Los salarios pactados este año suben un 4% de media, pero la mayoría de trabajadores aún pierde poder adquisitivo

La mayoría de los trabajadores asalariados aún ve como sus sueldos crecen menos que el promedio de los precios en lo que va de año, si bien una parte creciente de ellos va recuperando lentamente algo de la fuerte pérdida de poder adquisitivo que han experimentado desde finales de 2021. El avance de datos de los convenios colectivos registrados hasta el 31 de julio, conocido este martes, indica que el incremento salarial acordado (en pactos revisados o de nueva firma) para prácticamente nueve millones de asalariados en los siete primeros meses del año fue del 3,34%. Esto significa que, si se tiene en cuenta que los precios se han incrementado alrededor de un 3,81% en promedio entre enero y julio (un 2,3% interanual en el mes pasado), la mayoría de los empleados con sus condiciones reguladas en convenio aún pierde cerca de medio punto de poder adquisitivo en términos promedios anuales.

No obstante, las cifras publicadas por el Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales, que son aún estimaciones para 2022 y 2023, indican que si se toman solo los 179.738 convenios firmados durante los primeros siete meses de 2023, el aumento salarial medio se eleva al 4,18%, con lo que los 2,16 millones de trabajadores afectados por estos convenios (del total de 9 millones con su convenio cerrado) sí estarían experimentando una leve ganancia de poder adquisitivo de casi cuatro décimas.

De hecho, dado que esta estadística refleja siempre datos promediados, el número de trabajadores que hasta el momento sí registran subidas salariales superiores a la inflación media acumulada en lo que va de año, sería algo mayor, ya que señala que alrededor de 3,5 millones de asalariados han experimentado este año un avance retributivo pactado en convenio de casi el 5% (incluyendo convenios firmados en 2023 y años anteriores).

Aunque si se considera el elevado nivel en el que está anclada la inflación subyacente —que no incluye los productos energéticos ni los alimentos sin procesar—, que se situó en el 6,7% de media entre enero y julio, las pérdidas de poder adquisitivo para este tipo de compras sería generalizado entre los trabajadores y explicaría por qué la inmensa mayoría de los ciudadanos no termina de notar la caída de los precios en sus adquisiciones para el día a día.

Estos datos estarían mostrando, por tanto, los primeros efectos del Acuerdo para el Empleo y la Negociación Colectiva (AENC), pactado por las cúpulas sindicales y patronales en mayo pasado, que recoge como recomendación para los negociadores de convenios colectivos incrementos de sueldos del 4% para este año y del 3% para 2024 y 2025, incorporando una cláusula de revisión con alzas de hasta el 1% adicional si la inflación rebasa estos incrementos, con el objetivo de recuperar los salarios.

Precisamente, la presencia de esas cláusulas de revisión salarial en los convenios fue exigida por los sindicatos como condición indispensable para firmar el AENC en 2022, algo a lo que los empresarios se negaron en un principio y por eso la firma del acuerdo no fue posible hasta mediados de 2023. Si bien, pese a la ausencia de AENC y, por tanto, de recomendación de cláusulas, la tozudez de la subida de precios experimentada el pasado año ha hecho que estas garantías salariales protejan a fecha de hoy a más de dos millones de trabajadores, casi uno de cada cuatro de los que ya tienen firmadas sus condiciones de trabajo para este año.

El ritmo de la negociación colectiva siguió acelerándose en julio, de forma que a finales del mes pasado se habían pactado o renovado 2.885 de estos acuerdos colectivos, un 19% más que en el mismo mes de hace un año. Estos acuerdos afectaron a casi nueve millones de trabajadores asalariados, lo que representó un incremento del 30% respecto a julio de 2022.

Dónde suben más los salarios

En términos generales, y teniendo en cuenta los convenios firmados en años anteriores y revisados hasta julio de este año, los convenios sectoriales de ámbito superior a la empresa registraron mayores incrementos salariales (del 3,36%) que los que se firman en el seno de las empresas, donde el avance retributivo medio hasta julio fue de apenas el 3%.

Mientras que sectorialmente, la buena marcha de la campaña turística está tirando al alza de los sueldos en los sectores relacionados con estas actividades. Así, los sueldos pactados crecen una media del 4% para casi 90.000 trabajadores de actividades artísticas y de entretenimiento y prácticamente el 4% también para más de un millón de asalariados en la hostelería. Por el contrario, el pinchazo que experimentó la afiliación en el sistema especial agrario en julio pasado no se reflejó en un peor comportamiento salarial, ya que el incremento retributivo medio para más de 318.000 asalariados del sector agrario se situó entre los más altos (un 3,63%).

En la banda baja de las alzas salariales, por debajo del 3%, se situaron varias actividades como el suministro de energía (1,96%), la información y las comunicaciones (2,63%); las inmobiliarias (2,31%); la administración pública (2,54%); educación (2,76%).

El lado negativo de la mejora de los salarios pactados se ve reflejado en el aumento de las inaplicaciones de convenio. Esto consiste en una operación empresarial, que se suele pactar con los trabajadores, para no aplicar algún contenido del convenio colectivo de referencia de la compañía, y son las inaplicaciones de los incrementos retributivos acordados las más comunes. En los siete primeros meses de 2023 se han depositado en los registros de las autoridades laborales un total de 413 inaplicaciones de convenios, adoptados por 362 empresas y afectan a 17.909 trabajadores. Estas cifras suponen un incremento de casi el 19% en el caso del número de aplicaciones y una subida del 29% de los trabajadores afectados por estos incumplimientos de convenio.

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