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Raül Blanco deja la presidencia de Renfe tras el ‘apagón’ de los Talgo Avril del día 1

El alto cargo catalán abandona antes de cumplir dos años en la empresa pública de mutuo acuerdo con el Ministerio de Transportes. El secretario general de Movilidad Sostenible, Álvaro Fernández Heredia, se perfila como sustituto

El expresidente de Renfe, Raül Blanco.
El expresidente de Renfe, Raül Blanco.Patier (RENFE)

El presidente de Renfe, Raül Blanco, ha comunicado este martes que dejará su cargo al frente de la empresa ferroviaria pública el próximo 14 de enero por motivos personales. Este alto cargo catalán, que llegó a la operadora pública en febrero de 2023, no ha logrado así superar los dos años al frente de la compañía y ha decidido su salida “de mutuo acuerdo” con el Ministerio de Transportes. Su mandato ha estado marcado por las dificultades técnicas en la operación, con un último capítulo el pasado día 1 con toda la flota de trenes Talgo Avril paralizada durante una jornada; el pulso por el mercado de la alta velocidad con Ouigo e Iryo, y una difícil labor de avance en la internacionalización hacia Francia, Italia o el centro de Europa, algo que destacaba como prioridad en una entrevista con EL PAÍS el pasado agosto. Según fuentes de la compañía, el hasta ahora primer ejecutivo va a centrarse en nuevos objetivos profesionales en el ámbito privado.

Álvaro Fernández Heredia, actual secretario general de Movilidad Sostenible y hombre del circulo más íntimo del actual ministro de Transportes, Óscar Puente, se perfila como posible sustituto de Blanco. El relevo se hará oficial en la reunión del Consejo de Ministros del próximo martes, pero desde el ministerio se elude confirmar por el momento el nombre de Fernández Heredia como nuevo primer ejecutivo de Renfe. Este ingeniero de Caminos, Canales y Puertos es doctor en Infraestructuras de los Transportes por la Universidad Politécnica de Madrid (UPM). Su experiencia en el sector de la movilidad y el transporte cumple ya 20 años, en los que ha sido profesor, investigador, director gerente de la Empresa Municipal de Transportes de Madrid y, posteriormente, director de Autobuses Urbanos de Valladolid (AUVASA).

La salida de Raül Blanco se produce en un momento en que la firma ferroviaria afronta la liberalización de nuevos servicios y una competencia creciente en distintos frentes. En el de la alta velocidad, Adif tiene lanzada una segunda fase de la liberalización del transporte de viajeros en tres nuevos corredores (Madrid-Galicia, Madrid-Asturias/Cantabria y Madrid-Cádiz/Huelva), que sumarán un máximo de 72 nuevos servicios diarios y que ya no serán exclusivamente de Renfe. En cuanto a lo resultados económicos, Renfe Viajeros rebaja un 35% sus pérdidas al cierre de 2024, pero sigue declarando 43,4 millones de euros en rojo.

En el círculo próximo a Blanco se ha resaltado el trabajo realizado durante los dos últimos años en la estabilización de las cuentas. Esas fuentes destacan que la renuncia a seguir en la presidencia se da en un contexto en que Renfe tiene la capacidad de ser rentable pese a la competencia, a la vez que ya opera en diez países. Además, destacan que se ha mejorado la gobernanza de la operadora pública y se han implantado nuevas normas de transparencia y compliance. Hace poco menos de un año, Renfe presentó un nuevo plan estratégico con horizonte hasta 2028, en el que resalta, más allá del negocio del transporte de larga distancia, el impulso a los servicios públicos de Cercanías, Rodalies (en fase de transferencia a la Generalitat de Cataluña) y Media Distancia de la mano del programa de renovación de flota.

Otro objetivo “imprescindible” de la compañía es la conexión con París, tal y como volvió a señalar Blanco el pasado 23 de diciembre en Barcelona, asegurando que Renfe sigue trabajando con las autoridades galas para hacerla posible. Un hito que depende de que su proveedor de trenes Talgo logre la homologación de la serie 106 (modelo Avril) en Francia, cuestión que va con retraso. Precisamente dichos trenes de Talgo, que se han incorporado este año (con casi dos de retraso) a la flota de Renfe, han protagonizado múltiples incidencias, la última de ellas la del referido día 1, cuando todos se quedaron bloqueados por un fallo informático relacionado con los cargadores de las baterías. Esta última crisis se suma a más de medio millar de interrupciones registradas desde la entrada en operación de los Avril el pasado mes de mayo, lo que elevó la tensión entre Renfe y Talgo, además de encender las alarmas en el Ministerio de Transportes sobre la gestión de la operadora pública.

Los problemas que se han producido en los servicios de Renfe durante el mandato de Blanco, de los que ha tenido que dar explicaciones en varias ocasiones en el Congreso y en el Senado el ministro de Transportes y Movilidad Sostenible, Óscar Puente, no solo han afectado al ámbito de alta velocidad y larga distancia, sino también a los servicios de Cercanías.

Una concatenación de cambios

La llegada de Raül Blanco tuvo lugar hace casi dos años en medio de otro terremoto que ocasionó la salida del entonces presidente de Renfe, Isaías Táboas, y de la que era secretaria de Estado de Transportes, Isabel Pardo de Vera. El detonante fue la polémica suscitada por el pedido de trenes de ancho métrico para Cantabria y Asturias, cuyo diseño era incompatible con las medidas de los túneles.

Este traspié, y el hecho de que la ministra de Transportes Raquel Sánchez fuera informada con la crisis ya servida, precipitó la llegada a Renfe de Blanco, quien fuera encargado del PERTE del automóvil en el Ministerio de Industria, donde se enfrentó a los problemas de ejecución y necesidad de reforma de los proyectos. De hecho, el hasta ahora presidente de la que es una de las mayores operadoras ferroviarias de Europa fue cesado en diciembre de 2022 como secretario general de Industria, aunque fue recuperado por el Ejecutivo socialista solo tres meses más tarde.

Blanco, vinculado al PSC, es licenciado en Economía por la Universidad de Barcelona; trabajó durante tres años al frente de la secretaria general de Industria, y previamente fue director de Desarrollo Económico del Ayuntamiento de l’Hospitalet y gerente de Estrategia Industria en la Generalitat de Cataluña. Designado por la entonces ministra Raquel Sánchez para liderar Renfe, fue mantenido en el cargo tras la llegada de Óscar Puente a Transportes, quien solo cambió al responsable de Adif en la primera línea ejecutiva de las empresas públicas adscritas al ministerio.

Por su lado, Álvaro Fernández Heredia, dirigía hasta 2023 la empresa pública de transportes de Valladolid, tras su paso como director gerente de la Empresa Municipal de Transportes de Madrid durante la etapa de Manuela Carmena. Posteriormente, hizo su ingreso a la política como concejal de Más Madrid en el Ayuntamiento de la capital, aunque en marzo del último año fue nombrado al frente de la Secretaría General de Movilidad Sostenible.

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