El sector exterior español crece impulsado por una inversión récord en el extranjero
Las empresas destinaron 29.000 millones fuera del país, el 33% más que en 2021
España reforzó la internacionalización de sus empresas el año pasado gracias sobre todo a la inversión en el extranjero, que alcanzó los 29.000 millones de euros. La asociación de empresas Amec, que cada año elabora un índice sobre la solidez del sector exterior, ha concluido que la industria exportadora es más fuerte que nunca. En una escala del 1 al 10, la nota media es un 7,36: un notable medio que está muy encima del aprobado con el que arrancó el informe, en 2014. El documento, presentado este lunes en Madrid, también recoge un incremento de multinacionales que abrieron filiales en otros países y un incremento de las ventas de productos tecnológicos, que apuntalan esa fortaleza.
El sector exterior fue el único motor que no se gripó durante la crisis financiera de 2008: el turismo empezó a batir récords y las exportaciones tiraron del carro. Esa dinámica se ha mantenido hasta ahora. “La recuperación económica española se ha apoyado, una vez más, en el sector exterior”, ha afirmado el director general de Amec, Joan Tristany. El indicador que la organización empezó a desarrollar en 2014 da fe de ello. Entonces, la nota media del sector era un 5,95. Ahora sobrepasa el 7. Desde 2010, que es el año de referencia del estudio, ese índice ha crecido un 23,6%.
La internacionalización de la economía española el año pasado se vio favorecida por las inversiones que hicieron las empresas en el extranjero, en especial abriendo filiales. En total, la inversión creció un 33% respecto a 2021 y se situó en 29.000 millones de euros. El año anterior, aún muy marcado por la pandemia, no solo había habido menos inversión, sino que el saldo había sido negativo. Es decir, hubo desinversión. Los principales destinos de ese monto, según Amec, fueron el Reino Unido, Alemania, Estados Unidos y Luxemburgo.
Precisamente, Tristany ha apuntado que el cierre del mercado ruso no ha causado grandes daños en la industria, pero sí las consecuencias que la guerra de Ucrania ha tenido sobre la economía alemana, que ha entrado en recesión. España, además, sigue teniendo una cuota mundial exportadora superior a su peso en la economía mundial, lo que juega a favor del país.
Entre los puntos negativos observados por Amec hay un descenso de las empresas exportadoras. Tristany ha explicado que eso puede deberse a que existe una mayor concentración en las 500 más grandes, que podrían estar absorbiendo otras compañías más pequeñas. Pero también puede haberse producido el cierre de pequeños negocios o actividades de venta online que proliferaron durante la pandemia y que, una vez esta concluyó, acabaron cerrando.
Las empresas también acusan unas ayudas públicas a la internacionalización que nunca han recuperado los niveles anteriores a la crisis financiera. En 2008 se presupuestaron 240 millones de euros, que quedaron rápidamente desdibujados de las cuentas públicas por las medidas de austeridad. Hoy esa cifra no se ha recuperado: en 2022 se aumentó esa partida, pero se quedó en 83 millones de euros. Las empresas siguieron accediendo a la financiación
Amec ha realizado también una encuesta entre sus asociados sobre si han accedido a los fondos comunitarios Next Generation EU. EL 60% dice no haber recibido recursos europeos, de los cuales el 18% no los obtuvo porque el proceso era demasiado complejo y el 10% por falta de tiempo. El 32,9% sí ha podido percibir dinero comunitario, mientras que un 7,1% dice haber recibido subvenciones pero desconoce si proceden de Bruselas.
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