Siemens Gamesa pierde 940 millones en su año fiscal, casi un 50% más, y abre la puerta a más despidos
La empresa española de aerogeneradores, inmersa en una OPA de su matriz alemana, ve aumentar su cartera de pedidos hasta un récord de 35.000 millones de euros
El fabricante español de aerogeneradores Siemens Gamesa, una de las mayores del mundo en ese sector, cerró su ejercicio fiscal (que va de octubre a septiembre) con unas pérdidas netas de 940 millones de euros, casi un 50% más en comparación interanual. Las ventas cayeron un 4%, hasta los 9.814 millones. El año, no obstante, fue de menos a más: su cuarto trimestre (de julio a septiembre) echó el cierre con un beneficio neto de 286 millones, frente a los números rojos de 258 millones de un año antes.
Gamesa navega en un océano de turbulencias. La firma con sede en Zamudio (Bizkaia) arrastra dificultades financieras desde hace años y está inmersa en una OPA de su matriz alemana (Siemens), que pretende sacarla de Bolsa. A finales de septiembre anunció 2.900 despidos en todo el mundo (el 10% de su plantilla), 475 de ellos en España, unas cifras que ahora baraja ampliar. Y estudia la venta de ocho plantas en la Península. A 30 de septiembre, la deuda neta de la empresa ascendía a 1.232 millones de euros.
La dirección del fabricante de aerogeneradores reconoce que el ejercicio fiscal recién concluido ha sido “especialmente” complicado, “marcado por un contexto macroeconómico y geopolítico extremadamente complejo”. Su cambio de plataforma para producir aerogeneradores terrestres, admite, “avanza más despacio de lo previsto” y arrastra un “aumento de costes debido a fallos de componentes y reparaciones en modelos previos”.
En su comunicación a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), la empresa pone énfasis, sin embargo, en la evolución de su cartera de pedidos, que cerró el ejercicio en 35.051 millones de euros, 2.509 más que hace 12 meses. “Esto demuestra una vez más que Siemens Gamesa está bien posicionada para aprovechar el potencial de crecimiento de las renovables, respaldado por la necesidad de garantizar la independencia energética y hacer frente a la emergencia climática”.
En este momento, sin embargo, el gran reto de la compañía no está tanto en esa tarea comercial sino en asegurarse de que el aumento de costes que está encajando se traslade también a sus clientes: “La industria en general está sufriendo una gran presión inflacionaria, que estamos intentando trasladar a nuestros clientes”, ha afirmado la directora financiera de la compañía, Beatriz Puente, en la conferencia de prensa posterior a la presentación de resultados.
Ajustes de plantilla tras la integración
“Sin duda, 2022 ha sido un año muy complicado, pero hemos sentado las bases para lograr un crecimiento rentable y alcanzar nuestra visión a largo plazo”, apunta el nuevo consejero delegado de la empresa, Jochen Eickholt, que asumió el cargo la pasada primavera. “Por delante nos queda un año de transición, todavía marcado por la elevada inflación, las interrupciones en la cadena de suministro y los riesgos geopolíticos. Estos problemas están afectando a toda la industria y podrían poner en peligro la transición energética si no hay un compromiso claro por parte de las autoridades para que la eólica pase a ser un sector estratégico, dado su papel indispensable como pilar del futuro sistema energético”.
Preguntado por si la integración de Gamesa en Siemens Energy obligará a nuevas rondas de despidos, lejos de cerrar la puerta Eickholt ha dejado entrever una “optimización de las estructuras”: “Las que estén duplicadas, tendrán que armonizarse”.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.