El Gobierno y los transportistas alcanzan un principio de acuerdo para desconvocar la huelga de los días 20, 21 y 22 de diciembre
Los camioneros consiguen reivindicaciones históricas, como la estabilización del precio del gasóleo en los contratos de transporte y la prohibición de la participación del conductor en las operaciones de carga y descarga
El Comité Nacional del Transporte por Carretera (CNTC) y el ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana han alcanzado a las diez de la noche de este viernes un principio de acuerdo que ha llevado a la desconvocatoria de la huelga programada para los días 20, 21 y 22 de diciembre. Este paro, que podría haber dificultado el suministro en fechas claves antes de las fiestas, fue convocado el pasado noviembre para protestar por el encarecimiento de los carburantes y las condiciones laborales que está sufriendo el sector desde hace años. Entre otras medidas, el pacto establece la estabilización del precio del gasóleo en los contratos de transporte y prohibir la participación del conductor en las operaciones de carga y descarga, reivindicaciones históricas de estos trabajadores.
La ministra de Transporte, Raquel Sánchez Jiménez, ha celebrado la noticia y ha calificado el acuerdo como histórico, ya que mejora las condiciones de un sector esencial y estratégico para la actividad económica. “Había que garantizar que estos trabajadores ejerzan su actividad en condiciones equilibradas. Este pacto contribuye a ofrecer un marco de certidumbre a la ciudadanía en fechas tan importantes como las Navidades”, ha añadido. Los transportes aportan cerca del 5% del PIB nacional y emplean a 1,2 millones de profesionales. Asimismo, el 95% del movimiento terrestre de mercancías en España se realiza por carretera, y el 70% de las exportaciones españolas a la UE viajan en camión.
Entre las líneas rojas marcadas por el Comité Nacional destaca la prohibición de la carga y descarga de las mercancías por parte de los conductores, salvo aquellas excepciones lógicas por la naturaleza del género (portavehículos y paquetería, entre otros). Según estos trabajadores, no es aceptable tener que mover toneladas de un camión después de ocho horas de conducción. Las patronales han achacado siempre este problema a la estructura del sector, formado mayoritariamente por empresas pequeñas y autónomos que tienen un ínfimo poder de negociación con los clientes.
En segundo lugar, el ministerio se ha comprometido a incorporar de forma imperativa en la Ley la cláusula de estabilización del precio del gasóleo en los contratos de transporte, sin posibilidad de pacto en contrario. Otra reclamación que el sector lleva años persiguiendo para equilibrar las relaciones de los transportistas con los clientes. Los conductores autónomos o aquellos empleados en pequeñas sociedades lamentan que este encarecimiento se ha repercutido hasta el momento sobre ellos, obligándoles a recortar gastos y a alargar las revisiones de los vehículos. Entre sus exigencias, la patronal ha conseguido también reducir a la mitad los tiempos de espera, a partir de los cuales el transportista tendrá derecho a una indemnización.
En cuanto al posible aumento de la capacidad de carga de los camiones, cualquier modificación se hará de forma progresiva y solo en determinadas especialidades del transporte, siempre con la participación del CNTC, medida adoptada en aras de la sostenibilidad y eficiencia, y como manifestación del compromiso del sector del transporte con la mejora del medioambiente.
Entre las reivindicaciones del Comité Nacional, figuraban también la construcción de áreas de descanso seguras y la no implementación de la euroviñeta, una forma de peaje que se aplicará a los vehículos pesados de más de 12 toneladas. Otra batalla ganada por las asociaciones, puesto que el ministerio se ha comprometido a no implantar peajes al transporte pesado sin el consenso del CNTC.
Reivindicaciones históricas
En los últimos días, las posturas de las dos partes se habían acercado. Aun así, según los camioneros, las medidas planteadas por el Gobierno no eran suficientes, así que los transportistas pretendían un compromiso por escrito. El secretario general de la Federación Nacional de Asociaciones de Transporte de España (Fenadismer), Juan José Gil, ha explicado esta semana en conversación con este periódico que se había llegado a acordar que las medidas para mejorar las condiciones de trabajo de los transportistas se aprueben por decreto ley dentro de 60 días. No obstante, hacía falta concretar estas normas. Por ello, este pasado miércoles algunas asociaciones de transportistas celebraron una marcha lenta de 30 camiones en Madrid bajo el lema SOS: El Transporte dice basta ya para dar visibilidad al problema.
La Asociación del Transporte Internacional por Carretera (ASTIC) recalca que el paquete de medidas acordadas va en la doble dirección que desde el inicio se ha estado buscando por parte del CNTC, y que, ante la falta de respuestas durante varios años, le habían obligado a convocar un paro sectorial. Esta doble vía comprende “la dignificación de la figura profesional del conductor” y “el aseguramiento de que las empresas transportistas puedan seguir manteniendo los empleos mediante la conservación de unos márgenes que se lo permitan”, ha indicado la organización en un comunicado.
Antonio Villaverde, vicepresidente de la Federación Española de Transporte Discrecional de Mercancías (Fetransa) se ha mostrado satisfecho por el acuerdo cerrado, sobre todo al tratarse de reivindicaciones históricas del sector. No obstante, matiza que no se ha conseguido el 100% de las reclamaciones planteadas, sobre todo con respecto a la regulación de los precios del carburante. “Habría que establecer por ley que ningún transportista pueda trabajar a pérdidas, es decir que gane por debajo de sus gastos, algo que está ocurriendo a menudo. Pero reconozco que es una medida complicada de realizar a nivel legislativo”, zanja.
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