Airbnb presiona a los alcaldes de Barcelona y Madrid al ver su negocio en riesgo
La plataforma pide a Collboni reconsiderar la restricción a la vivienda turística, tras proponerle a Almeida un veto a las nuevas licencias en el centro de la capital
El gigante del alquiler de pisos vacacionales, Airbnb, ha comenzado a presionar a los ayuntamientos de Barcelona y Madrid en una clara muestra de miedo respecto al futuro de su negocio ante la amenaza de la regulación. La plataforma ha enviado este lunes una carta al alcalde de Barcelona, Jaume Collboni, para que “reconsidere las políticas restrictivas en materia de viviendas de uso turístico (VUT)” de los gobiernos municipales de los últimos años. Afirma, textualmente, que la moratoria para obtener licencias ha tenido efecto nulo. Esta es la segunda vez que la multinacional se dirige a un alcalde español en los últimos cuatro días. A penas la semana pasada, le escribió al alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, para proponerle un veto a los nuevos pisos turísticos en el centro de la capital.
Airbnb alega que ninguna de las medidas antes mencionadas ha sido eficaz ante los problemas de acceso a vivienda y de turismo de masas que afronta Barcelona y “que sirvieron como excusa para su puesta en marcha”, según se lee en el comunicado, en el que aprovechan para citar a Nueva York, como ejemplo. La carta establece que, tras 10 años cumplidos de la moratoria de licencias de VUT, los precios de los alquileres y de las propiedades en la ciudad han crecido un 70% y 60%, respectivamente. Por ese motivo, urgen “encontrar soluciones reales al problema de la vivienda y del turismo de masas”. Dificultades que, aseguran, vienen de antes del boom de alojamientos de uso turístico en Barcelona. “Es hora de ampliar el enfoque, y contemplar problemáticas que preceden, y por mucho, la actividad de las plataformas de alquiler vacacional” en la ciudad, insiste.
Añade que es sorprendente que la Generalitat “siga autorizando y promoviendo la apertura de nuevos hoteles” y vea potencial para nuevas 5.000 plazas, mientras pretende eliminar las licencias de VUT. En este sentido, Airbnb asegura que el 75% de los turistas alojados en Barcelona en 2023 estuvo en hoteles y hostales, y que por cada VUT en la ciudad hay 8 viviendas vacías. También sostiene que la construcción en España ha tocado su punto más bajo desde 1970, e insta a aplicar políticas que aumenten la oferta de vivienda asequible antes de “la prohibición de todo un sector”.
La carta detalla que Airbnb siempre se ha comprometido a trabajar con la administración, que apuesta por la colaboración público-privada, y que colabora con el Ayuntamiento desde el 2018. “Gracias a dicho acuerdo se han eliminado más de 7.000 anuncios –de los más de 8 millones que ofrecen en su plataforma– que no cumplían con la normativa”, añade.
La misiva a Martínez-Almeida
La semana pasada Airbnb propuso a Madrid no conceder más licencias de uso turístico en el centro de la ciudad, según la carta enviada el jueves 14 de noviembre a José Luis Martínez-Almeida. “En el distrito Centro, donde la densidad de alojamientos de alquiler de corta duración es mayor, Airbnb sugiere permitir únicamente nueva oferta de anfitriones ocasionales, es decir, de aquellos que alquilan de manera ocasional su residencia principal o incluso una habitación en su propia casa, mientras están en ella. Esto no elimina las unidades del mercado, ya que son viviendas principales”, redactó.
La misiva fue una respuesta al Plan Reside. Herramienta con la que el ayuntamiento madrileño pretende regular viviendas de uso turístico (15.000 de ellas sin licencia) que han masificado el centro, han recortado la vivienda en alquiler, y la han elevado los precios dificultando el acceso a muchos vecinos. Este plan divide la ciudad en dos zonas: el centro histórico, que abarca los distritos de Centro, Chamberí, Salamanca, Retiro y parte de los distritos de Arganzuela y Moncloa, y el resto de la ciudad. En la primera se prohíben los pisos turísticos dispersos en edificios residenciales. Por lo que, una vez en vigor –la tramitación está prevista que arranque en diciembre y concluya en agosto de 2025–, solo podrán continuar en activo los pisos que estén en edificios en los que no compartan espacio con los vecinos. En el resto de la ciudad también se aplica esa limitación con dos excepciones: cuando las viviendas tengan acceso independiente al portal de vecinos y siempre y cuando no se encuentren en ejes comerciales importantes.
Airbnb criticó el diagnóstico del Ayuntamiento, que vincula la escasez y el alza de precios de la vivienda con la presencia de pisos turísticos, y argumentó que solo el 0.92% del total del parque de viviendas en Madrid está dedicado al alquiler de corta duración, mientras que el 20% son casas vacías, según los últimos datos oficiales del INE. “La aplicación de una prohibición rasa en la totalidad de la ciudad, sin atender a las diferentes necesidades de los barrios que la componen, resulta injustificada y desproporcionada: más de la mitad de las viviendas de uso turístico se distribuye en 20 barrios fuera del distrito centro en el que representan únicamente el 1.2% del total de parque de vivienda”, remarcó en la carta.
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