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“El BCE hace su parte para hacer frente a la inflación, pero la política fiscal no debe contradecirlo”

El vicepresidente de la Comisión Europea reclama medidas contra la crisis focalizadas, que no eleven los precios

El vicepresidente de la Comisión Europea, Valdis Dombrovskis.
El vicepresidente de la Comisión Europea, Valdis Dombrovskis.VALERIA MONGELLI (AFP)
María R. Sahuquillo

Valdis Dombrovskis, vicepresidente de la Comisión Europea y responsable de toda el área económica, afirma que el actual es un momento “crítico” para la Unión Europea. Con la invasión rusa de Ucrania, los Veintisiete se enfrentan a nuevos desafíos económicos, sociales y geopolíticos, al aumento de coste de la vida, a altísimos precios de la energía y a las tasas de interés. El también comisario de Comercio, resalta la importancia de la coordinación y de seguir la brújula marcada por el Ejecutivo comunitario para asegurar el suministro de energía lo más rápido posible, garantizar una distribución “justa” de los costes de la crisis y alinear las políticas fiscal y monetaria para hacer frente a la inflación.

En su despacho de Estrasburgo, donde ha presentado en el Parlamento Europeo la evaluación semestral de los presupuestos de los Veintisiete, Dombrovskis (Riga, Letonia, 1971), uno de los comisarios más locuaces sobre la agresión del Kremlin sobre Ucrania, reitera la importancia para la Unión de seguir apoyando a Kiev. Con la llegada del invierno y los ataques de Moscú sobre la infraestructura energética ucrania, el vicepresidente del Ejecutivo comunitario no descarta una nueva oleada de refugiados hacia la UE.

Pregunta. ¿La respuesta de los Estados miembros a la crisis está siendo coordinada?

Respuesta. Hemos tenido conversaciones con los Estados antes, especialmente sobre las medidas energéticas, porque hay una declaración de la zona euro que pide que las medidas de apoyo sean focalizadas y temporales. Todos los países de la eurozona estuvieron de acuerdo con esa declaración, pero si se observa el plan presupuestario se ve que el 70% de las medidas no han estado dirigidas ni focalizadas. Así que, obviamente, hay margen para mejorar esa orientación.

P. ¿Han tenido voluntad política los países?

R. La imagen es mixta. Por un lado, los Estados de la eurozona acordaron lo que debe hacerse, pero en la práctica vemos que no es del todo así. En medio de una situación compleja no es siempre posible de hacer pruebas de orientación perfectas de las medidas de apoyo hacia ciudadanos y empresas. Otro elemento por el que insistimos en que las medidas sean temporales y específicas es la interacción entre la política monetaria y fiscal. El Banco Central Europeo (BCE) está haciendo su parte para hacer frente a la inflación, pero la política fiscal no debe contradecirlo. Por tanto, no podemos optar por un estímulo fiscal general y por eso se necesita una mejor orientación de las medidas.

P. En su diagnóstico sobre España dicen que respaldan sus presupuestos, aunque plantean algunos peros.

R. Nuestra evaluación de que el plan está en consonancia con una orientación fiscal. El aumento del gasto corriente está por debajo del crecimiento potencial de medio plazo. Así que, desde ese punto de vista, vemos que el plan está en línea con nuestra recomendación. Sin embargo, al mismo tiempo, la mayoría de las medidas no parecen estar dirigidas a hogares y empresas. Así que todavía hay, diría, espacio para mejorar.

P. ¿En qué punto está el debate sobre las subvenciones de Estados Unidos al coche eléctrico y los productos intermedios, como parte de la llamada ley de reducción de la inflación?

R. Hemos comunicado nuestras preocupaciones [a EE UU], porque varias medidas parecen ser discriminatorias. Los requisitos en la ley para un número de sectores que tienen contenido local o ensamblaje local, por ejemplo. Estamos en conversaciones. Hemos creado un grupo de trabajo EE UU-UE para analizar el asunto, así que tendremos la oportunidad de hacer balance el 5 de diciembre, en el consejo de Comercio y Tecnología. Ahora nos estamos enfocando en llegar a una solución negociada y esperemos que podamos alcanzarla, en cualquier caso habrá que hacer balance y considerar cuáles deben ser los próximos pasos.

P. Hungría ha dicho que vetará el nuevo paquete de apoyo a Ucrania, de 18.000 millones de euros en préstamos a muy largo plazo. ¿Saldrá adelante?

R. Se habló de la medida en el Ecofin [el órgano que agrupa a los ministros de Finanzas de la UE], cuando se presentó la propuesta, y había un amplio acuerdo entre los Estados miembros de la necesidad y de la urgencia de proporcionar este apoyo financiero a Ucrania. Por eso nuestro objetivo es asegurar los primeros pagos para que lleguen en enero. Hungría estaba también a bordo aunque planteó algunas preguntas sobre cómo se haría, así que estamos ahora trabajando con Hungría y otros Estados para atender esas dudas y preocupaciones, y esperamos resolverlas porque necesitamos avanzar rápido.

P. Dice que Ucrania necesita el dinero con urgencia. Usted estuvo en Kiev la semana pasada, donde una buena parte de la población no tiene gas, calefacción, electricidad o agua. ¿Prevé una nueva oleada de refugiados hacia la UE?

R. No lo excluyo, porque Rusia está apuntando deliberadamente a la infraestructura civil y está destruyendo la infraestructura eléctrica de Ucrania y otras instalaciones de calefacción urbana, y esto crea una situación muy difícil. Brindaremos asistencia para la reparación de equipos, pero no solo una cuestión de dinero. No siempre el equipo destruido está inmediatamente disponible para reemplazo. Es importante que, cuando proporcionemos este respaldo financiero, se prevea apoyo también para estos casos.

P. Desde la invasión de Rusia a Ucrania y la guerra a gran escala, la Comisión Europea ha hablado y tratado de agilizar los acuerdos con otros proveedores y socios comerciales que considera fiables. En este marco y tras la victoria electoral de Lula en Brasil, ¿cree que las conversaciones para el acuerdo con Mercosur podrían volver a la mesa?

R. La agresión contra Ucrania ha reenfocado los acuerdos de libre comercio y la comprensión de que necesitamos construir lazos con estos socios confiables en todo el mundo. Sobre Mercosur, tenemos la intención de comprometernos con la nueva Administración una vez esté completamente establecida, para hacer un balance y ver si existe perspectiva de avanzar en el acuerdo.

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Sobre la firma

María R. Sahuquillo
Es jefa de la delegación de Bruselas. Antes, en Moscú, desde donde se ocupó de Rusia, Ucrania, Bielorrusia y el resto del espacio post-soviético. Sigue pendiente de la guerra en Ucrania, que ha cubierto desde el inicio. Ha desarrollado casi toda su carrera en EL PAÍS. Además de temas internacionales está especializada en igualdad y sanidad.

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