Los sindicatos acusan a la CEOE de alargar artificialmente la negociación para reducir la jornada laboral
UGT y CC OO respaldan a Yolanda Díaz para cerrar la reforma antes de verano
La negociación colectiva por el recorte de la jornada laboral a 37,5 horas semanales se caldea. Si el martes el presidente de la CEOE, Antonio Garamendi, retó a la vicepresidenta segunda del Gobierno y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, a presentar la ley de recorte de jornada sin la firma de los empresarios, este jueves tanto el secretario general de UGT, Pepe Álvarez, como el de CC OO, Unai Sordo, han acusado a la patronal de prolongar artificialmente la negociación colectiva, especulando con que en otoño se convoquen elecciones generales anticipadas y el proyecto, por tanto, decaiga.
“Tengo la intuición de que CEOE quiere demorar los tiempos, esperando a ver si llega el otoño, con la presentación de los presupuestos, se enreda la situación en Cataluña y hay un adelanto electoral y no hay reducción de la jornada laboral”, ha asegurado Sordo en el marco del curso de verano organizado esta semana por la Asociación de Periodistas de Información Económica (APIE) y la Universidad Internacional Menéndez Pelayo: “Emplazaría a la CEOE a que no especule con la política de nuestro país y ponga en valor las negociaciones”.
Álvarez, por su parte, ha acusado a la patronal de introducir “ruido y humo” en la negociación “con mala intención”, aludiendo al pronóstico que hizo el martes Garamendi de que si se modifica mucho la jornada laboral, el próximo Gobierno lo cambiaría. “Los invito a estar en la mesa, cerrar un acuerdo con las organizaciones sindicales y el Gobierno. La vicepresidenta estará más contenta con un pacto a que vaya a un proceso legislativo sin CEOE. No es fácil con la actual mayoría parlamentaria llevar estar reforma y un pacto debería animar al PP a que no nos haga como con la reforma laboral”, ha afirmado.
“Hay una cierta retroalimentación”, ha descrito el secretario general de UGT. “A Garamendi le gusta subir el tono con la vicepresidenta y ella entra a la batalla. Las organizaciones sindicales tenemos que mantener el tono”. Ante las acusaciones del presidente de la patronal, ha respaldado a Díaz y ha asegurado que el Gobierno ha dejado a los actores sociales “un tiempo razonable”, que para los sindicatos es culminar las negociaciones en este mes de junio.
Sordo se ha referido a la acusación de Garamendi de que la vicepresidenta ha trocado el diálogo social en un “monólogo social”. Recuerda que en el ámbito de la reducción de jornada tienen dos mesas de negociación, una tripartita, con el Gobierno, y otra tripartita, de solo los agentes sociales. Ha acusado a la CEOE de no moverse de su primer paquete de medidas propuestas, lo que sí ha descrito como un “monólgo social”.
En este aspecto, también ha estado en línea con lo expresado por su homólogo de UGT. Ha exhortado a que este es el momento de reducir la jornada laboral a las consignadas 37,5 horas semanales, pero ha puesto el objetivo a largo plazo en alcanzar las 32 horas semanales repartidas en cuatro días de trabajo a la semana y tres de ocio.
A Garamendi tampoco le habían gustado unas declaraciones de la vicepresidenta del propio martes, en las que afirmaba que el Ejecutivo trabajará “a velocidad de crucero” en la negociación para presentar la norma antes de verano. En cualquier caso, tanto la patronal como los sindicatos se han emplazado a seguir conversando y ninguna de las partes ha llegado siquiera a amenazar con levantarse de la mesa. Garamendi ha afirmado que va a seguir trabajando sobre asuntos como el cómputo de las horas extras o medidas de flexibilidad, si bien ha aclarado que considera que el ámbito de estas conversaciones deberían tratarse en el marco de los convenios sectoriales.
Precisamente, la posibilidad de aumentar el control sobre las horas extraordinarias e incrementar las sanciones a las empresas que incumplan la ley en esta cuestión —el Gobierno ha barajado la posibilidad de imponer multas individuales por cada trabajador con el que no se respete la norma en lugar de las sanciones conjuntas que existen ahora—, a cambio de un incremento moderado del tope máximo legal de horas extraordinarias que se pueden realizar (ahora 80 anuales), se ha perfilado como uno de los caminos posibles hacia el acuerdo entre todas las partes.
Este asunto ha dividido a los sindicatos, puesto que CC OO se niega a abordar un incremento de las horas extra. Este jueves, sin embargo, y ante las recientes declaraciones sobre Garamendi, ni Álvarez ni Sordo se han referido a este asunto y han optado por cerrar filas y colocarse detrás de Díaz.
Recargo en sociedades
Paralelamente, Sordo ha lanzado la propuesta de elevar el pago del impuesto de sociedades a las empresas con más divergencia retributiva entre sus empleados y sus directivos. Ha criticado que la retribución de los consejeros delegados del Ibex 35 esté 90 veces por encima de los salarios medios de sus plantillas. También ha criticado que los miembros del consejo de administración cobren 20 veces más que los empleados. Según el representante sindical, esto puede ser un incentivo para tomar “malas decisiones” en la gestión de las empresas. Ha sostenido que el sindicato está trabajando en esta medida y que la planteará, con su detalle, en los próximos meses.
Sigue toda la información de Economía y Negocios en Facebook y X, o en nuestra newsletter semanal
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.