La filial inmobiliaria de La Caixa compra la sede histórica de la caja en Madrid por 239 millones
La operación, que se espera completar en seis meses y por la que se interesaron medio centenar de compañías, aportará a CaixaBank una plusvalía de 69 millones
CaixaBank se desprende de la que durante casi medio siglo fue su sede en Madrid, aunque el edificio no acabará en manos muy lejanas. Según ha anunciado el banco este viernes a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), la ganadora del proceso de venta ha sido Inmo Criteria (conocida comercialmente como InmoCaixa). Es decir, la filial inmobiliaria de la Fundación La Caixa, que es accionista a su vez de un 30% del banco. CaixaBank recibirá 238,5 millones por el inmueble ubicado en el número 51 del paseo de La Castellana, un importe récord en el mercado de oficinas de Madrid, ya que supone pagar a casi 13.000 euros el metro cuadrado.
La operación, adelantada por El Confidencial, había suscitado un gran interés en el sector. Según el informe de la comisión de auditoría y control del banco, participaron más de medio centenar de inmobiliarias, fondos y otros vehículos de inversión. El informe, necesario al tratarse de una operación vinculada con una empresa del grupo, justifica precisamente la idoneidad de la venta a Inmo Criteria, de la que dice que aportaba las mayores garantías para preservar la marca y los intereses del banco. También ofreció la mayor suma, aunque la comisión de auditoría la ve justificada a la vista del resto de ofertas presentadas, que fuentes del mercado cifran en torno a 15. Para CaixaBank supondrá un impacto neto de 69 millones en sus resultados cuando se complete el proceso.
Antes deberán salir los inquilinos actuales, lo que se espera que suceda en lo que resta de año. No lo hará Criteria (el holding inversor de Fundación La Caixa), que ocupa la segunda planta del edificio, ya que el respeto a su contrato de arrendamiento era una de las condiciones para la venta. La ubicación del edificio, en pleno distrito financiero de Madrid, sedujo a inversores internacionales como JP Morgan y el fondo soberano de Singapur (GIC), o nacionales como la inmobiliaria patrimonialista GMP. El asesoramiento de la operación correspondió en exclusiva a la consultora CBRE.
Los alrededor de 12.778 euros pagados por metro cuadrado (la superficie del inmueble supera los 18.700 metros cuadrados) suponen un hito de acuerdo con las citadas fuentes del mercado. Solo la Torre Foster (actual Torre Cepsa) lo superó en su día, argumentan, pero se trataba de un activo muy diferente: uno de los cuatro rascacielos que cierran la Castellana por el norte, firmado por un arquitecto estrella y completamente nuevo. Si al precio que estaban dispuestos a pagar muchos ofertantes se suman las inversiones para actualizar el inmueble, el importe final superaría el de aquella operación.
Tras la absorción de Bankia, señala el informe elaborado por el banco, CaixaBank tenía un “exceso de capacidad en Madrid”. Por eso sus empleados se han ido mudando a las Torres Kio, sede de la antigua Caja Madrid (luego integrada en Bankia). En la decisión final de venta también ha influido “la adecuada gestión de la oficina comercial de la entidad en esa localización”. CaixaBank tiene una sucursal en el bajo, cuyo futuro dependía de lo que decidiera el comprador. Esa frase de la comisión de auditoría sugiere que se mantendrá donde está. Y la resolución tuvo en cuenta que la oferta de Inmo Criteria aporta “valor adicional a CaixaBank en aspectos como son las marcas o signos distintivos presentes en el edificio”. Pese al cambio de propietario, la estrella azul de La Caixa no se moverá de su histórica sede en la capital.
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