Solo 32 empresas cotizadas mundiales alcanzan el equilibrio de género

La igualdad en los centros de trabajo progresa, pero a unos ritmos mucho más lentos de lo que debería, según Diana van Maasdijk, directora general de Equileap, y siempre a golpe de regulación y políticas de transparencia impulsadas por los gobiernos para que estos avances sean realidad, destaca. Del estudio anual que realiza la compañía proveedora de datos de equidad de género entre las 3.795 empresas con una capitalización superior a los 2.000 millones de dólares que cotizan en los 27 principales mercados bursátiles mundiales, únicamente 32 han alcanzado el equilibrio en todos los niveles jerárquicos de la organización y solo 41 han cerrado la brecha salarial que separa a mujeres y hombres.

Las féminas ocupan de media una tercera parte de los sillones de mando en sus consejos de administración, un 22% de los puestos ejecutivos y un 27% en los cargos de alta dirección. Solo un 7% de las consejeras delegadas globales son mujeres, un 9% de las presidentas y únicamente en 15 empresas son ellas las que ejercen los tres principales cargos de poder. “Francia, Noruega e Italia lideran el camino hacia el equilibrio de género, todos ellos con cuotas de género obligatorias”, señala el estudio.

Francia encabeza el Ranking de Igualdad de Género 2024, con una puntuación del 57% en la veintena de indicadores que evalúa Equileap. Le sigue España, con el 56% y por delante del Reino Unido, Noruega y Países Bajos, que coinciden con el 54%. Nuestro país destaca en esta clasificación gracias a su nivel de transparencia a la hora de divulgar información y a algunas de las prácticas que mide la consultora: es el único Estado donde todas las empresas analizadas reportan datos sobre la brecha salarial de género y también es el único en el que el 95% de las compañías publican sus políticas contra el acoso sexual, resalta Van Maasdijk. Igualmente, el 95% de las organizaciones patrias ofrecen horarios flexibles y sobresalen en que cuentan con unos permisos parentales que figuran entre los mejores del mundo.

En las 41 cotizadas españolas evaluadas, las mujeres ocupan el 38% de los puestos en los consejos, el 20% de los cargos ejecutivos y el 26% de la alta dirección. Sin embargo, al frente de ellas todavía hay más hombres llamados José María, Juan o Antonio que mujeres: dos nombres masculinos de cada por solo una consejera delegada.

Aunque ninguna empresa doméstica ha alcanzado el equilibrio de género, cinco figuran entre las 100 mejores del mundo en equidad. Son Aena, Enagás, Redeia, Iberdrola y BBVA. Otras cinco (Rovi, Santander, Ebro Foods, Bankinter y Telefónica) les siguen entre los puestos 125 y 235. Las compañías que encabezan la clasificación global son la australiana Transurban, la noruega Storebrand, las británicas Diageo y National Grid y otra australiana: GPT Group. La nota media de las cien mejores empresas ha pasado del 69% al 71% entre 2023 y 2024. Lideran el ranking las firmas australianas, en tanto que las estadounidenses se sitúan en el pelotón de cola (y eso que su representación es de 1.500 empresas sobre las 3.795 mundiales en lugar de 200).

Aunque 13 corporaciones más que el año pasado han cerrado la brecha salarial de género, el 67% de las cotizadas internacionales sigue ocultando la información sobre las disparidades retributivas entre hombres y mujeres. Y solo un 14% del total ha publicado una estrategia para corregir ese gap. “La brecha salarial de género es una de las cosas que genera más incomodidad a las empresas. Se dan cuenta de que los hombres ganan más, pero les parece muy difícil reconocer esta inequidad, algo que admitirían si desplegasen una estrategia para cerrar el desajuste y por eso no lo hacen. Esta es una de las injusticias más grandes del mundo”, opina Van Maasdijk.

La legislación sigue desempeñando un papel vital para fomentar la igualdad. La directora general de Equileap señala que en los tres últimos años, desde que muchos gobiernos han decidido reforzar sus normativas para el avance de la mujer en los centros de poder, los cambios han sido más rápidos. Y pone como ejemplo la política de divulgación de la brecha salarial en España, que también se ha introducido en Australia y en Japón (país en el que las empresas que reportan han pasado del 8% de 2023 al 58% de 2024) o la aprobación por parte del Parlamento Europeo de la directiva sobre transparencia salarial de género. Al tiempo que llama la atención sobre los obstáculos a este progreso femenino, cuyo punto neurálgico sitúa en Estados Unidos, donde las compañías están recortando sus políticas de diversidad después de que el Tribunal Supremo del país rechazase la discriminación positiva en la admisión a las universidades y los movimientos conservadores intensifiquen sus ataques contra la equidad de género.

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