El PIB de China repunta un 3,9% en el tercer trimestre, pero sigue por debajo de las expectativas
Aunque el dato remonta el 0,4% de esta primavera, las bolsa del país reaccionan con caídas tras el 20º Congreso del Partido Comunista y la reelección de Xi Jinping para un tercer mandato
Tras el despliegue de fuerza político mostrado por el presidente chino, Xi Jinping, que ha consolidado este domingo un tercer mandato sin precedentes al frente del Partido Comunista y ha nombrado una cúpula de mando a su medida, llega el momento de volver a los asuntos económicos: la segunda potencia del planeta ha registrado un crecimiento del PIB del 3,9% interanual en el tercer trimestre del 2022, por encima de lo esperado en las últimas semanas, pero por debajo de las expectativas de principios de año. El dato, cuya publicación estaba prevista para la semana pasada, fue retrasado hasta este lunes de forma insólita por las autoridades chinas, sin dar explicación alguna, lo que desató la especulación sobre el rendimiento del gigante asiático: un mal número podría arruinar la gran cita política quinquenal en Pekín.
Muchos analistas habían anticipado un dinamismo más apagado debido a la creciente presión de la crisis inmobiliaria, que arrastra meses de caída en los precios de la vivienda, y la persistencia china en la estrategia de cero covid, que implica testeos masivos de la población y cierres totales o parciales de ciudades en cuanto se detecta algún caso. En el segundo trimestre del año, cuando se estrechó el cerrojo antipandémico durante más de dos meses sobre la megaurbe financiera de Shanghái, el PIB del país se resintió: creció un exiguo 0,4% interanual. En esos momentos, el país se batía contra su peor ola de contagios desde 2020.
El gigante asiático acumula además un crecimiento del 3% en los tres primeros trimestres de este año, según otra de las cifras facilitada este lunes por la Oficina Nacional de Estadística. La mayoría de instituciones financieras internacionales consideran ya poco probable que el país alcance el objetivo marcado a principios de año por Pekín del 5,5%, que era ya una cifra extraordinariamente baja, la menor en tres décadas, si se exceptúa el fatídico 2020.
El dato del 3% “no ha sido tan horrendo como algunos sospechaban, pero no es para nada un buen crecimiento para los tres primeros trimestres”, señala Victor Shih, experto en política bancaria y fiscal de China en la Universidad de California en San Diego. La cifra está “muy por debajo del objetivo de crecimiento que el partido se propuso a principios de año”. Prevé turbulencias en el horizonte: “Creo que la dinámica de la deuda en China en este momento es muy poco saludable y bastante vulnerable a los shocks externos”, cuenta el analista este lunes en un encuentro en línea con corresponsales.
El Fondo Monetario Internacional rebajó hace dos semanas su pronóstico para China hasta el 3,2%; poco antes, el Banco Mundial predijo que se quedaría en un 2,8% y auguró que este país dejaría de ser el motor económico de Asia-Pacífico, al crecer menos que el resto de los vecinos de la región por primera vez desde 1990. También, dijo, quedará lejos del 8,1% de crecimiento registrado en 2021.
Entre los motivos que esgrimen estas dos instituciones con sede en Washington se encuentra la perseverancia en la estrategia de cero covid. A pesar de que esta política ha enjaulado a China, aislándola del resto del mundo, el presidente Xi no ha hecho guiños sobre una posible relajación a lo largo del 20º Congreso, como muchos esperaban. Al contrario, defendió unas medidas que subrayan “la primacía del pueblo y de la vida” durante el discurso inaugural del cónclave comunista.
Los mercados chinos han reaccionado con tormenta este lunes de resaca política y desayuno con datos económicos. El índice Hang Seng de la bolsa de Hong Kong se ha hundido un 6,36%, sumando la caída al desplome del viernes pasado, cuando ya se derrumbó a cotas desconocidas en 13 años. Los gigantes Alibaba y Tencent, dos de las joyas de la corona tecnológica china, cayeron más del 11%. En las bolsas de Shanghái y Shenzhen las pérdidas han superado el 2%.
Entre los datos económicos publicados este lunes hay registros mixtos. Las ventas al por menor chinas aumentaron en septiembre un 2,5% interanual (frente al 5,4% de agosto y por debajo de lo esperado en las predicciones de Reuters). La producción industrial, sin embargo, ha estado por encima de los pronósticos: creció un 6,3%, señalando el camino de la recuperación tras las disrupciones logísticas de la pandemia en los últimos meses.
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