El Gobierno defiende que el 96,5% de los trenes de Cercanías llegan puntuales y promete inversiones de 6.672 millones

Averías en la catenaria, obras en las estaciones o en los túneles, accidentes de trenes, falta de material, la mayor afluencia por los bonos gratuitos de Renfe… Por estas y otras causas, los viajeros de Cercanías de Madrid sufren desde hace meses para ir al trabajo en su principal medio de transporte. Las imágenes de andenes atiborrados de pasajeros en las horas punta esperando a los trenes por retrasos o cortes en algunas de las 11 líneas de que se compone la red de Cercanías de Madrid son ya habituales y han provocado la queja de miles de afectados. Y también una guerra política encarnizada entre las autoridades de la Comunidad de Madrid y el Gobierno central, responsable del servicio, ya que tanto Renfe, que pone los trenes, como Adif, encargada de las vías y del resto de infraestructuras, dependen del Ministerio de Transportes.

Este martes la presidenta regional, Isabel Díaz Ayuso, volvía a acusar al Gobierno de Pedro Sánchez, de causar deliberadamente un caos en el servicio con la falta de medidas e inversiones para perjudicar a la Comunidad. Y daba cifras: los madrileños están sufriendo un retraso medio de 90 minutos en las horas de mayor afluencia y un 20% de los pasajeros, uno de cada cinco, se ha visto afectado por “el caos que se vive a diario en este servicio público”. Ayuso, durante una visita a unas viviendas sociales en Getafe, ha llegado a cifrar en cinco millones de euros el impacto económico diario por los retrasos. Hasta los líderes de la oposición en la Comunidad se han unido a las críticas como Mónica García, de Más Madrid, que ha calificado de “chapuza” el servicio de Cercanías.

Frente a las acusaciones de Ayuso, el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana defiende que el servicio de Cercanías funciona adecuadamente con un ratio de puntualidad del 96,5%, .aunque ha admitido que las obras importantes que se están acometiendo en la red (cierre de la estación de Sol desde el 4 de febrero o remodelación de Nuevos Ministerios y Chamartín, entre otras muchas) están provocando incidencias, hasta un total de 1.309 demoras superiores a los tres minutos (a partir de ese tiempo es cuando Renfe contabiliza un servicio como retrasado). según han asegurado esta tarde fuentes del departamento que dirige Raquel Sánchez.

“Decir que los retrasos suponen el 0,7% del PIB madrileño es, como poco, atrevido. Nuestras cifras son fiables porque provienen de la red. Y lo que tiene que hacer la presidenta de Madrid es ayudar y preocuparse de que no se le hundan líneas de Metro”, han asegurado las mismas fuentes. Transportes ha convocado a las autoridades regionales para este jueves a la Comisión de Seguimiento de Cercanías de Madrid para dar cuenta de las acciones en marcha en la Comunidad, así como de los plazos de los trabajos que se están ya desarrollando y de aquellos planificados.

El Ministerio asegura que este Gobierno está acometiendo el mayor plan inversor para Cercanías 2018-2025, tanto en las infraestructuras ferroviarias y estaciones, dependiente de Adif, como en la renovación de la flota de los trenes de Renfe, con una inversión global de 6.672 millones, de los que ya se han movilizado más de la mitad (3.682 millones). Con ese plan, se pretende la mejora de la puntualidad, el incremento de la capacidad, el aumento de frecuencias, y la mejora de las estaciones y de la red, en general.

De ese total, a Adif le corresponden 3.610 millones (de los que ya ha ejecutado 1.441 millones) con obras como la remodelación completa de la vía Atocha-Recoletos-Chamartín, la reforma de la línea C5 Madrid-Móstoles, la nueva conexión entre Cercanías y metro en Gran Vía-Sol, y actuaciones en las estaciones de Atocha. Chamartín, Méndez Álvaro, Orcasitas, Getafe y Vicálvaro, y la ampliación de la red. Por su parte, Renfe conlleva una inversión de 2.436 millones, de la que ha ejecutado 1.420 millones. La mayor parte de esos fondos se han destinado a la compra de 211 nuevos trenes de Cercanías para la renovación de la flota, cuya entrega se prevé a partir de 2025, con una inversión de 2.279 millones de euros.

Graves incidencias

Los incidentes se han vuelto más frecuentes para los viajeros que utilizan los Cercanías de Madrid, el núcleo con mayor afluencia de toda España, con 204 millones de viajeros al año. El pasado 16 de febrero, cerca de 170.000 madrileños en la hora punta de la mañana se quedaban tirados por un corte de suministro eléctrico responsabilidad de Adif en impedía circular a los trenes y que afectaba al tramo entre Atocha y Chamartín dejando incluso a un grupo de usuarios a oscuras dentro del tren durante hora y media y afectando a las líneas C1, C2, C7, C8 y C10.

El 8 de marzo, miles de viajeros sufrían las consecuencias de tres sucesos independientes. A mediodía, la avería de la locomotora de un tren de mercancías que circulaba por la línea 5, entre las estaciones de Leganés y Fuenlabrada, provocaba fuertes demoras en las líneas C2, C3, C4, C5, C7 y C8. Poco antes de las cuatro de la tarde, se reportó a una incidencia en la infraestructura a la salida de la estación de Atocha que originó “retenciones y demoras” en ambos sentidos de las líneas C3 y C4 durante tres horas. Y sobre las ocho de la tarde, una incidencia entre las estaciones de Pinar de Las Rozas y Pitis, afectando a las líneas C2, C7 y C8.

La jornada del 14 de marzo supuso otro colapso, también con causas múltiples. Dos trenes colisionaban en Alcalá de Henares; otro convoy sufría una incidencia a la entrada de Nuevos Ministerios y se producía otra avería en Pinar de Las Rozas. Miles de viajeros quedaron atrapados en andenes o vagones sin tener ninguna información. Este mismo martes una avería en la infraestructura de la estación Atocha ha causado demoras y retenciones en un total de siete líneas de Cercanías Madrid (C-1, C-2, C-3, C-4, C-7, C-8 y C-10).

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