El FMI rebaja las previsiones de crecimiento de España a largo plazo
Los economistas del organismo pronostican seis años de discreto avance, con un máximo del 2% en 2025 y sin que el paro baje del 12%
El futuro se presenta menos prometedor de lo que se esperaba. El Fondo Monetario Internacional ha aumentado la previsión de crecimiento de España para este año hasta el 1,5%, pero ha rebajado no solo la de 2024, sino también la de todos los años siguientes hasta 2028. La nueva trayectoria de la economía española que dibujan sus previsiones es más ramplona, con un 2% de crecimiento en 2024 y 2025, y una ralentización en los años siguientes, hasta algo menos del 1,6% en 2028. Si se comparan las nuevas previsiones con las anteriores, en el camino se queda más de un punto de crecimiento en los próximos años.
Las previsiones económicas hay que tomarlas siempre con cautela, están sujetas a constantes revisiones y la incertidumbre sobre las mismas es mayor cuanto más amplio es el horizonte temporal, así que el futuro no está escrito. Lo que indican esas previsiones a largo plazo es una especie de crecimiento tendencial o potencial de la actividad económica. El organismo ha advertido de que todo el mundo se enfrenta a una larga fase de bajo crecimiento no visto en décadas, en el entorno del 3%.
Según las previsiones del Fondo, España también afronta un lustro de crecimiento económico muy por debajo de la tendencia de las últimas décadas, con una media del 1,7% en los próximos seis años y un máximo del 2%. Son ritmos que, según las previsiones contenidas en la base de datos actualizada del organismo, apenas servirán para rebajar el paro, que se quedaría estancado algo por encima del 12% si esos pronósticos se cumplen.
No es un problema español, sino generalizado. De las grandes economías de la zona euro, la española será la que más crezca este año y el próximo, según las previsiones del FMI, y también destacará en la mayoría de los siguientes años.
La vicepresidenta primera del Gobierno, Nadia Calviño, prefiere ver el lado positivo. “Lo que nunca ha habido en nuestro país son dos años de crecimiento por encima del 5,5% y una perspectiva de crecimiento este año por encima de los países de nuestro entorno”, señaló el martes en una rueda de prensa en Washington.
“Lo que el Fondo Monetario está señalando es una perspectiva de crecimiento débil a nivel global. Dentro de este contexto internacional marcado por la incertidumbre y la volatilidad, la economía española va a crecer por encima de los países de nuestro entorno”, añadió. Y no solo eso, sino que la vicepresidenta económica aspira a mejorar esos pronósticos: “Nuestra previsión es que justamente el plan de recuperación, las reformas e inversiones que están en marcha, van a permitir aumentar el crecimiento potencial de la economía española y, por tanto, tener un crecimiento más intenso durante más tiempo y una perspectiva de mayor prosperidad y progreso en los próximos años”, añadió.
En cuanto al paro, lo que Calviño destacó es que la creación de puestos de trabajo ha llevado el empleo a cifras históricas. Que el paro ceda más despacio se debe, según explicó, a que aumenta la población activa, pero eso incrementa el potencial de crecimiento y es, en su opinión, una buena noticia.
“En un contexto internacional tan complejo, marcado por la incertidumbre y la volatilidad, la economía española sigue mostrando una notable fortaleza. Seguimos con un crecimiento muy fuerte”, concluyó, destacando que se espera que España sea uno de los principales motores de crecimiento en Europa. La vicepresidenta destaca que las cifras e indicadores del primer trimestre han sido muy buenos.
Las previsiones a largo plazo del Fondo Monetario Internacional para España sí mejoran en lo relativo a las cuentas públicas. El organismo prevé un déficit público del 4,5% del producto interior bruto (PIB) este año, en línea con lo que calculaba hasta ahora, pero rebaja la previsión de 2024 al 3,5%, desde el 4,2% que pronosticaba en octubre. La buena marcha de la recaudación, que recibe el impulso de la inflación, está permitiendo a España mantener a raya el desfase presupuestario. A largo plazo, sin embargo, las previsiones del organismo apuntan a que el déficit público volverá a aumentar, hasta el 3,8% del PIB en 2025 y al 4% a partir de ese año. Es una ligera mejora con respecto a las previsiones de hace seis meses.
El FMI también ha mejorado las previsiones de deuda pública. En octubre, su previsión era del 112,1% del PIB para 2023, del 110,1% para 2024 y del 109,0% para 2025. Ahora espera un 110,5%, un 108,3% y un 107,9% para esos mismos años. El crecimiento del PIB nominal, es decir, sin descontar la inflación, está permitiendo que la deuda pública mantenga una senda descendente más acusada. Eso sí, de nuevo el Fondo desconfía de que haya más avances a partir de 2025 y sitúa su previsión de deuda en el 109,3% del PIB en 2028.
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