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La Eurocámara promueve que se prohíban los cortes de energía a los consumidores más vulnerables

El Parlamento Europeo prepara sus enmiendas para la reforma del mercado eléctrico propuesta por la Comisión Europea

Manuel V. Gómez
luz
Una torre de alta tensión en Madrid este mayo.J.J. Guillén (EFE)

El Parlamento Europeo quiere acentuar el cariz social de la reforma del mercado eléctrico. La Eurocámara está preparando ya sus enmiendas y en su primera propuesta se plantea, entre otras medidas, la prohibición de “las desconexiones eléctricas de los clientes vulnerables y los afectados por la pobreza energética y asegurar que estos hogares reciben el suministro eléctrico para cubrir sus necesidades básicas”, según el texto redactado por el ponente oficial del Parlamento, el español Nicolás González-Casares, al que ha tenido acceso EL PAÍS y enviado a los demás grupos políticos este fin de semana. Este eurodiputado debe ahora negociar con ellos la forma definitiva de la posición de la Eurocámara.

La Comisión Europea planteó a comienzos de marzo la reforma del mercado eléctrico, con la que pretende impulsar los contratos de suministro a largo plazo, buscando mantener los precios más controlados y que sean más previsibles de lo que se ha visto durante la crisis actual. Ahora, el Parlamento y el Consejo de la UE, los dos legisladores comunitarios están afinando sus posiciones para, después, negociar entre ellos el texto final. En este punto, al parlamentario socialista español González-Casares le ha tocado un papel destacado: ser el ponente de la Eurocámara para coordinar su postura. De ahí que haya preparado la primera propuesta de enmiendas, que ahora debe pactar con los llamados ponentes en la sombra de los otros grupos políticos. La intención de los dos órganos colegisladores es estar listos en septiembre para poder

Cortar la luz a un cliente vulnerable ahora no es fácil, y más con las regulaciones que se han aprobado para los momentos extraordinarios vividos con la pandemia y la crisis energética provocada por la invasión de Ucrania por Rusia. La Comisión en su texto habla de “protección adecuada de los cortes”. La enmienda parlamentaria va más allá y habla de que los Estados miembro prohíban esta práctica de forma estructural para “las necesidades básicas” de los hogares e, incluso, que impulsen medidas para ayudarles a controlar el consumo en las épocas del año de mayor demanda (verano e invierno) con elementos como contadores y conectores inteligentes o campañas informativas. Y, además, lo plantea de forma estructural, no en situaciones extraordinarias.

Junto a esta iniciativa, hay otras que persiguen darle un carácter más social a los tres textos legales que componen la reforma del mercado eléctrico (una directiva, un reglamento y una enmienda de la directiva de energías renovables). Esto se observa en una enmienda sobre los contratos por diferencia, en los que se acuerda un precio entre comprador y vendedor, que se liquida por diferencias respecto del precio del mercado: si el precio del mercado es superior, el vendedor paga la diferencia al comprador, y si es inferior, al contrario. En ese tipo de figuras, vendedor y comprador saben a qué precio venden y compran, solo que esa energía va al mercado y se liquida respecto del precio de referencia de ese momento. Para cuando en estos contratos haya beneficios extraordinarios, la enmienda plantea que se destinen a ayudar a los clientes mas vulnerables, a las pymes y a la industria electrointensiva. González-Casares prevé que en este punto haya bastante tira y afloja, ya que hay países, como Alemania, que defienden que el beneficiado sea la industria y otros que quieren que se destine a las redes eléctricas.

La propuesta inicial del Parlamento persigue también facilitar la declaración de las crisis energéticas en las que los países, según el planteamiento de la Comisión, podrán subvencionar a las pymes con hasta un 80% del precio para amortiguar el impacto. Para llegar a esa declaración, Bruselas plantea como detonante que los precios superen 2,5 veces la media del mercado mayorista durante los últimos cinco años y que se prevea que la situación va a continuar durante seis meses al menos. Las enmiendas iniciales del Parlamento buscan un escenario menos exigente: cotizaciones dos veces por encima de la media de los últimos cinco años, contando también 2023 (con precios más bajos que 2022 y, por tanto, tirando hacia abajo de la media) y tres meses de perspectiva futura.

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Sobre la firma

Manuel V. Gómez
Es corresponsal en Bruselas. Ha desarrollado casi toda su carrera en la sección de Economía de EL PAÍS, donde se ha encargado entre 2008 y 2021 de seguir el mercado laboral español, el sistema de pensiones y el diálogo social. Licenciado en Historia por la Universitat de València, en 2006 cursó el master de periodismo UAM/EL PAÍS.

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