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Los accidentes laborales por el calor se dispararon un 24% el año pasado

Un estudio del sindicato UGT advierte del aumento de estos sucesos, aunque cree que las estadísticas oficiales no recogen una parte importantísima del problema

efectos del calor en el trabajo
Obreros trabajando en la construcción de un edificio de viviendas de Sevilla, en agosto de 2020PACO PUENTES (EL PAÍS)
Emilio Sánchez Hidalgo

En 2023 hubo 199 accidentes laborales con baja por calor e insolación, un 27% más que un año antes. También experimentaron un impulso importante los accidentes causados por temperaturas extremas, luz y radiación, del 18%, hasta 105 episodios de este tipo. La suma de estos dos epígrafes tan parecidos, que diferencia el Ministerio de Trabajo, significa que las incidencias relacionadas con el calor crecieron en 2023 un 24%, según los datos de un estudio sobre accidentalidad laboral difundido este lunes por el sindicato UGT. “El cambio climático ya está aquí. Es una realidad que ya está influyendo en las condiciones de trabajo: temperaturas extremas que provocan olas de calor cada vez más frecuentes e intensas, las olas de frío como Filomena, los episodios de polvo sahariano... Todos ellos afectan sin duda a aquellas personas que trabajan a la intemperie”, reflexiona el sindicato.

UGT recuerda que el verano de 2023 fue uno de los más cálidos desde que hay registros, “lo que provocó que 3.009 personas murieran [en España] por el exceso de temperatura, contabilizándose un 66% de las mismas durante el mes de agosto”. Pero, a su vez, el sindicato denuncia que los datos del Ministerio de Trabajo no recogen la verdadera dimensión del problema, ya que solo notifican cuatro fallecimientos por estas causas. “En prensa hemos localizado más [decesos] de los registrados en las cifras oficiales. Debemos seguir denunciando la infradeclaración de este tipo de accidente de trabajo y la necesidad de modificar su comunicación para que se ajuste mejor a la nueva realidad climática”, indica el informe. Solo así, continúa UGT, “se podrá conocer la magnitud del efecto sobre la salud de la exposición a altas temperaturas en el entorno laboral”.

Para corregir el problema, el sindicato reclama a las empresas el cumplimiento de la legislación sobre prevención de riesgos laborales, en especial para aquellos trabajos que se desarrollen al aire libre. “Igualmente, proponemos la negociación de protocolos para prevenir los efectos del calor sobre la salud, entre las empresas y la representación legal de los trabajadores, e instamos al cumplimiento de la jornada intensiva de verano, si así lo tienen recogido en sus calendarios laborales o convenios colectivos”, añade el estudio.

Más accidentes entre temporales y fijos discontinuos

Los datos recopilados por UGT también muestran que los empleados con contrato indefinido trabajan con mayor seguridad que aquellos con una relación laboral temporal o fija discontinua. Entre los indefinidos a tiempo completo hubo en 2023 una incidencia de 3.187 accidentes por cada 100.000 asalariados. Esa cifra contrasta con los 4.257 accidentes por cada 100.000 trabajadores temporales con jornada completa o los 4.604 de los fijos discontinuos. Es decir, que los empleados con peores condiciones laborales sufren en torno a un 30% más de accidentes que los indefinidos.

Esas cifras vienen a consolidar una tendencia que ya se venía registrando desde la reforma laboral: la accidentalidad que antes monopolizaba el contrato temporal ahora se reparte con los fijos discontinuos. Para ponerlo en contexto, en 2019 la tasa de accidentes por cada 100.000 asalariados estaba en 3.959 para los fijos discontinuos y en 6.195 para los temporales. Ahora, el registro de los fijos discontinuos supera por poco a los temporales.

“Por primera vez desde 2013, las personas asalariadas con contrato indefinido con la modalidad de fijo discontinuo registran una incidencia superior a aquellas personas asalariadas con contrato temporal a tiempo completo”, apunta UGT en su estudio. El análisis del sindicato es que, “debido al aumento de la contratación de fijo discontinuo y la reducción de la contratación temporal, derivada de la última reforma laboral, es posible que se esté produciendo un traslado de la siniestralidad desde la contratación temporal hacia la de tipo fijo discontinuo”. Aunque matizan que se trata solo de una hipótesis: “Es precipitado dar por sentado este supuesto y debemos esperar a analizar la serie con futuros datos”.

La reforma laboral, aprobada a finales de 2021, ha hundido la proporción de contratos temporales respecto al total por la eliminación del de obra y servicio. A la vez ha impulsado la modalidad del fijo discontinuo. Este tipo de contrato ya existía, pero se utilizaba menos que ahora. Con este tipo de relación laboral el empleado tiene la garantía de volver tras los periodos de inactividad, cuando no cobra, pero sí puede recibir la prestación por desempleo.

La mayoría de los temporales se han convertido en indefinidos a tiempo completo, como indican las cifras de la EPA: antes de la reforma laboral, el 25% de los ocupados eran temporales, cuando ahora son un 16%. A la vez, los indefinidos han pasado del 72% al 80%, mientras que los fijos discontinuos eran el 2,2% y ahora el 3,6%.

El análisis de UGT también diferencia la accidentalidad a tiempo parcial, muy inferior a la de tiempo completo tanto en las relaciones indefinidas como en las temporales. La hipótesis del sindicato es que, al trabajar menos horas, hay una menor exposición a los riesgos laborales, lo que deriva a su vez en menos accidentes. Los estudios específicos al respecto demuestran que las jornadas más largas están relacionadas con una mayor probabilidad de sufrir accidentes.

“Es preciso referir que factores como la temporalidad, la parcialidad involuntaria, la prolongación de la jornada laboral, la inseguridad laboral o unas malas condiciones de trabajo, influyen en la siniestralidad laboral. Es conocido que unas malas condiciones de trabajo influyen negativamente en los trabajadores pudiendo afectar a su salud, bien generando enfermedades o provocando un aumento en la siniestralidad laboral. Por ello, es muy importante poner el acento en la consecución de trabajos decentes y dignos”, añade UGT en las conclusiones de su estudio, en el que reclama la reforma de la Ley de Prevención de Riesgos Laborales, un diálogo que agentes sociales y Gobierno mantienen abierto desde febrero.

Menos muertes, más que en Europa

El estudio del sindicato indica que en 2023 se registraron 762 accidentes mortales, 108 menos respecto a 2022, una caída del 12,4%. “Aunque las cifras han descendido, continúan siendo muy elevadas para una sociedad como la nuestra. Al día mueren dos personas trabajadoras y esto podría evitarse, sin duda, si las empresas cumplieran a rajatabla con la normativa en materia de prevención de riesgos laborales de nuestro país”, añade UGT.

Estas declaraciones conectan con la comparación europea, en la que España no puede presumir respecto a sus vecinos. La incidencia de los accidentes mortales en la Unión Europea es de 1,76 por cada 100.000 trabajadores, mientras que en España se sitúa en 1,93. Está en una posición mucho mejor que la de Letonia (4,29), Lituania (3,75), Malta (3,34) o Francia (3,32), los países con peores datos, pero queda lejísimos de los que menos siniestralidad sufren: Países Bajos (0,33), Grecia (0,58), Suiza (0,75) o Finlandia (0,75). Estas cifras de Eurostat corresponden a 2021, así que no captan la incidencia de la reforma laboral en la mortalidad del trabajo en España, pero sí tienen valor comparativo.

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Sobre la firma

Emilio Sánchez Hidalgo
Redactor de Economía. Empezó su trayectoria en EL PAÍS en 2016 en Verne y se incorporó a Sociedad con el estallido del coronavirus, en 2020. Ha cubierto la erupción en La Palma y ha participado en la investigación de la pederastia en la Iglesia. Antes trabajó en la Cadena SER, en el diario AS y en medios locales de su ciudad, Alcalá de Henares.
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