El futuro caza europeo FCAS despega con un contrato de casi 8.000 millones

Con un año de retraso sobre el calendario inicial, el Futuro Sistema de Combate Aéreo o Sistema de Armas de Nueva Generación (FCAS o NGWS por sus siglas en inglés) despega por fin. Los tres contratistas principales de programa (la alemana Airbus DS, la francesa Dassault Aviation y la española Indra) han firmado el contrato de la fase 1B, que se prolongará hasta el año 2027 con un presupuesto de casi 8.000 millones de euros. El Ministerio de Defensa español, que participa con un 33%, al igual que sus homólogos francés y alemán, tiene previsto invertir 2.500 millones en los próximos cinco años, de los que 525,6 figuran ya en el presupuesto para 2023.

El FCAS no solo será un caza de sexta generación, sino un completo sistema de armas, que incluirá plataformas no tripuladas, remote carriers (transportadores de drones) sensores, tecnologías de baja detectabilidad y una nube de combate que permitirá la integración de toda la información mediante la aplicación de tecnologías de inteligencia artifical, Big Data y Edge Computing.

La fase que ahora se pone en marcha servirá para desarrollar y validar las diferentes tecnologías que se implantarán en el diseño final. Está previsto que las primeras demostraciones en vuelo se realicen en 2028 y que el sistema entre en servicio en 2040.

La pugna entre Dassault y Airbus Alemania por el diseño del avión de combate de nueva generación (NGF), núcleo del sistema, ha estado en el origen de un bloqueo que se logró superar en noviembre tras la intervención de los tres Gobiernos y ha permitido la firma de los contratos antes de final de año. Además de los tres coordinadores nacionales, ha firmado la joint venture Eumet (Safran Aircraft Engines y MTU Aero Engines), que se encargará del desarrollo de los motores del avión.

Indra, coordinador del programa para España, liderará a escala internacional el pilar de sensores, y tendrá a la firma francesa Thales y al consorcio alemán FCMS como socios principales; mientras que Airbus Defence and Space España liderará internacionalmente un pilar de tecnologías de baja detectabilidad.

A nivel nacional, Airbus DS España lidera la participación en el futuro avión de combate NGF (New Generation Fighter); ITP Aero, el motor del caza; Indra, la nube de combate y SATNUS (un consorcio formado por las empresas españolas GMV, Sener y Tecnobit), el pilar de remote carriers y equipos tripulados-no tripulados (MUT por sus siglas en inglés).

El contrato del FCAS, que incluye una primera fase de 36 meses dotada con más de 3.000 millones, supondrá la creación de más de 1.000 puestos de trabajo de alta cualificación en España, unos 400 en Indra, que recibirá contratos por unos 600 millones y contará con un centro dedicado exclusivamente a este programa.

El FCAS se puso en marcha en 2017 por parte de Francia y Alemania, mientras que España se unió dos años después. El proyecto franco-germano-español tendrá que competir con el Tempest, el caza de sexta generación desarrollado por Reino Unido e Italia, al que acaba de sumarse Japón. Muchos expertos creen que el mercado europeo no es lo bastante grande como para asumir estos dos proyectos, por lo que tendrá que haber futuras fusiones. Se da la circunstancia de que Reino Unido, Alemania, Italia y España participan en el consorcio fabricante del Eurofighter, antecedente del FCAS, mientras que Francia apostó por un avión nacional, el Rafale.