Mercados a la espera
Las nuevas variantes del coronavirus y la vacunación dictarán el futuro de las Bolsas mundiales
La economía española experimentó en 2020 una caída histórica del 11,1%, una de las mayores de las economías avanzadas, y la deuda pública se situó en un 117,1% del PIB, con un aumento de 21,6 puntos desde 2019. Los presupuestos presentados por el Gobierno para 2021, estiman un crecimiento del 9,8%, tres puntos por encima de las previsiones del Banco de España. La contracción de 2021 sobre 2019 sería, en el primer caso, de 31.089 millones de euros (2,5% del PIB) mientras que con las previsiones del Banco de España, supondría una pérdida de PIB de 62.907 millones , con una contracción del 5,05% del PIB sobre 2019. La debilidad está concentrada en los sectores más afectados por la pandemia, alguno de los cuales, como el turístico, es de vital importancia para el país. La actividad turística ha sido una de las más afectadas por el cambio, con una caída del PIB turístico del 68,9%, respecto a los niveles máximos de 2019, lo que redujo su peso en la economía española al 4,3%, frente a un 12,4% de 2019.
En su último informe, el FMI pronostica un crecimiento para el conjunto de la economía del planeta del 5,5% para 2021 y del 4,2% para 2022, teniendo en cuenta que la caída del PIB mundial en 2020 fue del 3,5%. El rango de crecimiento es distinto: EE UU crecería un 5,1%, la zona euro 4,2%, Alemania 3,5%, Francia 5,5% y España 5,9%, mientras que las economías emergentes y en desarrollo experimentarían una subida del 6,3%, siendo el crecimiento más destacable el de China, con un 8,1%, e India 11,5%.
Dada la gravedad de la crisis, los bancos centrales aplicaron medidas de expansión monetaria desde el inicio. La Reserva Federal ha duplicado su balance y el BCE lo ha multiplicado por 1,5. Además de esta facilidad monetaria se están generando paquetes de ayuda sin precedentes. En EE UU el presidente Joe Biden anunció un paquete de 1,9 billones de dólares (8,5% del PIB) y la UE el mayor paquete de estímulo jamás financiado anteriormente, con un total de 1,824 billones de euros, que ayudará a reconstruir una Europa postcovid más ecológica, digital y resiliente. El marco financiero plurianual alcanza 1.074.300 millones y el programa Next Generation 750.000 millones.
La expansión monetaria y los paquetes de ayuda han mejorado las expectativas de recuperación mundial, impulsando los mercados de valores que continuaron con su tendencia alcista aunque a distintas velocidades: EE UU, China y el norte de Europa lideran el crecimiento y aquellos países que dependen del turismo, como España, quedan atrás. El Nasdaq, debido a su componente tecnológico, experimentó una subida del 104,89% en su máximo del 12 de febrero de 2021, respecto a su valor mínimo del 20 de marzo de 2020. El S&P 500 está por encima de las expectativas, debido a los buenos resultados de finanzas, tecnologías de la información y materiales y tuvo una subida desde el mínimo del 70,71%. El EuroStoxx 50, aunque tiene una subida de 96,68% desde el mínimo, no ha superado el máximo precovid. El Dax alemán refleja una subida del 59,72% y el Ibex 35 sube un 30,5% desde el mínimo, pero refleja todavía una pérdida desde el máximo precovid del 18,13%.
El aumento de liquidez por la expansión monetaria y la magnitud de los paquetes de ayuda, están despertando temores de inflación que han afectado al mercado de bonos con un repunte en su rentabilidad. También en la renta variable hay correcciones, a pesar de que la presentación de resultados en EE UU confirma una temporada de beneficios mucho mejor de lo esperado. En esta situación, no parece que lo que los mercados temen vaya a ocurrir, puesto que la inflación todavía tiene margen y, mientras que los tipos de interés reales sean negativos, la renta variable tendrá su recorrido y, como señala el FMI, hasta que el acceso a las vacunas sea generalizado y se logre la inmunidad colectiva, la recuperación de la economía estará supeditada al mantenimiento de políticas monetarias y fiscales de apoyo, por lo que se espera que la política monetaria mantenga su orientación acomodaticia.
Sin embargo, considerando que las vacunas tienen un efecto positivo sobre la economía, las perspectivas de una rápida recuperación se enfrían conforme la inmunización se va retrasando y las mutaciones del virus pueden exigir modificaciones de las vacunas. Las nuevas variantes y las vacunas dictarán el futuro de los mercados en las próximas semanas. Los índices bursátiles son solo un aspecto de la realidad. En una crisis tan profunda, como la actual, además de los programas para la recuperación que hay que gestionar y tienen un efecto a medio plazo, es vital mantener el tejido productivo con medidas directas para reactivar los sectores más afectados.
Petra Mateos es catedrática de Economía Financiera.
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