Muere Josep Ferrer Sala, copresidente de honor de Freixenet y motor de su expansión mundial
El empresario, de 99 años, tuvo una destacada trayectoria al frente de la compañía y fue el impulsor de ideas como el Carta Nevada o la publicidad de las burbujas
El copresidente de honor de Freixenet Josep Ferrer Sala ha fallecido a los 99 años, según ha informado la bodega en un comunicado hecho público este miércoles. Ferrer Sala llevaba dos décadas apartado de los despachos de decisión de la popular firma de espumosos, pero mientras llevó las riendas jugó un papel decisivo en la internacionalización del producto, “llegando a ser el gran artífice de Freixenet y situando la marca como líder mundial del cava”, reconoce la compañía. De su mano llegó el salto internacional de Freixenet y la popularización de sus botellas a través de virales campañas de publicidad, como la de las Burbujas de Navidad.
Ferrer Sala nació en Sant Sadurní d’Anoia (Barcelona) en 1925 y trabajó en la compañía más de 70 años. Durante su carrera, contribuyó a la modernización de Freixenet, una empresa que tiene sus raíces en 1861, en un modesto negocio de comercialización de vino que arrancó su bisabuelo. Ferrer Sala llegó a ser director general de la compañía a partir de 1959 y se convirtió en presidente en 1978.
La empresa ha destacado que bajo su liderazgo se modernizó el área de producción, amplió la bodega, impulsó las ventas y, “en especial, la expansión internacional”. Ferrer Sala había contado que siempre tuvo claro que, para crecer, la marca necesitaba poner su mirada en otros países. Revelaba que durante sus viajes por el extranjero para encontrar nuevos mercados, a veces de la mano de sus esposa Glòria Noguer, usaba un método práctico para convencer de las virtudes de su producto: “Pruébelo y ya me dirá qué le parece”, retaba a los distribuidores, cuando mostraban sus recelos por la penetración que pudiera llegar a tener un espumoso que no fuera francés.
El impulso del Carta Nevada, el popular cava de botella glaseada, es uno de los éxitos que lucen en la trayectoria profesional de Ferrer Sala. En 1999 se retiró del día a día de la empresa, aunque siguió formando parte del Consejo de Sabios de Freixenet junto a sus hermanas, y en 2018 “tuvo un importante rol en la alianza entre Henkell y Freixenet”.
Empresario muy popular en el Penedès, ejerció el mecenazgo a través de colaboraciones con el Teatre del Liceu o el Palau de la Música en Barcelona, y con el club de hockey patines Noia Freixenet, en Sant Sadurní.
Su hijo Pere Ferrer es vicepresidente y co-consejero delegado de Freixenet y José Luís Bonet, sobrino de Ferrer Sala, es copresidente de honor de la compañía.
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