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Todas las miradas están puestas en los dividendos

Los expertos creen que las empresas mejorarán la retribución este año, pero no se recuperarán los niveles previos a la covid hasta 2022

Panel de cotizaciones de la Bolsa de Madrid.
Panel de cotizaciones de la Bolsa de Madrid.Vega Alonso del Val/EFE

Tal vez el reto más importante para cualquier inversor sea conseguir rentas. Estas desaparecieron de los productos bancarios y también de las letras o los bonos. El alquiler en el mercado inmobiliario y los dividendos que pagan las empresas a sus accionistas al repartir un porcentaje de sus beneficios son casi en exclusiva el único camino para conseguirlas.

Pero el hundimiento de los beneficios empresariales en 2020 por la pandemia también dejó tocados a los dividendos. En la Bolsa española los pagos bajaron un 41%, hasta los 18.809 millones de euros. Un descalabro que se explica en gran medida por la prohibición del Banco Central Europeo (BCE) a los dividendos bancarios y que en este 2021 se ha limitado al reparto de solo el 15% de su beneficio hasta el próximo septiembre. Pero no solo. Las empresas turísticas y un buen número de valores industriales echaron el cierre del dividendo a sus accionistas o lo redujeron. Juan Luis Martínez, gestor de BBVA Asset Management, explica este derrumbe de los pagos: “La caída del dividendo en 2020 no ha obedecido totalmente a la marcha de las compañías y ha afectado a factores como las ayudas públicas que impedían repartir dividendos en Francia o el caso de la prohibición del BCE de pagar dividendo a los bancos desde marzo. Las eléctricas y las telecomunicaciones, en general, han pagado menos de lo que podían”.

Aunque la Bolsa española es un oasis para los rentistas con una rentabilidad por dividendo en años normales superior al 4%, el recorte de estos pagos se vivió en todo el orbe. Un estudio de Janus Henderson recoge que en 2020 en el mundo se pagaron 183.000 millones de euros menos, con una caída interanual del 12,2%, situándose la retribución en 1,04 billones de euros. Una de cada ocho empresas anuló sus pagos y una de cada cinco los redujo, siendo China, Hong Kong, Suiza y Canadá los países que menos recortaron la retribución al accionista. Los bancos, las petroleras, las mineras y las empresas de consumo discrecional fueron los más afectados.

Pero las cosas han cambiado en los dos primeros meses del año en los que se han repartido en la Bolsa española 2.936 millones, frente a los 1.691 del año anterior. Desde el Servicio de Estudios de BME explican que “al cierre de febrero la rentabilidad por dividendo de la Bolsa española sigue entre las más altas del mundo con un 3,7%. Más de 30 empresas ofrecen un yield superior al 2% cuando los tipos de interés del bono a 10 años en el mercado secundario se sitúan en el 0,35% y las rentabilidades de la deuda pública hasta 6 años se encuentran en terreno negativo”.

Pero José Ángel Fuentes, de Mutuactivos, puntualiza sobre una recuperación del dividendo para este año. “Resulta poco probable que en 2021 vayamos a recuperar los niveles precovid. Pensamos que la normalización no llegará hasta 2022-2023. Sin embargo, ya se empieza a notar cierta mejora en sectores como el financiero, que previsiblemente volverá a pagar dividendos este año, aunque no sin antes pasar por el filtro de los supervisores”, explica. También en el informe de Janus Henderson apuntan a que este año no se recuperará todo el dividendo perdido en 2020. Después del 12,2% en la caída mundial de estos pagos el pasado ejercicio, el escenario más optimista que contemplan es el de un crecimiento del 5% hasta los 1,09 billones de euros.

Beneficios

La esperada mejoría del dividendo se apoya sobre todo en una recuperación del beneficio empresarial que puede ser explosiva si la vacunación permite una vuelta a la normalidad en el segundo semestre del año. El consenso de analistas consultados por Bloomberg apunta a que el beneficio por acción (BPA) del Ibex 35 crecerá este año un 94%. A pesar de ello, no recuperaría el nivel de 2019 hasta 2023. A escala mundial, los valores del índice MSCI World incrementarán sus ganancias un 24% después de caer el 17% en 2020, destacando las economías emergentes, donde subirán el 28%.

A la hora de elegir valores por el criterio del dividendo es obligado hacer una buena criba. Curiosamente, no son mejores las compañías que más pagan. Tres expertos en la gestión de fondos de inversión especializados en el cobro de dividendo cuentan sus métodos de selección de unos pagos que no están garantizados, pero que sí son predecibles. Así, Daniel Roberts, gestor del Fidelity Funds Global Dividend, dice que “me centro en compañías con modelos empresariales simples y fáciles de entender, con poca o ninguna deuda en sus balances y unos flujos de caja predecibles y coherentes. Hago especial hincapié en la sostenibilidad de sus dividendos y en si el actual precio de las acciones ofrece un margen de seguridad adecuado, ya que persigo también la protección del capital”.

Desde Mutuactivos, José Ángel Fuentes explica que las compañías deben ofrecer potencial de revalorización basándose en sus modelos de valoración y, además, gozar de una política de remuneración al accionista estable y atractiva en el tiempo. “Otro ángulo que miramos es la solvencia y la capacidad de generación de caja de las empresas después de hacer frente a sus obligaciones financieras. Intentamos no invertir en compañías que paguen por encima de sus posibilidades, es decir, evitamos empresas con dividendos superiores al cash flow libre que generan para el accionista”.

Por su parte, Juan Luis Martínez, de BBVA Asset Management, explica que no se trata de elegir el dividendo más alto porque puede evidenciar debilidad del negocio. “Hemos visto a algunas petroleras endeudarse para pagar dividendo. Por ello, buscamos valores con fuerte generación de caja y que repartan más del 20% pero menos del 90% o 100% del beneficio, porque esas compañías muestran que no saben qué hacer con su dinero. También deben estar poco endeudadas y, por último, que tengan capacidad de sorprender positivamente al mercado con sus pagos. Un buen dato es que no hayan recortado sus dividendos en los últimos 5 o 10 años”, aconseja.

Los gestores explican también los sectores o valores preferidos para formar su cartera de dividendos. Martínez indica que están mirando “con más cariño” a los bancos desde la óptica del dividendo, así como a las aseguradoras. “En energéticas, preferimos las más ligadas a nuevas energías y nos gustan valores cíclicos como los automóviles o los unidos a las materias primas que generarán mucha caja y no necesitarán todo ese dinero. También nos gustan las farmacéuticas, aunque creemos que las telecos pueden sufrir en su caja por las subastas del 5G”.

En España, Enagás y Endesa cotizan con rentabilidades por encima del 9% y también destaca Red Eléctrica, en el 7%. Así, las principales posiciones de Mutuafondo Dividendo, explica José Ángel Fuentes, son Red Eléctrica, Enagás, Merlin, ACS y Repsol. “En el caso de las energéticas, la regulación ya está decidida para los próximos cinco años y, en mayor o menor medida, estos negocios deben verse favorecidos por la transición energética”.

Por su parte, Roberts explica que ahora más que nunca pone el foco en los modelos de negocio que se están viendo menos afectados por la dinámica económica, con independencia del sector al que pertenezcan. “Fruto de esta selección, los tres sectores que están resultando más interesantes para 2021 son consumo básico, atención sanitaria y servicios públicos”.

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