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Sin noticias de los ansiados turistas británicos

Los destinos españoles no notan todavía un aumento significativo de las visitas por la cuarentena obligatoria que deben guardar los viajeros a su regreso al Reino Unido

Una pasajera camina por la terminal 4 del aeropuerto de Barajas, este lunes.
Una pasajera camina por la terminal 4 del aeropuerto de Barajas, este lunes.Eduardo Parra (Europa Press)

Casi sin noticias de los turistas británicos. Ese es el resumen del día uno tras la nueva orden del Gobierno español que permite a los viajeros del Reino Unido entrar en el país sin restricciones ni pruebas diagnósticas de coronavirus. Los principales destinos no notan un aumento significativo de las visitas, al menos por el momento, debido al freno que suponen los controles obligatorios a su regreso. “Cuando volvamos tendremos que hacer cuarentena 10 días. A mí ya me han puesto la primera dosis de la vacuna y la segunda me la pondrán el 1 de julio”, se quejaba este lunes Gabin a su llegada a Mallorca procedente de Mánchester.

En Baleares, la eliminación del freno a la movilidad para los viajeros del Reino Unido no ha tenido un especial impacto. En el aeropuerto de Son Sant Joan de Palma apenas había programadas tres llegadas, de aviones procedentes de Mánchester, Newcastle y Londres, que han aterrizado prácticamente con la mitad del pasaje para el que tienen capacidad. Algo similar a lo vivido en los principales aeródromos canarios (Tenerife Sur y el de Gran Canaria), donde las salas estaban vacías y solo había programado un vuelo en cada una de las dos instalaciones, ambos por la mañana, con origen en el Reino Unido. Los principales hoteleros, de hecho, descartan que se noten variaciones en la recepción de clientes al menos hasta julio.

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A los pasajeros procedentes de Reino Unido tan solo se les ha pedido que rellenen un formulario en el que tienen que especificar el lugar en el que se quedan alojados y sus datos de contacto. “Nosotros vivimos en Mallorca. Hemos estado haciendo la cuarentena en Inglaterra y ahora al regresar no nos han pedido nada, pero en el aeropuerto te juntas con viajeros de otros lugares que sí tienen que presentar la prueba PCR”, señalaba Claire, otra viajera que ha llegado con sus dos hijos a los que sí les han tomado la temperatura. A pesar de que el aeropuerto parece algo más animado, el impacto de estos viajeros es casi testimonial comparado con años anteriores a la pandemia. De hecho, la mayor parte de las operaciones son vuelos domésticos o procedentes de ciudades de Alemania.

El Gobierno británico, mientras tanto, mantiene el envite y los mensajes del Ejecutivo siguen siendo restrictivos. Este lunes fue el turno de la secretaria de Estado de Empresa del Reino Unido, Anne-Marie Trevelyan, que se mostró tajante: “La recomendación sigue siendo que no vayan a no ser que sea imprescindible”, declaró Trevelyan en declaraciones a Sky News, a lo que añadió: “La realidad es que, en estos momentos, los países en ámbar [entre ellos España, Francia o Italia, entre otros] no cumplen los criterios establecidos por nuestros científicos para pasar a ser verdes”.

Estar en la clasificación ámbar implica que los viajeros estarán obligados, a su regreso, a guardar una cuarentena de 10 días. Además, deberán pagar una PCR, realizada en las 72 horas previas a su vuelo de vuelta. Y antes de poner un pie en el avión, tendrá que haber contratado por internet dos test más, que realizarán ya en suelo británico.

Estas restricciones complican mucho la reactivación del sector español, lo que explica la campaña de comunicación de las últimas semanas del Gobierno para tratar de revertir la situación. La industria de los viajes de España se juega mucho, ya que el mercado británico es el más importante en número de visitantes (en 2019 llegaron 18 millones de viajeros, un 21,6% del total). De ahí que Fernando Valdés, secretario de Estado de Turismo de España, también en declaraciones a Sky News, dejase claro ese deseo de que el país deje el ámbar en junio gracias al avance de la vacunación y la baja incidencia del virus. Valdés resaltó asimismo que destinos como Baleares, la Costa Blanca o Málaga tienen niveles de contagio similares a los que se registran en el Reino Unido.

Hoteles a medio gas

La luz verde para los viajeros británicos tampoco se ha traducido en una mayor apertura de establecimientos hoteleros. En Calvià, donde buena parte de los visitantes proceden de este país, apenas está abierta un 35% de la planta hotelera. Tanto las federaciones empresariales como el Gobierno de las islas han pedido a Londres que separe la situación de los dos archipiélagos de la Península y los valore de forma independiente como destino vacacional. En la zona de Playa de Palma, de turismo mayoritariamente alemán, sí se ha notado un incremento de visitantes y espera alcanzar el 75% de la planta hotelera abierta en las próximas semanas.

En el caso de Canarias, esta alternativa es menos viable, ya que dependen más del Reino Unido (suponen el 37% de los que visitaron la región en 2019). Alemania también es importante, pero queda bastante por detrás (aporta algo más del 19% de los viajeros). De ahí la preocupación en la comunidad, a sabiendas de que su futuro está en manos de que el Gobierno de Boris Johnson decida abrir el grifo.

En la Costa del Sol, por su parte, el goteo de turistas se va notando poco a poco en la calle, las playas y los negocios de hostelería, aunque la situación queda aún muy lejos de los tiempos precovid. Es cierto que la mitad de la planta hotelera ya ha abierto, pero muchos otros están retrasando su reapertura. Por ejemplo el hotel Alay, en Benalmádena, que tenía previsto abrir sus puertas a primeros de junio, pero ahora lo han cambiado hasta la segunda quincena. “Hasta que el Gobierno británico no elimine la cuarentena obligatoria, los británicos van a preferir Portugal o cualquier otro destino antes que la Costa del Sol”, asegura Álvaro Reyes, responsable de marketing del establecimiento.

La ausencia de estos turistas se deja notar también en el aeropuerto malagueño. Este lunes apenas había una decena de vuelos procedentes del Reino Unido, la mayoría desde Londres y con más viajeros por negocio que por turismo. La previsión de Aena es que las cifras se mantengan, es decir, que el recinto aeroportuario de Málaga continúe durante los próximos días con apenas un puñado de salidas y llegadas con las islas británicas como origen o destino. Insuficiente para el sector.

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