Canarias quiere ser el paraíso de las ‘start-ups’
El archipiélago extiende las ventajas fiscales a las empresas innovadoras que creen trabajo estable
Menos impuestos a cambio de empleo estable. Esta es la receta que usará Canarias para atraer start-ups y dar oxígeno a una economía muy castigada por la pandemia. Según ha adelantado el presidente de la Zona Especial Canaria (ZEC), Pablo Hernández, las empresas innovadoras dedicadas al sector de la ciencia, la tecnología y las actividades audiovisuales ya no tendrán que hacer una inversión mínima en activos para gozar de la tributación reducida en el impuesto de sociedades que ofrece el archipiélago. Eso sí, tendrán que crear empleo de calidad y mantenerlo.
El acuerdo se basa en un do ut des. Las start-ups adscritas a la ZEC ―zona de baja tributación prevista para una serie de actividades― podrán beneficiarse de la tributación al 4% que ofrece la zona, frente al 25% del resto de España, sin la inversión en activos que se pedía hasta ahora. Esta es de 50.000 euros para Tenerife y Gran Canaria, y de 100.000 euros en La Gomera, El Hierro, La Palma, Fuerteventura y Lanzarote. En cambio, deberán crear al menos seis puestos de trabajo en las dos islas mayores; cuatro en las demás. Los contratos deberán ser indefinidos y la plantilla no podrá reducirse durante cinco años.
El cambio normativo ya ha sido aprobado y entrará en vigor en unos 10 días, después de su publicación en el Boletín Oficial del Estado (BOE), según calcula la ZEC. Su efecto será retroactivo, en el sentido que podrán beneficiarse de ello también las start-ups ya instaladas en la zona que tienen pendiente justificar la inversión, un trámite por el cual se concede un plazo de dos años.
Hernández ha hecho el anuncio en el South Summit, el evento anual en el que se encuentran emprendedores, inversores y start-ups y que se está celebrando estos días en Madrid. El acuerdo quiere facilitar la llegada de negocios que no necesitan grandes inversiones y son intensivos en mano de obra, como los videojuegos o el procesamiento de datos, pero que tienen potencial para ser rentables, crear puestos de trabajo y diversificar la economía.
En concreto, las ventajas fiscales se ampliarán a aquellas actividades inscritas en las secciones J y M de los códigos NACE, la nomenclatura europea para actividades económicas. Estos son servicios web y de procesamiento de datos, productoras cinematográficas, de televisión, música y estudios de animación y videojuegos, y otras de tipo científico, biotecnológico y vinculadas a las energías renovables, la industria marítima y aeroespacial, según enumera la ZEC en una nota. La empresa que quiera beneficiarse de la tributación reducida tendrá que presentar un informe argumentado al Consejo Rector de la ZEC, que lo evaluará.
Un ecosistema a afianzar
De esta manera, Canarias busca un filón más del que tirar tras un periodo nefasto para su economía. La pandemia se ha cebado con más virulencia en aquellos territorios más dependientes de la actividad turística y de los viajeros internacionales, representados en España por los dos archipiélagos. Los datos lo dejan negro sobre blanco: el mordisco al PIB de Canarias y Baleares en 2020 superó con creces la media nacional. Las nuevas variantes del coronavirus tampoco han permitido una recuperación rápida como se esperaba, y la erupción del volcán de La Palma ha dado la puntilla a un equilibrio ya delicado.
Con la ampliación de las ventajas fiscales para las start-ups, Canarias también pretende afianzar e impulsar un ecosistema de empresas tecnológicas y negocios emergentes. La ZEC subraya que el archipiélago, aunque esté lejos de los números de Madrid o Barcelona, es la segunda región que más talento digital ha captado en términos porcentuales en los últimos ejericios, solo por detrás del País Vasco. Desde 2019 hasta el primer trimestre de este año, según el Instituto Nacional de Estadística (INE), el alza ha sido del 32%, con un saldo de 22.000 trabajadores tecnológicos en activo.
Esta estrategia se inscribe en una más amplia, a nivel nacional. El Gobierno ya ha aprobado la primera ley de start-ups, con el objetivo de reducir las trabas burocráticas y atraer capital a través de beneficios fiscales y facilidades al emprendimiento. Esta semana, en el marco del South Summit, la vicepresidenta primera Nadia Calviño ha prometido acelerar su tramitación en el Parlamento, para que esté lista a finales de año.
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