El sector hortofrutícola, entre dos fuegos
Los productores alertan de más de 200 entradas de productos provenientes de países no comunitarios con residuos de fitosanitarios no autorizados o que superan el máximo de residuos de otros permitidos
El sector de frutas y hortalizas, clave en la producción agrícola y líder en las exportaciones, ha elevado la alerta ante el fuerte incremento de las importaciones debido a la insuficiencia de los mecanismos de protección vía precios de entrada. Las organizaciones agrarias, entre las que se encuentran Unió en la Comunidad Valenciana, la Asociación Valenciana de Agricultores (AVA), a nivel estatal COAG, el Comité de Gestión de Cítricos y la patronal Federación de Productores y Exportadores de Frutas y Hortalizas (Fepex), entre otros, han apuntado también contra el elevado incumplimiento en la calidad de los productos importados desde terceros países. Las entidades resaltan que parte de estos productos son tratados con sustancias fitosanitarias no autorizadas por la Unión Europea o, en el caso de los tratamientos permitidos por Bruselas, contienen residuos por encima de los límites máximos. Frente a esta avalancha de importaciones, los agricultores reclaman a las industrias el pago de unos precios que cubran los costes de producción y vigilar el etiquetado de origen.
Datos de la Unió señalan que el sistema europeo de alimentos, RASFF, detectó solo en el pasado mes de marzo hasta 86 casos de productos hortofrutícolas procedentes de terceros países con residuos de materias activas no autorizadas o con residuos de productos por encima de los límites establecidos. Esto supone un 48% más que lo registrado por las autoridades comunitarias durante el mes de febrero. Cuando se considera la estadística del primer trimestre del año, este tipo de alertas se disparó un 90% más que en 2022 gracias a pesquisas a envíos procedentes de Egipto, Turquía, Marruecos y Estados Unidos.
Esta organización agraria denuncia en el plano local que solo en el mes de abril se han producido en España tres requisas de almendras importadas desde Estados Unidos que contenían aflatoxinas, un residuo peligroso para la salud. El dato no es menor: el 80% de las importaciones de ese fruto, casi 81.000 toneladas, que llegan a España tienen origen estadounidense. La utilización de este tipo de productos agroquímicos les permite producir más y a menor coste, lo que les coloca en una posición de mayor competitividad, si no existe un adecuado control a la hora de su comercialización sobre sus niveles de residuos o simplemente por haber utilizado productos no autorizados en el marco comunitario.
Por su lado, la Asociación Valenciana de Agricultores señala también la necesidad de controlar la entrada de los cítricos procedentes de Sudáfrica, ya que, apuntan, se han detectado numerosos casos de envíos afectados por la “mancha negra”, una enfermedad provocada por hongos. Esto, afirman desde la entidad, supone un riesgo para el cultivo local, puesto que puede generar una reducción tanto en la calidad como en la cantidad de la fruta. Los productores señalan que, en el caso de los cítricos, el ingreso se produce al mercado español se produce desde otros países comunitarios y no directo a través de la frontera española. Así se repite el caso de la miel china adulterada que hace unos años era rechazada en los puertos locales, mientras accedía a España vía otros países comunitarios del este y muy especialmente vía Portugal.
Alza de las importaciones
Según los datos manejados por Fepex, las importaciones de frutas y hortalizas a España ascendieron en el último año a 4,1 millones de toneladas, lo que representa un incremento del 7% sobre la campaña anterior. Sin embargo, en la última década, las entradas se han incrementado en una media del 64%, con un aumento del 33% en las entradas desde otros países comunitarios y del 110% desde terceros países. En el caso comunitario, destacan las entradas de un millón de toneladas desde Francia, de las que más de 800.000 son de patata de conservación, 340.000 de Portugal y 160.000 de Italia. En cuanto a los países fuera del mercado único, la patronal señala el ingreso de más de 500.000 toneladas de Marruecos y cantidades inferiores de Egipto o Turquía. Al mismo tiempo, las exportaciones desde España se redujeron en el mismo periodo un 6% hasta los 11,3 millones de toneladas
En una línea similar se manifestó en los últimos días el Comité Mixto del sector compuesto por organizaciones de España, Francia, Italia y Portugal. En este caso, las entidades pusieron su atención en las importaciones de tomate desde Marruecos, que alcanzan las 700.000 toneladas a la Unión Europea y Reino Unido. En particular, España redujo a la mitad sus ventas a solo 60.000 toneladas.
Frente a esta situación, desde la patronal se reclama una renegociación de los vigentes acuerdos con terceros países para adaptar los mismos a las actuales reglas de juego de la Organización Mundial de Comercio y que se igualen en el cumplimiento de la cláusula espejo. En la misma línea se pide una modificación del método de cálculo en los valores a la hora de fijar el precio en las importaciones.
A la vista de estos datos, desde el sector se reclaman medidas más eficaces para la detección de plagas en frontera, tanto por sus efectos negativos sobre las producciones interiores, como por sus posibles efectos sobre la salud de los consumidores. Los agricultores lamentan que Bruselas sea tremendamente exigente en el uso de este tipo de productos que suponen un incremento de costes, menos producción y con ello menos competitividad, mientras no aplican las mismas reglas en el caso de las importaciones. En esa dirección, se reclama un aumento del 50% en los controles oficiales de los productos importados, así como una mayor unificación.
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