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China investiga a varias filiales de Foxconn, el principal fabricante de iPhone

Fuentes cercanas a la tecnológica taiwanesa consideran que se trata de un movimiento político, a apenas tres meses de que se celebren elecciones presidenciales en la isla

China Foxconn iPhone
Una mujer pasa junto al logotipo de Foxconn en el exterior del edificio de la empresa en Taipei, Taiwán.ANN WANG (REUTERS)

Las autoridades fiscales chinas han puesto en marcha varias inspecciones a la tecnológica taiwanesa Foxconn, el mayor fabricante mundial de electrónica por contratos y principal ensamblador de iPhone del planeta. Varias filiales de la compañía se enfrentan a auditorías de sus operaciones en China, y algunas de sus plantas a una investigación sobre el uso del suelo en dos provincias del gigante asiático, según informó el domingo en exclusiva el diario estatal Global Times y ha confirmado este lunes la propia empresa. La firma con sede en Taipéi ha declarado a través de un comunicado que el cumplimiento de la legalidad es uno de sus “principios fundamentales” y que “cooperará activamente con las unidades pertinentes”.

Ningún departamento gubernamental chino ha anunciado oficialmente las auditorías. Sin embargo, Global Times, periódico que trasmite a diario los mensajes del Partido Comunista, informa de que las autoridades fiscales han realizado inspecciones en filiales clave de Foxconn en las provincias de Cantón (sur) y Jiangsu (este), al considerar que son “sospechosas de violar las regulaciones locales”. Además, el departamento de Recursos Naturales ha llevado a cabo indagaciones in situ sobre el uso del suelo de las sucursales en Hubei y Henan, ambas en el centro del país.

Fuentes anónimas cercanas a la compañía taiwanesa, a las que ha tenido acceso la agencia Reuters, consideran que las investigaciones podrían tener motivaciones políticas: por un lado, la noticia llega a menos de tres meses de que se celebren elecciones presidenciales en Taiwán, en las que el fundador de la corporación, Terry Gou, ambiciona a proclamarse vencedor; por otro, coincide con una campaña de Foxconn para ampliar su producción fuera de China.

Gou, director ejecutivo de Foxconn hasta 2019, abandonó su puesto en el consejo de administración en septiembre, días después de postularse a la carrera por la presidencia de la isla autogobernada democráticamente pero que China considera una parte inalienable de su territorio. El magnate se presenta como candidato independiente tras no recibir la nominación del Kuomintang, el principal partido en la oposición y más a favor de un acercamiento con Pekín que el gobernante Partido Progresista Democrático (PPD).

Tensión política

En un momento de crecientes tensiones a ambos lados del estrecho de Formosa, Gou ha prometido “traer 50 años de paz y construir los cimientos más profundos para la confianza mutua”, y ha acusado al PPD y a la presidenta taiwanesa, Tsai Ing-wen, de llevar a la isla al borde de la guerra por su política hostil hacia la parte continental. El multimillonario ha dicho públicamente que puede ayudar a la conciliación gracias a sus contactos empresariales en China y Estados Unidos.

No obstante, Global Times cita analistas anónimos que consideran que, a pesar de que Gou sigue una línea política similar a la del Kuomintang, “presentarse a las elecciones probablemente dividirá aún más a la oposición, lo que terminará favoreciendo al candidato del partido secesionista PPD, Lai Ching-te”. Adelantándose a las críticas, en el rotativo nacionalista escriben: “Muchos en la isla sospechan que la razón por la que Foxconn está siendo investigada es porque Gou es candidato presidencial, pero los expertos de la China continental aseguran que las investigaciones son normales y legítimas”, a lo que agregan que “si los separatistas que buscan la ‘independencia de Taiwán’ [entrecomillado en el texto original] ganan las elecciones, será un enorme desastre para la paz y la estabilidad en la región”.

Las dos personas consultadas por Reuters afirman que varias empresas han sido auditadas en los últimos meses, y que solo se haya hecho público el caso de Foxconn les hace sospechar que tiene por objetivo enviar un mensaje a Taiwán. Taipéi acusa con frecuencia al Gobierno chino de tratar de ejercer presiones, ya sean militares –en los últimos años, el Ejército Popular de Liberación ha aumentado la frecuencia de sus maniobras en torno a la isla– o económicas, con el objetivo de influir en el resultado de las elecciones y garantizar que este sea favorable a los intereses de Pekín.

El líder en las encuestas, Lai Ching-te, del gobernante PPD, expresó el domingo que la investigación era “inesperada” y “lamentable”. Este lunes, su portavoz declaró que “las compañías taiwanesas siempre han contribuido al desarrollo económico de China” y enfatizó que “los comunistas chinos utilizan a menudo a las empresas taiwanesas como moneda de cambio para presionar políticamente o interferir en las elecciones”. Por su parte, Hou Yu-ih, el candidato del Kuomintang, quien ha planteado los comicios como un voto a favor de “la guerra o la paz”, aseveró este lunes que lo que más temen las firmas de la isla es la inestabilidad a ambos lados del Estrecho.

Foxconn se amplía

Foxconn emplea a cientos de miles de personas en China y es un importante inversor en el país, una posición que le ha valido para ganarse en múltiples ocasiones los elogios de Pekín por ser un ejemplo del éxito de los emprendedores taiwaneses en la parte continental. No obstante, en marzo, el grupo anunció que planea aumentar la expansión fuera del gigante asiático y que haría esfuerzos por atraer a su negocio a los fabricantes de automóviles, en un momento en el que la demanda de electrónica de consumo se ha frenado. A principios de año, alrededor del 70% de los ingresos de la empresa venían de productos fabricados en China.

La necesidad de buscar la diversificación se aceleró el año pasado, cuando su mayor planta de iPhone se vio prácticamente paralizada debido a las estrictas restricciones como parte de la ya extinta política china de covid cero. Algunos analistas también consideran que Foxconn estaría buscando evitar posibles daños colaterales ante las crecientes tensiones comerciales y tecnológicas entre Pekín y Washington.

“La economía no va bien. Es una señal de alarma que grandes compañías como la nuestra se trasladen a la India”, comentó a Reuters su fuente anónima. “[China] quiere que elijas un bando. Estás con nosotros o te vas”, añadió. Este lunes, las acciones de Foxconn en la bolsa taiwanesa cerraron con pérdidas del 2,9%, por debajo de la caída del 1,2% del mercado general.

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