Escrivá propone un sistema de cotizaciones decreciente hasta 2025 para los autónomos que menos ganen

Un día después de reunirse con los sindicatos y las organizaciones más representativas del colectivo de autónomos, el Ministerio de Seguridad Social ha facilitado a los agentes sociales más detalles sobre la enésima propuesta sobre el sistema de cotización por ingresos reales con la que pretende dar por resuelta la negociación. Se trata de una proposición que mantiene las líneas generales del documento facilitado el lunes ―en el que se contemplan cuotas de entre 230 y 590 euros al mes―, y donde se concretan las aportaciones para los ejercicios 2023, 2024 y 2025 en función de los tramos de rendimientos netos. Hasta llegar a los valores finales, los trabajadores por cuenta propia con rentas más bajas comenzarían abonando 245 euros mensuales, y verían menguar esta cantidad en los próximos dos años; mientras que aquellos con facturaciones más elevadas se iniciarían en los 500 euros, e irían incrementando su aportación a la Seguridad Social progresivamente. Es decir, los autónomos que menos facturen tendrían un sistema de cuotas decrecientes hasta 2025 y los que más ganan una senda creciente hasta final del periodo.

La presentada este martes es una oferta que incorpora la evolución de las cuotas en el próximo trienio, tal y como demandaron en el encuentro de ayer los colectivos de autónomos, y que nuevamente ha sido bien recibida por la mayoría. “La negociación está llegando a su fin. Tenemos mucha confianza, pero estamos en momentos cruciales. Llevamos más de un año trabajando en esta reforma estructural que va a provocar un cambio cultural”, ha indicado Lorenzo Amor, presidente de la Federación de Asociaciones de Trabajadores Autónomos (ATA). El máximo representante de esta organización ―integrada en la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE)― ha adelantado que es probable que el esquema definitivo acabe pactándose “a lo largo de esta semana”.

El presidente de la Unión de Profesionales y Trabajadores Autónomos (UPTA), Eduardo Abad, por su parte, ha señalado que esta propuesta progresiva “se ajusta mucho” a sus demandas, y que sería “una auténtica irresponsabilidad no hacer el cambio definitivo del modelo de cotización” para los autónomos, puesto que el sistema actual es “absolutamente injusto” y “solo beneficia a los autónomos con las rentas más altas”. “Todos los que estamos en el fragor de la negociación debemos tener en el punto de mira a los autónomos con menos ingresos”, ha añadido.

Sin embargo, fuentes de la Unión de Asociaciones de Trabajadores Autónomos y Emprendedores (UATAE) lamentan que “con la nueva propuesta no se mejoran las cuotas de los tramos inferiores” y denuncian que “con una aplicación a tres años se impide que aquellos que menos ingresan puedan ver reducida su cuota desde el primer momento de su aplicación”. Junto a este reproche, estas mismas fuentes consideran que tras la fijación de un sistema de cotización por ingresos reales, una vez culmine el periodo de transición de nueve años, “se deben abordar también mejoras en protección social” para este colectivo.

Límite temporal

Según la propuesta elaborada por el departamento que dirige José Luis Escrivá, los trabajadores por cuenta propia con ingresos iguales o inferiores a 670 euros tendrían que abonar una cuota de 245 euros en 2023 (que resultaría 49 euros inferior a la actual); de 237 euros en 2024 (57 euros inferior a la actual); y de 230 euros en 2024 (64 euros inferior a la actual). Con este nuevo sistema, de los 15 tramos de rendimientos con los que cuenta el pretendido esquema de cotización, aquellos trabajadores enmarcados en los primeros seis (entre 670 y 1.700 euros al mes, la rama más numerosa), se verían especialmente beneficiados.

Por el contrario, y atendiendo a otra de las demandas de algunas organizaciones, aquellos autónomos con rentas más elevadas (más de 6.000 euros) pasarían a tener que contribuir en mayor medida dentro de este nuevo paradigma de cotizaciones: empezarían con una cuota de 500 euros al mes en 2023; que subiría hasta los 530 en 2024 y los 590 en 2024. Al final de este recorrido de tres años, la cuota a pagar sería 296 euros mayor que la que abonan actualmente.

A falta de que se redacte el texto normativo definitivo, de resolverse favorablemente a lo largo de esta semana, el Gobierno cumpliría con los tiempos acordados con Bruselas antes del 30 de junio (este jueves), aunque la norma debe ser aprobada por el Ejecutivo y tramitada posteriormente en el Parlamento, lo que retrasaría su entrada en vigor hasta 2023.