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Draghi avisa a la UE: “Europa necesita una enorme cantidad de dinero a corto plazo para ser competitiva”

El expresidente del BCE prepara un informe para la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen

Christine Lagarde y Mario Draghi
El ex primer ministro italiano, Mario Draghi, junto a la presidenta del Banco Central Europeo, Christine Lagarde, en la celebración del 25 aniversario del organismo el año pasado.KAI PFAFFENBACH (REUTERS)
Manuel V. Gómez

La Unión Europea (UE) anda señalando sus objetivos políticos para la siguiente legislatura. La geopolítica ha impuesto ya uno, la Seguridad y la Defensa. Otro es la competitividad y la necesidad de no quedarse atrás frente a los dos grandes gigantes del mundo actual, China y Estados Unidos. El expresidente del BCE, Mario Draghi, está diseñando el plan con que afrontar este reto, y aunque el diseño definitivo no llegará hasta finales de junio, ya ha advertido de que para desplegarlo harán falta muchos recursos: “Tendremos que invertir una cantidad enorme en un plazo relativamente corto en Europa. Y espero con impaciencia este debate para saber qué piensan y preparan los ministros de Economía sobre cómo financiar estas necesidades de inversión”.

Draghi se ha visto con los ministros porque la presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von der Leyen, le encargó, ya en septiembre pasado, un informe sobre la competitividad en la UE y cómo no perder terreno frente a los gigantes mundiales. Este sábado se celebraba la primera reunión del italiano con los ministros de Finanzas. Hace un par de semanas lo hizo con el colegio de Comisarios. A ellos les ha planteado algunas líneas de trabajo. Apuntan fuentes cercanas al equipo del también ex primer ministro italiano a que hay que movilizar el ahorro europeo igual que lo ha hecho Estados Unidos, un elemento que apunta en la línea que ya se discutió el día anterior: Unión del Mercado de Capitales, uno de esos grandilocuentes objetivos que aparecen en los comunicados finales de muchas reuniones de las instituciones de la Unión pero nunca acaban de ver la luz con la ambición necesaria.

Esa primera vía apunta al dinero procedente del sector privado, pero Draghi no olvida, para nada, el papel público, señalan las mismas fuentes. Este plantea buscar el espacio fiscal que hay en los presupuestos nacionales, más después de la aprobación de la reforma del Plan de Estabilidad y Crecimiento, y también explorar los recursos que se pueden encontrar en el ámbito comunitario (fondo común, deuda conjunta, BEI).

El informe estará listo a finales de junio y, como ha admitido el propio responsable de economía belga, Vincent van Peteghem, es más un plan de trabajo para el próximo ejecutivo de la Unión. “Debemos asegurarnos de que el informe vaya seguido de acciones”, ha recalcado el belga al finalizar el encuentro.

“Cada vez somos más conscientes de que la economía de la UE se enfrenta a graves problemas de competencia que deben abordarse tanto para mantener el crecimiento y el empleo como en el ámbito geopolítico”, ha declarado junto a Van Pethegem el vicepresidente económico de la Comisión, Valdis Dombrovskis. “Cabe esperar que los Estados miembro estén dispuestos a actuar”, ha añadido

Draghi no ha hablado al acabar la reunión. Lo ha hecho antes. En público no ha puesto números a la “enorme cantidad” de dinero necesario, pero sí que lo ha hecho ante los ministros. Ha hablado de una cifra de 500.000 millones al año sin contar defensa o inversiones productivas. La suma final, probablemente, no se aleje mucho de lo que el día anterior apuntó su sucesora. Lagarde habló de que solo para la transición energética y reducir las emisiones un 90%, la UE debía invertir unos 800.000 millones de euros al año desde 2031.

Fuentes próximas al equipo de Draghi apuntan que ha explicado a los ministros que la UE se está quedando rezagada respecto de Estados Unidos y otros competidores en tres aspectos: productividad, crecimiento de PIB y, en consecuencia, PIB per cápita.

En el encuentro habría un consenso amplio en el diagnóstico y en la urgencia de pasar a la acción. Se apunta a la necesidad de reducir los precios de la energía, de rebajar la carga burocrática o de fortalecer el mercado único. Pero conforme se bajan a los detalles aparecen las diferencias entre los Estados miembro ya que no todo ven igual el enfoque de las inversiones públicas en el ámbito nacional ni en el de la Unión.

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Sobre la firma

Manuel V. Gómez
Es corresponsal en Bruselas. Ha desarrollado casi toda su carrera en la sección de Economía de EL PAÍS, donde se ha encargado entre 2008 y 2021 de seguir el mercado laboral español, el sistema de pensiones y el diálogo social. Licenciado en Historia por la Universitat de València, en 2006 cursó el master de periodismo UAM/EL PAÍS.
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