Álvarez (UGT): “Reducir la jornada laboral no es ningún drama”

El secretario general de UGT, Pepe Álvarez, se ha mostrado convencido de que los sindicatos ganarán la batalla social para la reducción de la jornada laboral. El líder sindical ha manifestado que trabajar menos horas no es “ningún drama”, como no lo ha sido subir el salario mínimo o garantizar las vacaciones. Álvarez ha analizado los retos sindicales de este año durante un encuentro con sindicalistas celebrado este martes en Granada en el que ha adelantado que septiembre estará marcado por la movilización social para acercar la reducción de la jornada laboral.

El secretario general de UGT ha ejemplificado la necesidad de aprobar esa reducción de la jornada con la manera “inhumana” de trabajar en el sector del turismo, especialmente en la hostelería, y ha apostado por cambios que permitan dignificar su trabajo. Ha adelantado que los sindicatos comenzarán en septiembre una campaña para concienciar a la masa social de los beneficios de esta reducción de la jornada, un paso previo a las negociaciones políticas y las posibles movilizaciones.

“La coyuntura política no es fácil, aprobar reformas legislativas no es fácil, pero lo vamos a intentar”, ha recalcado Álvarez, que ha confiado en que cuando esa reforma sea un sentimiento de toda la sociedad que tenga su repercusión en el voto, los políticos tendrán en cuenta las demandas laborales.

“Reducir la jornada no es ningún drama, como no lo fue la subida del Salario Mínimo Interprofesional (SMI), que iba a traer todas las plagas y males conocidos y algunos sin conocer. Será un instrumento de progreso y mejora de la productividad”, ha asegurado el secretario general del UGT.

Según Álvarez, la reducción de la jornada es una de las preguntas recurrentes de trabajadores del comercio, la hostelería o de jornaleros, por lo que UGT buscará elevar el nivel de conocimiento social y contraponer sus argumentos a los del empresariado.

“Nunca quieren hacer nada”, ha resumido Álvarez, quien ha dicho que a la patronal de España no le parece bien ninguna medida y que su respuesta ante cualquier reforma siempre es “que esto se hunde”.

Ha puesto como ejemplo el rechazo al actual sistema de vacaciones, cuando el empresariado se negaba a pagar por el descanso del personal, igual que ahora no quieren mantener sueldos por menos horas de trabajo.

Álvarez también ha abordado el coste del despido y ha aplaudido que el Comité Europeo de Derechos Sociales (CEDS) aprobase que no se tenga en cuenta solo el tiempo trabajado para valorar otras cuestiones como las alternativas laborales del despedido, cómo queda la persona o sus cargas.

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