Más de la mitad de los arquitectos asegura cobrar menos de 29.000 euros al año, según el sindicato del sector

Las dificultades de acceso a la vivienda están centrando estos días el debate público. La construcción de viviendas, que según el Banco de España está por debajo de lo necesario para satisfacer la demanda existente, es uno de los vectores de esta problemática, según muchos de los expertos. De hecho, esta circunstancia podría estar, en parte, detrás de la baja facturación que declaran tener más de la mitad de los arquitectos. En concreto, el último estudio realizado por el Sindicato de Arquitectos (SARQ) sobre la situación del sector apunta a que más de la mitad de estos profesionales (el 55%) encuestados tiene ingresos por debajo del mínimo estipulado en su convenio nacional de referencia: que asciende a 28.664 euros brutos anuales (1.570 euros al mes en 14 pagas).

Según estos datos, otro 25% de los arquitectos consultados tiene ganancias de entre 28.000 y 39.000 euros anuales (entre 2.500 y 2.785 euros mensuales en 14 pagas); y otro 20% gana más de 39.000 euros anuales. Sin embargo, más allá de las condiciones salariales, este V Estudio sobre el sector de la arquitectura —que analiza desde 2010 la situación laboral del colectivo— muestra una clara mejora de la calidad del empleo en estas actividades, que incluyen también las relacionadas con el urbanismo.

Por el contrario, en la banda salarial más baja (menos del salario mínimo interprofesional, que en 2024 asciende a 15.876 euros anuales) se encuentran el 14% de los encuestados. Y en este grupo se ubican mayoritariamente perfiles que trabajan por cuenta propia (el 49% de quienes tienen estos ingresos) y los menores de 40 años (el 71%).

Así lo indican las cifras presentadas este miércoles por el único sindicato sectorial de esta profesión y que son fruto de una encuesta a casi 900 profesionales de la arquitectura. La mejora más llamativa en el empleo de los arquitectos en los últimos diez años (la última edición previa de este informe se realizó en 2014) consiste en el desplome del uso de la figura del falso autónomo.

En 2011, más de uno de cada tres arquitectos (el 37%) estaba dado de alta como trabajador por cuenta propia y se pagaba sus cotizaciones, pero, en realidad, trabajaba mayoritariamente para un único empleador. Esta figura irregular ha caído drásticamente hasta representar solo el 3,4% del empleo en el sector en 2024. Si bien los efectos del uso de esta modalidad laboral hace que el 45% de los encuestados declare haber sido falso autónomo en algún momento de su vida laboral. En cualquier caso, actualmente seis de cada diez arquitectos son asalariados y, dentro de esta categoría, el 10% del total del colectivo trabaja para las distintas administraciones públicas. El 19% son autónomos; el 3,4% antes citado, son falsos autónomos; el 2,2%, becarios, y los 2,8% restantes autónomos, mayoritariamente dependientes de un solo empleador.

Menor desempleo

El otro dato significativo que refleja una mayor calidad de la fotografía laboral de los arquitectos es que, en la actualidad, solo un 7,2% está desempleado, cobrando menos del salario mínimo interprofesional o en situación irregular. Mientras que en el lado negativo de esta evaluación, el 70% de los arquitectos ha normalizado la realización de horas extra en sus jornadas laborales, y tres de cada cuatro (el 74%) ha sufrido síntomas de enfermedad física o mental relacionadas con la profesión.

Para la secretaria general del Sindicato de arquitectos (SARQ), Alexia Maniega, las mejoras laborales operadas en este sector de actividad, tras el éxodo masivo fuera de España que experimentó la profesión tras la explosión de la burbuja inmobiliaria y la crisis de 2008, obedecen en gran parte a la inclusión del sector en el Convenio de Ingenierías y Oficinas Técnicas en 2013. “Pasar a tener un convenio sectorial ha sido de vital importancia, porque con anterioridad los profesionales de la arquitectura no tenían una norma de referencia”, ha destacado Paniega. Sin bien, el estudio destaca que el 88% de los encuestados no están sindicados.

Pese a los cambios a mejor experimentados por la situación laboral de los arquitectos, aún hay un elevado porcentaje de ellos (el 38% de los consultados) a los que no les importaría irse fuera de España a trabajar. A este colectivo se suman el 8,6% de los profesionales que actualmente residen en el extranjero, aunque este porcentaje es ligeramente inferior al 12% de 2013.

De los arquitectos que emigraron en años anteriores, solo uno de cada cuatro ha vuelto y un 23,5% dice que lo hará en cuanto tenga la oportunidad. Pero otro 25% no se plantea regresar a España y el 16%, no lo hará en el corto plazo.