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Alemania recorta su previsión de crecimiento para este año por los problemas de oferta y el encarecimiento de la energía

El Gobierno anticipa una expansión mayor en 2022, a medida que se vayan superando los cuellos de botella en las cadenas de suministro y los precios energéticos den una tregua

Crecimiento eurozona
Un operario trabaja en la fábrica de Volkswagen en la ciudad de Dresde (este de Alemania).Liesa Johannssen-Koppitz (Bloomberg)

El ministro de Economía alemán, Peter Altmaier, eligió el escenario de un programa matinal de noticias de la segunda cadena de televisión pública (ZDF) para confirmar este miércoles lo que ya era una realidad en el mundo político, empresarial y financiero del país. “El crecimiento de este año será menor de lo que todos imaginábamos”, dijo el ministro y admitió indirectamente las previsiones ya filtradas del Gobierno sobre el crecimiento económico en Alemania.

Según fuentes internas, Berlín espera un aumento de solo el 2,6% en 2020, en lugar del 3,5% previsto en primavera, tras el desplome del producto interior bruto inducido por la pandemia. Según el ministro, que ocupa desde el lunes el cargo de forma interina hasta que el nuevo Gobierno asuma las riendas del país probablemente en la primera semana de diciembre, las perturbaciones de las cadenas de suministro mundiales obligaron al Ejecutivo a rebajar sus proyecciones de crecimiento.

Altmaier citó la escasez de materias primas y el aumento de los precios de la energía como razones de esta corrección a la baja. La economía alemana está creciendo con fuerza, dijo el jefe de departamento saliente. “Pero solo se convertirá realmente en un boom el año que viene, con más del 4%”. Según fuentes internas, el Gobierno espera concretamente un crecimiento del 4,1%, medio punto más de lo que se pensaba.

El ministro también mencionó una escasez de bienes intermedios única en la historia. Sin embargo, según Altmaier, un requisito previo para un fuerte crecimiento en el próximo año es que las cadenas de suministro internacionales se estabilicen. Mencionó, por ejemplo, la necesidad de producir más microprocesadores (chips) en Europa.

“La demanda de productos alemanes en los mercados mundiales sigue siendo alta. Si los cuellos de botella de la oferta desaparecen gradualmente, habrá importantes efectos de recuperación en 2022″. Asimismo, el país prevé registrar una inflación de 3% en 2021, la más alta desde 1993. En septiembre, la tasa de inflación fue del 4,1%, alimentada principalmente por el aumento de los costes energéticos.

Durante la entrevista, el ministro admitió que se espera que la economía alemana recupere y supere su nivel anterior a la pandemia a finales del primer trimestre de 2022. “Un trimestre más tarde de lo que se suponía en un principio”, reconoció Altmaier. “El requisito previo, por supuesto, es que la trayectoria de crecimiento no se estanque en los próximos meses”. Esto se debe, según el ministro, a que el fuerte aumento de las cifras de contagio del virus podría tener efectos económicos negativos, incluso sin un nuevo cierre. “Nos enfrentamos a un segundo invierno pandémico”, afirmó el político de la CDU. Por ello, dijo, es importante seguir usando mascarillas y observar las normas de precaución.

Más costes

La nueva proyección de crecimiento coincide con una serie de noticias negativas para la mayor economía europea. El indicador de clima empresarial del instituto alemán Ifo cayó en octubre por cuarto mes consecutivo, con un deterioro en el sentimiento de los sectores de servicios, manufactura y comercio, mientras que la construcción fue el único que mejoró. “Los problemas de suministros le están causando dolores de cabeza a las empresas”, escribió el presidente de Ifo, Clemens Fuest, en un comunicado.

Con la caída en los suministros, los costes han crecido con fuerza en la locomotora europea. Los precios de la industria subieron un 14,2% interanual a septiembre, un incremento inédito desde la década de los setenta. Otros indicadores también cayeron: las exportaciones alemanas lo hicieron en agosto por primera vez desde abril de 2020, en pleno confinamiento. La producción industrial, por su parte, bajó el 4% en agosto y los nuevos pedidos perdieron un 7,7% ese mismo mes.

Presionados por los prolongados atascos en el suministro de componentes, materias primas y transporte, “otras proyecciones de la economía serán revisadas a la baja”, vaticinó Ulrich Kater, economista jefe del DekaBank. Semanas atrás, los principales institutos económicos del país (DIW,Ifo, IfW, IWH y RWI) recortaron sus proyecciones de crecimiento para este año a 2,4%, desde una previsión inicial de 3,7%. Pero esas mismas instituciones señalaron que los efectos de la pandemia y los atascos serán “superados gradualmente” en 2022, lo que las llevó a elevar sus previsiones para ese ejercicio a 4,8% desde una proyección inicial de 3,9%. “Ahora es mucho más importante que el nuevo Gobierno reduzca obstáculos y cargas, y ponga énfasis en la innovación para evitar frenar la recuperación económica”, zanjó el ministro Altmaier.

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