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China rebaja por sorpresa los tipos de interés para impulsar su economía

Se trata de la segunda reducción de tipos desde junio. La actividad del gigante asiático acumula síntomas de ralentización

La bandera china ondea junto al edificio del supervisor financiero chino.
La bandera china ondea junto al edificio del supervisor financiero chino.TINGSHU WANG (REUTERS)

El Banco Popular de China (BPC, el banco central) ha anunciado este martes un inesperado recorte de 15 puntos básicos del tipo de interés de sus préstamos bancarios a un año, hasta el 2,5%, el mayor ajuste desde 2020. Pekín se enfrenta a una serie de retos económicos, como una crisis de liquidez en el sector inmobiliario, una fuerte caída de las exportaciones, el estancamiento de la inversión extranjera y la debilidad del consumo. Ante esta coyuntura, el regulador bancario chino justifica bajar esta tasa de referencia hasta su mínimo desde 2014 para “mantener una liquidez razonable en el sistema bancario y satisfacer las necesidades de las instituciones financieras”. Se trata del segundo recorte que acomete el BPC desde junio y el primero bajo el mandato del nuevo gobernador, Pan Gongsheng, cargo en el que relevó a Yi Gang tras su jubilación.

La medida llega después de que el Politburó, el principal órgano decisorio de China, pidiese nuevas políticas para impulsar la demanda interna y prevenir riesgos. La economía china creció solamente un 0,8% intertrimestral en el segundo cuatrimestre, lo que supuso una desaceleración 1,4 puntos con respecto al dato registrado en los tres primeros meses del año.

Además, en julio, la inflación entró en terreno negativo por primera vez desde febrero de 2021; el valor denominado en dólares de las exportaciones se desplomó un 14,5% interanual (la mayor caída desde el inicio de la pandemia), mientras que el de las importaciones experimentó su mayor descenso desde enero, contrayéndose un 12,4% interanual.

Este martes, el Banco Central también ha rebajado en diez puntos básicos el tipo de interés a corto plazo, como parte de los esfuerzos del Gobierno para “fortalecer el ajuste anticíclico y estabilizar las expectativas del mercado”, según recoge la agencia estatal Xinhua.

El BPC también anunció la inyección de 204.000 millones de yuanes (28.049 millones de dólares) a través de acuerdos de recompra inversa a siete días (también conocidos como ‘repos’, instrumento por el que se venden valores condicionados a un acuerdo para recomprarlos en una fecha posterior) con una tasa interés del 1,8%, por debajo del 1,9% anterior.

Desde Capital Economics consideran que esta reducción de los tipos de interés “por un margen superior al habitual” se produce “en medio de la creciente preocupación de las autoridades por la salud económica del país”. Desde esta consultora con sede en Londres “dan por descontado” que habrá nuevas medidas de flexibilización más amplias, aunque enfatizan que “el estímulo monetario tiene un uso limitado en el entorno actual y no será suficiente, por sí solo al menos, para consolidar los cimientos del crecimiento”.

Esta decisión del Banco Central, que ha tomado por sorpresa a los analistas, se produce el mismo día en que la Oficina Nacional de Estadística (ONE) del país asiático ha dado a conocer varios datos macroeconómicos que apuntan a una ralentización de la economía nacional. La producción industrial china subió un 3,7% en julio en tasa interanual, mientras que las ventas minoristas aumentaron un 2,5%, su menor alza desde finales de 2022. Ambos indicadores incumplieron las previsiones y se situaron por debajo de las cifras de junio, del 4,4% y el 3,1%, respectivamente. Al mismo tiempo, la tasa de desempleo general fue del 5,3% en el séptimo mes del año, frente al 5,2% registrado en junio.

La ONE ha subrayado en un comunicado que, aunque la economía china sigue recuperándose, “la situación política y económica internacional es complicada y la demanda interna sigue siendo insuficiente”.

Uno de los principales riesgos es el sector inmobiliario, como demuestran los problemas que está atravesando la promotora Country Garden, que ha sido noticia estos días por la fuerte corrección de sus acciones. La empresa ha asegurado que desde 2021 “el sector ha entrado en un período de dificultades sin precedentes con múltiples factores desfavorables, lo que ha resultado en graves problemas para las ventas y la financiación en el mercado”.

De este modo, los problemas de Country Garden están haciendo tambalear de nuevo la industria del ladrillo chino apenas dos años después del comienzo de las dificultades de otro coloso como Evergrande. Según datos revelados hoy por la ONE, la inversión inmobiliaria cayó un 8,5% interanual en el período de enero a julio, la tasa más baja en lo que va de año, después de una reducción del 7,9% en la primera mitad de 2023. La industria inmobiliaria representa más de una quinta parte de toda la inversión en activos fijos y contribuye en torno al 14% del crecimiento económico del gigante asiático.

El portavoz de la ONE Fu Linghui intentó quitar hierro al asunto y apuntó que, si bien “el mercado inmobiliario está experimentando un período de ajuste y va a ser un desafío para operar en el corto plazo”, “estos problemas son solo provisionales, y a medida que se ajustan las políticas, los riesgos se minimizarán”.

Además, la inversión privada cayó un 0,5% en los siete primeros meses del año (tres décimas más que en el primer semestre), frente al aumento del 7,6% registrado por las empresas estatales.

Deja de publicar datos

Por otra parte, China ha suspendido la publicación de la tasa de desempleo urbano juvenil desde este mes de agosto, debido a los “cambios económicos y sociales que requieren una mejora y optimización de las estadísticas laborales”. En los últimos meses, este indicador marcó récords por encima del 20% y, en junio (el último disponible) se situó en el 21,3%. Analistas internacionales apuntan que esta exclusión complicará el análisis de datos económicos del país, que se había vuelto más difícil en los últimos años.

No obstante, el portavoz Fu Linghui explicó que la decisión llega por el aumento del número de estudiantes en las ciudades chinas, lo que plantea dudas sobre si deben “incluirse o no” en las encuestas de empleo. Según datos oficiales, en 2022 había más de 96 millones de jóvenes urbanos entre 16 y 24 años, de los cuales más de 65 millones eran estudiantes.

“La principal tarea de los estudiantes es estudiar, y hay diferentes opiniones sobre si los que buscan trabajo antes de graduarse deben ser considerados como parte de la fuerza laboral”, indicó el portavoz de la ONE, de acuerdo con el medio China National Radio.

Asimismo, la Oficina indicó que, con el aumento del nivel educativo de los residentes, los jóvenes prolongan su tiempo de estudio, lo que también “plantea la necesidad de revisar el rango de edad para definir a este grupo”, hasta ahora incluidos en una franja de edad comprendida entre 16 y 24 años.

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