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Siemens Energy saca la tijera tras el rescate: recortará costes en Gamesa por 400 millones

La filial de aerogeneradores, que tiene una parte de su actividad en España, no concreta el impacto de la medida sobre el empleo

El primer ejecutivo de Siemens Energy, Christian Bruch, la semana pasada en Múnich (Alemania).
El primer ejecutivo de Siemens Energy, Christian Bruch, la semana pasada en Múnich (Alemania).LEONHARD SIMON (REUTERS)

Después del rescate, los recortes. El fabricante de aerogeneradores Siemens Gamesa, filial de Siemens Energy, aplicará un tijeretazo de 436 millones de dólares (400 millones de euros) de aquí a 2026 para poder regresar a beneficios ese año tras una larga travesía en el desierto. Así lo ha anunciado la empresa este martes en Hamburgo (Alemania), donde ha celebrado su día del inversor menos de una semana después de que el Estado alemán desvelase su plan de apoyo financiero para mantener a flote la compañía.

El objetivo de los recortes —de los que la empresa no ha aclarado hasta qué punto afectarán al empleo— es “simplificar y optimizar la estructura” de Gamesa, que integraron plenamente en Siemens Energy hace menos de un año a través de una OPA. Los planes pasan, sobre todo, por atajar los problemas en la eólica terrestre, donde más problemas están sufriendo. También en los negocios tradicionales (fabricación de turbinas de gas, redes y transformación industrial), que ganan dinero y en los que los márgenes, lejos de caer, siguen creciendo.

“El cambio de rumbo de Siemens Gamesa sigue siendo nuestra máxima prioridad y ahora tenemos un camino definido y un plan de acción”, ha subrayado el consejero delegado de la empresa, Christian Bruch. En el último ejercicio fiscal (de octubre a octubre), Siemens Energy perdió casi 4.600 millones de euros, seis veces más que en el mismo periodo de 2022. El grueso de esa cifra provino del fabricante español de aerogeneradores, según las cifras desveladas al mercado el miércoles pasado. Una sangría que, según ha deslizado este martes su directora financiera, Maria Ferraro, es “imperativo” cerrar.

En la cita con analistas, Siemens Energy ha calificado de “graves contratiempos” los problemas surgidos en las líneas productivas de Gamesa, que han propiciado su rescate con 7.500 millones en avales públicos, y confía en un “crecimiento rentable” a partir de 2026, cuando debería alcanzar el umbral de rentabilidad. La empresa afirma haber “identificado” ya las “deficiencias” en las turbinas y estar preparando “medidas correctivas”.

A partir de ahora, según ha desvelado el jefe de Siemens Gamesa, Jochen Eickholt, la empresa se centrará en los nichos de mercado de mayor atractivo, huyendo de cualquier riesgo y apostando por aquellos en los que el marco regulatorio es más estable. Simplificarán, además, al máximo su catálogo. Y buscarán ahorros en toda la cadena de suministro de componentes, siendo particularmente “selectivos” en sus decisiones y evitando —a diferencia de lo que ha ocurrido en el pasado— ser “generosa” con disposiciones que a la larga le podían acabar pasando factura. Algo que, de hecho, ya ha sucedido. “En muchos casos, el enfoque estándar que se tenía en torno a la fabricación era hacer todo de forma interna, y creo que hay veces que no tiene sentido”, ha agregado Eickholt.

Advertencia de Navarra

El Gobierno de Navarra, junto con el País Vasco, la comunidad autónoma que tiene más puestos de trabajo en vilo, ha afirmado por boca de su consejero de Industria y Transición Ecológica que “no aceptará la pérdida de ni un solo puesto de trabajo”, aunque sin concretar cómo lo hará. “La empresa habla de futuro, pero, por otro lado, y no obstante lo anterior, Siemens Gamesa anuncia un plan de reducción de costes estructurales de 400 millones de euros, no dando más detalles al respecto”, se ha quejado el responsable de la cartera, Mikel Irujo.

La inquietud en los trabajadores de la empresa en España es importante. También en el Gobierno español, que cuando la semana pasada anunció su disposición a participar en el rescate de Siemens Gamesa dejó caer que el futuro de la empresa es “una prioridad”. “Es una empresa clave”, deslizaba entonces un portavoz del Ministerio de Industria. “Estamos en continuo contacto con los sindicatos con el objetivo de proteger el empleo y las capacidades productivas de las diferentes plantas”. Entonces, los recortes de costes se temían. Hoy, ya son un hecho.

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