Las nuevas instalaciones de autoconsumo se duplicaron en 2021
El sector industrial sigue siendo el más activo pero el residencial ya le pisa los talones, según los datos de la UNEF. Los precios récord de la luz y la eliminación de trabas burocráticas auguran años de fuerte crecimiento
2021, un año de precios récord de la luz, fue especialmente prolífico para el autoconsumo en España, con 1.203 megavatios (MW) de nueva capacidad instalada. Esa cifra, desvelada este lunes por la Unión Española Fotovoltaica (UNEF, la patronal del sector) supone más que duplicar la potencia añadida al sistema en 2020, cuando fueron apenas 596 MW, y confirma un auge importante con un enorme recorrido en los próximos ejercicios: aunque con años de retraso respecto a otros países, el autoconsumo parece al final echar raíces en España.
La patronal fotovoltaica se muestra convencida de que la tendencia creciente continuará en los próximos ejercicios. Tras la eliminación en 2018 del llamado impuesto al sol —el recargo que gravaba a los hogares que optaban por esta alternativa y que se mantenían conectados a la red para poder consumir electricidad en las horas en las que no generaban lo suficiente—, las cifras de nuevas instalaciones no han dejado de crecer, casi triplicándose entre 2019 (cuando se añadieron solo 459 MW de nueva capacidad instalada) y 2021.
El 41% de la nueva capacidad se correspondió con el sector industrial. Aunque todavía es el primer destino de las nuevas instalaciones, su peso bajó frente al 56% de 2020. La UNEF, sin embargo, cree que en los próximos meses recuperará parte del brío perdido, a medida que se vayan ejecutando los proyectos financiados con los fondos europeos de recuperación. Con todo, el organismo pone especial énfasis en el “espectacular” despliegue del autoconsumo en viviendas, que casi se dobló respecto al año precedente y que pasó de suponer el 19% de las nuevas instalaciones en 2020 al 32% en 2021. El 26% restante fue en el sector comercial, que elevó su peso desde el 23% de los doce meses precedentes.
Apenas el 1% del total de megavatios añadidos en 2021 fue en instalaciones aisladas, edificios no conectados a la red, en la que las placas solares o los generadores son la única alternativa de suministro. El resto utilizan la electricidad que generan sus placas en las horas de sol y venden sus excedentes a la red.
“Las nuevas regulaciones, muy favorables, y los altos precios de la electricidad impulsaron estos aumentos”, explica el director general de la patronal, José Donoso, que cree que “los particulares se han dado cuenta de que su dinero está mejor en sus tejados que en sus bancos”. Además, subraya, están empezando a ponerse en funcionamiento los primeros proyectos de autoconsumo colectivo, una tendencia que irá aumentando e impulsará todavía más al sector.
La UNEF también apunta a la progresiva eliminación de las trabas administrativas y a la proliferación de incentivos locales —como la reducción del IBI que un número no menor de Ayuntamientos aplica sobre los edificios que optan por esta solución— como factores esenciales en el hecho de que “cada vez más particulares” hayan dado el salto al autoconsumo. Según sus datos, 14 de las 17 comunidades autónomas ya han eliminado la necesidad de pedir una licencia de obras para instalar placas solares en el tejado.
Sin embargo, frenos regulatorios al margen, el mayor obstáculo que encuentran quienes optan por el autoconsumo es el bajo precio al que la mayoría de eléctricas compran los excedentes que vuelcan a la red en los tramos horarios en los que generan más de lo que consumen. Unos valores en muchos casos irrisorios respecto a los precios que actualmente marca el mercado mayorista.
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