Las autonomías disparan la inversión al mayor nivel en una década

La inversión pretende convertirse en el gran motor de crecimiento de 2021. Las comunidades autónomas han dedicado a este capítulo la cifra más elevada desde 2011 en sus presupuestos, según los últimos datos publicados por el Ministerio de Hacienda. El repunte con respecto a 2020 será superior al 30%, el más elevado desde que hay registros, bajo el auspicio de las ayudas europeas. Los gobiernos regionales proyectan un alza de los ingresos por encima del 8% por la financiación que reciben del Estado, aunque prevén una caída generalizada de los impuestos que gestionan de más de un 15% en total.

Los gobiernos autonómicos han previsto en sus presupuestos para 2021 una inversión pública de 8.229 millones de euros, un 38,9% más que el año pasado, según el último informe publicado por Hacienda, Proyectos de Presupuestos de las comunidades autónomas. También crecen las transferencias de capital, que en gran parte también terminan en inversiones o subvenciones, un 43%, hasta los 7.618 millones de euros. Estas cifras no incluyen las previsiones presupuestarias de Cataluña, Madrid y Murcia porque aún no han aprobado unas nuevas cuentas para 2021.

Si se suman las inversiones reales previstas por estas tres comunidades para 2020, el importe total consignado para infraestructuras por las autonomías en 2021 se dispara hasta los 9.867 millones de euros: un repunte del 30,5% frente a los 7.563 millones del año pasado y la mayor cantidad en una década destinada a este capítulo. Hay que remontarse a 2011 para encontrar una cifra más elevada.

Entonces, acababa de ponerse en marcha el sistema de financiación autonómico que sigue en vigor, cuyo estreno supuso un repunte del gasto pese a haber estallado ya la crisis financiera. La complejidad del sistema de financiación provocó que hasta 2012 las autonomías no empezaran a ajustar sus cuentas pese a que la crisis había dejado yermas sus cuentas públicas.

Castilla-La Mancha es la comunidad que ha presupuestado el mayor aumento de la inversión pública en 2021: un alza del 198%, en su mayoría destinada al servicio de salud. Le siguen Aragón, con un incremento del 112%, y Galicia, con un 65%. La única comunidad que prevé una caída en la inversión es el País Vasco, del -9,85%. También el Gobierno previó en los Presupuestos para 2021 una inversión pública récord, aupada por los fondos europeos: 39.000 millones entre inversiones reales y transferencias de capital, el doble que en 2020.

Las autonomías pudieron contar el año pasado con recursos extra para hacer frente a la crisis. El Gobierno optó por dejar el grifo abierto y mantener las entregas a cuenta del sistema de financiación calculadas antes de que estallara la pandemia (con unas previsiones económicas más optimistas). Este dinero, que las autonomías reciben por adelanto según los ingresos estimados para el ejercicio, sirvió para evitar tensiones mayores de tesorería. Se diseñaron en función de un crecimiento previsto del 1,6%, muy lejos de lo que finalmente se materializó: el PIB se desplomó un 11% en 2020, la caída más profunda desde la Guerra Civil.

En total, las autonomías recibieron 115.661 millones. Además, el Gobierno añadió otras transferencias extraordinarias, como el fondo covid de 16.000 millones. Los flujos no se detendrán este año: las regiones contarán con 18.000 millones de euros procedentes de las ayudas europeas, y recibirán 113.728 millones adicionales de la financiación autonómica. Además, Hacienda se ha comprometido a asumir la mitad del déficit regional previsto para 2021, equivalente al 1,1% del PIB, unos 13.000 millones de colchón extra.

Todas las comunidades han presupuestado para 2021 un aumento del gasto sanitario. El repunte es del 10,5%, con las dos Castillas a la cabeza. Los Gobiernos regionales también prevén elevar el gasto en educación un 7,4%, y un 9,4% el destinado a protección social. El gasto total presupuestado —excluidas Cataluña, Madrid y de Murcia— alcanza los 153.357 millones, un 8,59% más que en 2020.

Los ingresos tendrán una evolución parecida: las cuentas recogen un avance del 8,38%. Los recursos procedentes de la recaudación fiscal, sin embargo, pierden fuelle. Los ingresos procedentes de los impuestos directos, como el IRPF, caen un 1,21%; un 9,17% los indirectos. La evolución sanitaria y la intensidad de la recuperación determinarán, finalmente, si las cuentas cuadran.