Los trabajadores de la industria metalúrgica alemana ponen fin a la huelga al lograr una subida salarial del 5,5% hasta 2026
Los empleados con hijos menores de 12 años podrán elegir entre subidas de sueldos o más días libres
En medio de una fuerte crisis que azota a la industria alemana, la patronal y el poderoso sindicato IG Metall alcanzaron finalmente un acuerdo salarial para los casi cuatro millones de trabajadores de la industria metalúrgica alemana tras varias semanas de huelgas en el sector. La decisión se tomó en una maratoniana reunión de 18 horas celebrada en Hamburgo, en el norte del país, entre los líderes sindicales y los empresarios de la industria metalúrgica y eléctrica, la más importante del país.
Según el acuerdo alcanzado, los sueldos y salarios de los trabajadores del sector aumentarán en dos etapas: un 2% el 1 de abril de 2025 y un 3,1% el 1 de abril de 2026. Además, muchos de los trabajadores también podrán elegir entre más dinero o tener más días libres en caso de hijos menores de 12 años (antes eran menores de 8 años), tener a su cargo a una persona dependiente o los que tengan trabajos por turnos.
Formalmente, el convenio piloto fue alcanzado por los líderes sindicales de las zonas del norte y de Baviera, pero se aplicará también al resto del país, afectando a los aproximadamente 3,9 millones de empleados. La dirección del sindicato había encargado a los dos distritos que encontraran una solución al conflicto salarial para todo el país.
“Hemos conseguido un resultado sólido para los empleados en tiempos difíciles. El resultado es muy respetable”, indicó la presidenta de IG Metall, Christiane Benner. Mientras, el presidente de la patronal Gesamtmetall, Stefan Wolf, explicó que las negociaciones habían sido especialmente difíciles debido a la recesión. “No hay motivos reales para la euforia”, declaró. La posibilidad de huelgas más largas, con las que el IG Metall había amenazado en caso de fracaso, habrían causado más daños.
Junto con el incremento salarial habrá un pago único de 600 euros que deberá abonarse como muy tarde en febrero de 2025. Mientras, los complementos de formación aumentarán 140 euros a partir del 1 de enero de 2025 y otro 3,1% a partir del 1 de abril de 2026. El convenio colectivo tendrá una vigencia de 25 meses, hasta finales de octubre de 2026.
“Hemos logrado alcanzar un acuerdo que refuerza el poder adquisitivo de los empleados en un momento de empeoramiento de la situación económica”, explicó Daniel Friedrich, negociador jefe y responsable de IG Metall en el norte del país. “Como parte del convenio colectivo, asumimos nuestra responsabilidad y damos estabilidad a los empleados y a las empresas en tiempos inciertos”.
Por su parte, el responsable de IG Metall en Baviera, Horst Ott, destacó “los buenos resultados” logrados en todas las cuestiones de esta cuarta ronda de negociación colectiva. La última vez que se alcanzó un acuerdo piloto en la cuarta ronda de negociaciones fue en 2015.
Para la patronal se trata de un acuerdo “casi aceptable en tiempos difíciles”, según declaró Lena Ströbele, de Nordmetall, al mismo tiempo que reconoció que había sido “una dura lucha hasta el final”. “Esperamos que esto también envíe una señal a los políticos de que los compromisos son a veces dolorosos, pero posibles”, añadió Angelique Renkhoff-Mücke, de la asociación de la industria metalúrgica y eléctrica de Baviera vbm.
El sindicato había pedido a sus afiliados en cientos de empresas que realizaran huelgas de varias horas a partir del 29 de octubre para lograr un incremento salarial para poder hacer frente, entre otras cosas, al aumento del coste de la vida. Más de 600.000 personas participaron en estas huelgas a lo largo de dos semanas, según datos del sindicato. IG Metall había exigido un aumento salarial del 7% en un periodo de doce meses, así como más flexibilidad en los horarios de trabajo. La patronal había ofrecido recientemente un aumento salarial en dos etapas del 3,6% en un periodo de 25 meses y había pedido moderación recordando que los sectores afectados se enfrentan a una recesión y, en muchos casos, incluso a una crisis estructural.
“Evidentemente, IG-Metall ha dado marcha atrás en sus elevadas exigencias iniciales debido a la recesión en curso en el sector y los acusados problemas de la industria automotriz”, explicó en la televisión pública alemana ZDF, el economista jefe del Banco Comercial de Hamburgo, Cyrus de la Rubia. En su opinión se trata de un acuerdo salarial “razonable” en el que es posible que haya influido la victoria electoral de Donal Trump.
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