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Edouard Carmignac: “He puesto al alcance de los inversores todo tipo de mercados”

El famoso gestor de fondos francés prepara su adiós de forma progresiva. No se plantea vender la firma que fundó en 1989 y quiere dejar a su hija un equipo bien ensamblado y rejuvenecido

David Fernández
Edouard Carmignac, en una foto cedida por la gestora.
Edouard Carmignac, en una foto cedida por la gestora.Antoine Doyen (Antoine Doyen)

Edouard Carmignac (París, 1947) atiende a EL PAÍS por videollamada desde su despacho en la plaza Vendôme. Se le ve contento. Tras años difíciles, la gestora vuelve a generar rentabilidades y recupera los 40.000 millones de euros en activos bajo gestión.

Pregunta. En los últimos meses están promocionando el concepto Carmignac comeback (el regreso de Carmignac). ¿Qué significa? ¿Dónde se fueron para volver ahora?

Respuesta. Una dificultad que tienen las empresas familiares de cualquier sector, y particularmente en el mundo de la gestión de activos, es el relevo generacional. Es un proceso complicado y la mayoría de los grupos acaban vendiéndose. Siempre me he resistido a esa opción porque sería la peor salida para nuestros clientes. Muy pocas gestoras han tenido éxito tras perder su independencia con una venta. Por eso, en los últimos años mi papel ha sido reu­nir un equipo de primera y asegurarme de que eran capaces de trabajar bien juntos. Me ha llevado un poco más tiempo del que pensaba, pero los resultados logrados en los últimos años confirman que el resultado es positivo.

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P. ¿Ya tiene prevista la fecha de su retirada?

R. Todavía me divierte lo que hago y creo que soy útil. Tengo la suerte de tener una hija muy capacitada, con ganas de llevar la empresa junto a un equipo muy rejuvenecido. Una vez que sienta que la gestora puede continuar sin mí me iré retirando, pero será de manera progresiva. En esa decisión siempre estará presente arriesgar lo menos posible el dinero que los clientes nos han confiado. Es una responsabilidad que no se puede tomar a la ligera.

P. Además de renovar el equipo, ¿ha cambiado en algo la filosofía de inversión?

R. La idea principal se mantiene. Es decir, es importante que los clientes, cuando invierten con nosotros, tengan una visión asimétrica del riesgo que asumen. Nuestros objetivos son, en primer lugar, que tengan buenos resultados a largo plazo cuando los mercados sean alcistas, y, en segundo término, protegerlos cuando hay volatilidad.

P. Parece que el final de la crisis está más cerca con la vacunación. ¿Cree que el mundo que vendrá será el mismo al que había antes de la covid?

R. Erradicar la pandemia llevará más tiempo del que nos pensamos. Creo probable que nos tengamos que vacunar varios años. Dicho esto, creo que el mundo que viene será diferente. Los modos de consumo y de trabajo que ha potenciado la pandemia van a permanecer en gran medida. En este último año ha quedado patente que muchas empresas pueden trabajar eficientemente con mucha menos gente. Y eso, de momento, no está en la mentalidad del consenso. Habrá disrupciones que ahora son difíciles de cuantificar porque muchas empresas están siendo mantenidas de forma artificial por los gobiernos y van a terminar quebrando. Otro tema donde el virus dejará huella es en el turismo. No veo a los ingleses dispuestos a conformarse con el sol de Brighton. Pero los viajes de negocios no creo que vuelvan al nivel previo a la crisis. Cuando, como en nuestro caso, se gestionan los ahorros de tanta gente, es importante tener presente que muchas cosas habrán cambiado.

P. ¿Cómo ve la economía mundial?

R. En el pasado, siempre que hubo una crisis se echó mano del apoyo monetario. Los bancos centrales bajaban los tipos y era suficiente. En esta ocasión, por el componente sanitario de la recesión, también asistimos a políticas fiscales muy expansivas. La sorpresa es que a pesar de que la reapertura de la economía mundial ya está en marcha, los impulsos de ambos tipos se mantienen. Y creo que van a seguir. En EE UU ya hemos visto el plan de Biden. En Alemania y en Francia, ni la CDU ni Macron tienen segura la victoria en las siguientes elecciones, por lo que van a seguir apoyando la actividad. Otro tanto ocurre en Italia, donde la credibilidad de Draghi le permite obtener muchos recursos para estimular su economía. La situación en España es un poco más incierta, aunque tengo la esperanza de que el resultado electoral en Madrid ponga un rumbo más claro a la situación política.

P. ¿Teme un repunte de la inflación con tantos estímulos?

R. Es inevitable que con las reaperturas de las economías haya tensiones en los precios. Sobre todo ahora que hay escasez en toda la cadena de suministro, especialmente en semiconductores. Sin embargo, es una posibilidad que ya está descontada por el mercado. A mí lo que me preocupa es qué va a pasar después de que las cadenas de producción se hayan normalizado. Y ahí es donde para mí el repunte de la inflación no es tan claro. Los cambios disruptivos que antes comentaba han reducido los precios y con el alza del desempleo la demanda quizás sea menor. Además, mi experiencia me dice que tras el rebote cíclico de las economías suele haber mucho sobrealmacenaje en las empresas.

P. Y en este contexto, ¿cuál es su estrategia de inversión?

R. Veo dos riesgos. El primero es que el crecimiento económico tras la normalización no sea tan sostenible como muchos piensan hoy. El segundo, que los bancos centrales empiecen a ser menos generosos con los estímulos. Este es un riesgo que no hay que descartar. No veo tanto que los tipos de interés suban mucho, porque entonces muchas empresas y Estados quebrarían. Lo que sí puede pasar es que, si la inflación sube un poco, los intereses nominales de los tipos también subirán. La liquidez ha sido tan abundante que si hay un cambio podría haber un susto en el mercado.

P. ¿Cómo ha colocado las carteras para la etapa que deje atrás la crisis del coronavirus?

R. La parte más cíclica del mercado, la que anticipa un mayor crecimiento, ya ha descontado el cambio de escenario y no nos parece oportuno aumentar nuestra exposición a este tipo de empresas. En cambio, nos siguen pareciendo interesantes valores ligados a la tecnología o la salud.

P. ¿Qué legado le gustaría dejar en el mundo de la inversión?

R. Me gustaría ser recordado como un gestor que ha contribuido a democratizar, a poner al alcance de los inversores, cualquier tipo de mercado, con independencia de cuál sea su patrimonio.

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Sobre la firma

David Fernández
Es el jefe de sección de Negocios. Es licenciado en Ciencias de la Información y tiene un máster en periodismo por EL PAÍS-UAM. Inició su carrera en Cinco Días y desde 2006 trabaja en EL PAÍS, donde se ha especializado en temas financieros. Ha ganado los premios de periodismo económico de la CNMV, Citigroup, Aecoc y APD.

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