Alibaba no descarta ceder el control de algunas de sus empresas tras la reestructuración
El director financiero defiende que, una vez salgan a bolsa los nuevos grupos, la empresa evaluará la importancia estratégica de cada uno para el conglomerado
La división de Alibaba en seis grupos empresariales individuales es “más necesaria que cualquier reorganización anterior”, ha asegurado este jueves en una conferencia telemática Daniel Zhang, director ejecutivo del gigante chino de comercio electrónico. El plan de reestructuración —que, según ha declarado Zhang, lleva estudiándose desde hace unos años— podría suponer con el tiempo el cese del control de Alibaba sobre alguna de esas nuevas firmas. La renovación de la estructura organizativa de la compañía es una de las más importantes de una tecnológica china hasta la fecha. Su anuncio se produjo un día después de que el fundador de la firma, Jack Ma, regresase a China tras más de un año de ostracismo, coincidiendo, además, con un momento en el que Pekín ha mostrado indicios del que podría ser el fin de una dura campaña de presión regulatoria y restricciones a la inversión contra el sector.
Bajo la reestructuración, cada nuevo grupo se convertirá en una empresa que operará de forma independiente, con su propio consejo de administración y directores generales, y que podrá llevar a cabo sus planes de recaudación de fondos y cotización en bolsa. Zhang, quien continuará presidiendo el holding, ha detallado esta mañana que solamente Alibaba tendrá el carácter de sociedad gestora: “Alibaba tendrá más naturaleza de un operador de activos y capital que de negocio, en relación con las empresas del conglomerado. Además, “continuará manteniendo puestos en los consejos de las nuevas empresas, especialmente durante la fase inicial”, ha asegurado el director ejecutivo.
Alibaba también estudiará la posibilidad de ceder el control de algunas de sus empresas si optan por cotizar en bolsa, según ha notificado Toby Xu, director financiero de la compañía. “Continuaremos evaluando la importancia estratégica de cada compañía una vez salga a bolsa y, sobre esa base, decidiremos si nos interesa seguir manteniendo el control”. A la pregunta de cuándo se podrán producir esas ofertas públicas iniciales, Xu ha apuntado que es “el mercado el que establece los tiempos”. “Cada grupo podrá hacerlo cuando esté listo”, ha defendido.
El director financiero también ha agregado que no ha cambiado el compromiso con el programa de recompra de acciones —que ya había sido autorizado, por un valor 23.000 millones de euros— y que planean seguir monetizando activos no estratégicos de su cartera para optimizar su estructura de capital: “Ahora dispondremos de más métodos para mejorar nuestro valor para los accionistas”.
En cuanto a si Alibaba continuará manteniendo Hong Kong como su principal mercado de cotización, Xu ha defendido que seguirán “evaluando las condiciones del mercado y las circunstancias externas”. Alibaba anunció en julio de 2022 que convertiría el parqué hongkonés en su otro principal lugar de cotización, junto con Wall Street, donde estaba presente desde 2014. El grupo cotizaba en esa región semiautónoma de China desde 2019, pero con una cotización secundaria, que no le permitía participar en el programa Stock Connect, que vincula las bolsas de valores de Hong Kong con las de Shanghái y Shenzhen.
Los cambios, hechos públicos justo antes de que comience el nuevo año fiscal de la empresa, en abril, se harán efectivos de manera “inminente”. “Creemos que esta transformación agilizará todos nuestros negocios, facilitará la toma de decisiones y acelerará nuestra capacidad de respuesta a los cambios del mercado”, ha asegurado Zhang. Desde la firma han expresado que el objetivo es “dar rienda suelta a la vitalidad de nuestras unidades de negocio”, debido a que la capacidad de innovación de una compañía que cuenta con 200.000 empleados está “muy limitada”. El espejo en el que se miran son las start-ups, las cuales, consideran, están materializando los mayores avances del sector.
Seis nuevos grupos
De acuerdo con los últimos resultados publicados por la empresa, el conglomerado tenía 1,77 billones de yuanes (236.900 millones de euros) en activos totales a finales de 2022. Los seis grupos en los que se dividirá estarán enfocados en diferentes líneas de negocio: inteligencia en la nube; las plataformas de comercio electrónico Taobao y Tmall; servicios locales; comercio digital global; Cainiao (la filial de logística) y medios digitales y de entretenimiento. Pero no estarán igualadas en tamaño: casi el 70% de los 170.000 millones de yuanes (22.700 millones de euros) de ingresos de Alibaba en el tercer trimestre procedieron de las mayores plataformas de comercio electrónico del mundo, compuestas principalmente por Taobao y Tmall Marketplace. Precisamente esta unidad continuará siendo propiedad de Alibaba Group, por lo que no podrá salir a bolsa de manera independiente.
El negocio de computación en la nube es la división de Alibaba de mayor potencial, y ya ocupa el primer puesto entre las empresas chinas del sector. Sus ingresos han sido los que han experimentado un crecimiento más rápido dentro del grupo: aumentaron un 3% interanual en el período entre octubre y diciembre, hasta alcanzar los 20.200 millones de yuanes (2.700 millones de euros). Daniel Zhang será quien presida la nueva firma de inteligencia en la nube.
Los cambios han sido bien recibidos entre analistas e inversores, que consideran que podría tratarse de una aprobación tácita por parte del Gobierno chino al crecimiento de un sector que se ha visto fuertemente sacudido por la presión regulatoria en los últimos años. El aumento del escrutinio comenzó en 2020, poco después de que Jack Ma criticase duramente la legislación china en materia financiera. Pekín suspendió en noviembre de aquel año la salida a bolsa de Ant Group, el brazo financiero de Alibaba, que iba a ser la oferta pública inicial más grande jamás aprobada. Meses después, el gigante tecnológico fue sancionado con la multa antimonopolio más severa de la historia de China. Aquella cruzada se saldó con grandes sanciones a varias empresas y ha provocado que las principales digitales del país hayan perdido miles de millones de dólares en valor de mercado tanto en Hong Kong como en Wall Street.
Brock Silvers, director general de Kaiyuan Capital, considera que la reorganización de Alibaba parece “haber estado orquestada por Pekín, junto con la repentina reaparición de Jack Ma”, recoge el rotativo hongkonés South China Morning Post (SCMP, propiedad de Alibaba). Para Silvers, los mercados deberían estar satisfechos por ahora, ya que se trata de un impulso para el sector tecnológico, pero advierte que, a la larga, el éxito del sector privado podría incomodar a las autoridades chinas.
China siempre ha exigido a las empresas que contribuyan a la sociedad, pero esa campaña se ha hecho especialmente intensa desde agosto de 2021, cuando el presidente Xi Jinping comenzó a enarbolar fervientemente la bandera de la “prosperidad común”. A pesar de que el Partido Comunista planea reforzar su control sobre el sector tecnológico y financiero mediante una renovación de las instituciones, el primer ministro chino, Li Qiang, aseguró hace dos semanas que las empresas privadas “disfrutarán de mayor espacio para el desarrollo”, comentarios que se han interpretado como un posible deshielo. SCMP cita a la analista de mercados de BofA Securities Winnie Wu, que considera que la reestructuración de Alibaba podría “ayudar a mitigar la maldición del ganador”: “Es un experimento para ver si, al reducir el tamaño e impacto de cada negocio, se reducen las preocupaciones antimonopolio y el riesgo político”.
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