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El BCE se prepara para subir los tipos de interés en medio punto, hasta el 3%, pese a la menor inflación

Los mercados esperan más pistas sobre la reducción de balance de la entidad

Christine Lagarde, el 15 de diciembre en Fráncfort.
Christine Lagarde, el 15 de diciembre en Fráncfort.Arne Dedert / getty (Getty)
Lluís Pellicer

La relajación del alza de precios en la zona euro no se antoja como una condición suficiente para frenar al Banco Central Europeo (BCE) en su dinámica de subidas de tipos de interés. Los analistas esperan de forma unánime que la institución que preside Christine Lagarde aumente este jueves el precio del dinero en medio punto más, del 2,5% al 3%, siguiendo con la abrupta subida que arrancó el pasado mes de julio, cuando los tipos estaban aún en el 0%. Los mercados, que sobre todo aguardan al tono que emplee la francesa tras el Consejo de Gobierno, también creen que el Eurobanco dará más pistas sobre el proceso de reducción de su balance, que pondrá en marcha el próximo 1 de marzo.

Europa ha arrancado el año con buenas noticias. La economía del Viejo Continente no tiene nada que ver con la de hace un año, cuando esperaba seguir con el rebote posterior al batacazo de la pandemia gracias al fin de las restricciones sanitarias y la inyección de los fondos europeos. Sin embargo, tampoco se han cumplido las predicciones más catastrofistas que se prodigaban en otoño. La oficina estadística Eurostat confirmaba esta semana que la economía avanzó un 3,5% en el conjunto de 2022 y el IPC retrocedió en enero del 9,2% al 8,5%.

La decisión del BCE, no obstante, está prácticamente anunciada desde el pasado mes de diciembre. Entonces, Lagarde dijo: “El Consejo de Gobierno estima que los tipos de interés tendrán que incrementarse todavía significativamente a un ritmo sostenido hasta alcanzar niveles suficientemente restrictivos para asegurar que vuelvan a situarse de forma oportuna en el objetivo del 2% a medio plazo”. Por si había dudas, Lagarde aclaró que se trataba de subidas de “medio punto” durante varias reuniones.

Además, Lagarde anunció su disposición de llevar los tipos hasta un terreno “restrictivo” para enfriar la economía europea. Hasta entonces, se había hablado de dejarlos en un espacio neutro, es decir, que no sirvieran como base para expandir la actividad económica, pero tampoco para contraerla. “Nadie conoce la tasa neutra”, resume el director global de Pictet WM, Frederik Ducrozet. El analista recuerda que el economista jefe del BCE, Philip Lane, situó en el 2% el rango superior de esos tipos de interés, por lo que el Eurobanco ya podría estar adentrándose en un terreno contractivo.

Reducción de balance

Los mercados, pues, lo tienen claro. “En nuestra opinión, una subida de 50 puntos es indiscutible”, sostienen los analistas de Nomura. “Creemos que el BCE subirá los tipos de interés en 50 puntos básicos en su reunión de febrero”, coinciden desde Pimco. Por primera vez desde que los bancos centrales empezaran a subir los tipos de interés por la salida de la crisis de la pandemia, además, Fráncfort llevará a cabo una subida de tipos más fuerte que la Reserva Federal, que ha decidido aumentarlos en un cuarto de punto, hasta dejarlos en una horquilla de entre el 4,25% y el 4,5%.

Si bien la inflación se ha relajado, la subyacente (que excluye la energía y los alimentos frescos) sigue siendo elevada. Y la fortaleza mostrada por la economía europea, que avanzó un 0,1% en el último trimestre pese a la guerra, hace que el BCE pierda el miedo a una posible recesión. El interrogante es cuál será el tono que empleará Lagarde para comunicar la decisión del Consejo de Gobierno. En diciembre, la francesa sorprendió a los mercados por su enérgica actitud agresiva frente a la inflación, lo cual la llevó a dejar de lado su enfoque de ir decidiendo “reunión a reunión” en función de los datos para avanzar que habrá varias subidas.

El BCE también se dispone a empezar a reducir su balance, que cuenta con más de cinco billones de euros en bonos. El Eurobanco empezará a deshacerse de esos bonos el próximo 1 de marzo, a un ritmo inicial de 15.000 millones de euros. Esa operación preocupa sobre todo al sector más heterodoxo de la institución —las palomas— por las presiones que la retirada del BCE puede ejercer sobre la deuda soberana. Aun así, Lagarde también dejó claro en la reunión de diciembre que la reducción del balance será una herramienta complementaria, por lo que se espera una rebaja progresiva e incluso flexible.

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Sobre la firma

Lluís Pellicer
Es jefe de sección de Nacional de EL PAÍS. Antes fue jefe de Economía, corresponsal en Bruselas y redactor en Barcelona. Ha cubierto la crisis inmobiliaria de 2008, las reuniones del BCE y las cumbres del FMI. Licenciado en Periodismo por la Universitat Autònoma de Barcelona, ha cursado el programa de desarrollo directivo de IESE.

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