d79af5526986a7a6a09992dfa688f2ca1a564b16e303930535649be1504dc72&width=100&height=100&smart=true)
En un contexto de crecientes tensiones comerciales entre Estados Unidos y el resto del mundo, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) ha lanzado un mensaje que va en sentido opuesto a la imposición de más aranceles anunciados por Donald Trump. Reducir las barreras tan solo en el sector servicios podría generar ahorros de hasta un billón de dólares anuales, según el organismo, el equivalente al 1% del PIB global.
La OCDE diseña un índice que puntúa a cada país según el nivel de apertura comercial en el sector servicios. Según sus estimaciones, reducir el actual nivel a la mitad haría que los Estados miembro experimentarán una caída del 11% en sus costes comerciales, mientras que los no miembros de la organización verían una reducción del 21%. Estas cifras reflejan el impacto tangible que una menor carga regulatoria podría tener en la competitividad global.
Pero la influencia de estas reformas no se detendría en los servicios. Reducir estos costes generaría un efecto dominó en la economía, beneficiando a sectores manufactureros que dependen de insumos como telecomunicaciones, transporte, logística y servicios financieros. Una mayor apertura facilitaría el acceso de las empresas industriales a estos mercados esenciales, impulsando la productividad laboral en todas las cadenas de valor. De hecho, la implementación de reformas específicas en transporte aéreo, telecomunicaciones y servicios financieros podría traducirse en mejoras de productividad de hasta un 26%, 12% y 21%, respectivamente.
El informe es un análisis detallado de cómo las regulaciones y trabas burocráticas están frenando el comercio de servicios en sectores clave como las telecomunicaciones, la banca y la logística. Según el estudio, muchas de estas barreras no solo encarecen las operaciones de las empresas, sino que también afectan a las economías, en particular a las emergentes, que dependen de la exportación de servicios para su crecimiento.
El telón de fondo de este análisis es un mundo en el que el proteccionismo vuelve a ganar terreno, con el regreso de Trump a la Casa Blanca. La imposición de aranceles del 25% a todo el acero y aluminio que se importan a Estados Unidos es el inicio de una posible guerra comercial con China y la Unión Europea. El gigante asiático ya ha respondido a la medida con una ronda de aranceles hacia los productos estadounidenses por valor de casi 14.000 millones de dólares, y Bruselas ya ha advertido de que la imposición, que entrará en vigor el 12 de marzo, derivará en represalias “firmes y proporcionadas”, según ha reconocido la propia presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen.
En este entorno, la OCDE insiste en los efectos negativos de la restricción al comercio. En concreto, el informe subraya que, mientras el comercio de bienes está sujeto a aranceles y cuotas, el de servicios se ve obstaculizado por regulaciones nacionales que pueden ser igual de costosas para las empresas. Desde requisitos de localización de datos hasta restricciones a la movilidad de profesionales, muchas de estas normas han permanecido intactas durante años y son difíciles de reformar debido a presiones políticas y sectoriales. “Estas restricciones son asimétricas entre países y sectores, lo que crea un campo de juego desigual a escala mundial”, se lee en el documento.
El organismo advierte que los esfuerzos para reducir los obstáculos regulatorios en el comercio de servicios han perdido impulso en el último año. En todos los sectores analizados, el ritmo y la magnitud de las reformas fueron menores respecto a 2023. Esto sugiere una desaceleración de los esfuerzos globales por aliviar las barreras comerciales. De hecho, se han identificado aumentos en los niveles de restricción en los 22 sectores de servicios evaluados, lo que refleja una tendencia preocupante. Las excepciones a este estancamiento se encuentran en un puñado de sectores, como los servicios postales y algunos servicios profesionales, donde se han realizado avances significativos en liberalización.
El informe insiste en la necesidad de que los organismos internacionales impulsen reformas para abrir los mercados e insta a reactivar las negociaciones en la Organización Mundial del Comercio (OMC) para lograr acuerdos que faciliten la prestación de servicios a nivel global. Sin una cooperación multilateral sólida, advierte la OCDE, aumentará el riesgo de que las economías sigan imponiendo barreras que limiten el potencial del comercio.
Las diez economías con mejor desempeño regulatorio en el índice de 2024 han sido Japón, el Reino Unido, los Países Bajos, España, República Checa, Letonia, Portugal, Alemania, Chile y Lituania. Más allá de este puñado de miembros, la OCDE advierte que persisten grandes desigualdades: 31 de las 51 economías analizadas mantienen un nivel promedio superior al de la OCDE, lo que evidencia que muchas naciones aún imponen barreras significativas al comercio de servicios. En particular, los niveles de restricción en los países no miembros de la OCDE son, en promedio, un 56% más altos.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
¿Tienes una suscripción de empresa? Accede aquí para contratar más cuentas.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.
Sobre la firma
![Denisse López](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/https%3A%2F%2Fs3.amazonaws.com%2Farc-authors%2Fprisa%2Fb0ec917c-61d0-4565-9fac-dfc0aa9a8ac3.png?auth=0d79af5526986a7a6a09992dfa688f2ca1a564b16e303930535649be1504dc72&width=100&height=100&smart=true)