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El BBVA gana 1.305 millones en 2020, un 63% menos, por las provisiones realizadas por la pandemia

El banco anuncia el pago del dividendo de 0,059 euros por acción en efectivo y la recompra del 10% de sus títulos en otoño

Íñigo de Barrón
Carlos Torres, presidente del BBVA, en enero de 2020.
Carlos Torres, presidente del BBVA, en enero de 2020.KIKE PARA

El BBVA obtuvo un beneficio neto de 1.305 millones de euros en 2020, un 62,9% menos que un año antes, debido a las provisiones para afrontar la crisis del coronavirus y al deterioro del valor de su filial en Estados Unidos, vendida en noviembre pasado, que ha supuesto un cargo de 2.084 millones. Las cuentas se benefician de la venta de los seguros a Allianz, que supuso unas plusvalías de 300 millones.

El presidente del BBVA, Carlos Torres, se mostró este viernes satisfecho del ejercicio: “Ha sido excelente, hemos ido de menos a más. En 2021 esperamos un gran rebote de la economía que podremos aprovechar”. Probablemente sus accionistas no lo vean igual. Las cuentas de 2020 han estado muy castigadas por la depreciación de la filial de EE UU y los 2.200 millones provisionados por la pandemia; los títulos han caído casi un 20% en el último año y ayer perdieron un 4,42%. Además, por imposición del Banco Central Europeo (BCE), este año solo repartirá un dividendo de 0,059 euros por acción, un 15% del beneficio, como adelantó EL PAÍS. Este pago es cuatro veces menos que el de 2019.

Pero Torres tenía presente el cuarto trimestre de 2020, cuando el beneficio del BBVA fue de 1.329 millones, lo que lo convierte en el mejor trimestre en dos años. Y, sobre todo, a lo que más hizo referencia Torres en la presentación de resultados: los más de 8.000 millones de capital que ingresará en junio por la filial de EE UU, una buena venta por una filial no rentable porque tuvo que realizar numerosos saneamientos años antes.

De esta fortuna, la entidad dedicará 3.000 millones a comprar el 10% de sus acciones a partir de octubre, para elevar el beneficio por acción y así la cotización, “que está en niveles muy bajos”, admitió Torres. Para eso necesitará permiso del BCE, algo que dijo esperar. Con los 5.000 millones restantes pagará un recorte de plantilla y oficinas en España (y otros países), que no concretó, pero presentará este semestre. Quizá también realice alguna compra, dijo.

La razón esgrimida para los despidos es el avance de la digitalización: “Las transacciones que antes se podían hacer por las oficinas ahora van al canal digital, que ha duplicado el número de operaciones. Tenemos que adaptarnos a las nuevas tendencias”, apuntó Genç.

El presidente, Carlos Torres, abundó en la idea y señaló que con la pandemia “muchos clientes se han subido al carro digital y ya no se bajarán porque es más fácil, más barato y más cómodo que la vía tradicional”. Cifró en el 59% el porcentaje de clientes que opera por móvil y realizan ventas on line por el 50% del valor total. El BBVA también anunció recortes de gastos en otros países donde está presente.

Sobre la opción de retomar la fusión fracasada con el Sabadell, aseguró: “No salió; terminaron las conversaciones, no hay que mirar para atrás”. ¿Siente presión de los supervisores por fusionarse?: “Cero. La estrategia es responsabilidad de los gestores”.

Alabanzas y exigencias al Gobierno

Torres y el consejero delegado, Onur Genç, hablaron del compromiso del banco con los clientes y la sociedad en la pandemia: el BBVA ayudó a tres millones de clientes con 63.000 millones entre líneas de crédito con aval público y moratorias. Dijeron que la morosidad era baja, pero no la especificaron.

Torres alabó la acción del Gobierno en la pandemia “porque ha facilitado la supervivencia de empresas y ha evitado que muchos acaben en el paro”, pero para el futuro reclamó “inversión privada, que es la que crea riqueza y permitirá reducir la enorme deuda”. Y para que llegue el dinero privado exigió “estabilidad institucional, una fiscalidad eficiente y un marco regulatorio predecible”.

Sobre el anuncio de que el BBVA cobra una comisión mensual a los clientes por tener dinero, Genç aclaró que solo es para los que depositen más de 200.000 euros y no tengan ningún producto ni sean accionistas. “Solo afecta al 0,2% de los clientes”, afirmó.

En cuanto a la distribución del beneficio, México aporta el 45% (ganó un 35% menos); España, el 15% (tuvo un 56% de caída); Turquía, el 14% (elevó el resultado un 11%); Estados Unidos, el 11% (su resultado descendió un 27%), y América del sur, otro 11% (logró un 38% menos).

La tasa de morosidad subió del 3,8% en 2019 al 4% el año pasado. Torres cree que el pico de morosidad ha pasado. El banco elevó la cobertura de los impagados del 77% al 81%. La rentabilidad sobre los recursos propios (ROE) —sin contabilizar las plusvalías por la venta de Allianz y por la filial de Chile ni las minusvalías del fondo de comercio de Estados Unidos—, ha caído del 9,9% en 2019 al 6,9% en 2020.

En cuanto a la solvencia medida por el ratio de capital de máxima calidad, el CET 1 fully loaded, se situó en el 11,73%, lo que le sitúa en la parte baja del ranking europeo. De todas formas, esta ratio no incorpora el impacto positivo por la venta de la filial de EE UU ni tampoco la reciente venta de BBVA Paraguay.

Caída del beneficio en España

El BBVA obtuvo en España un beneficio neto de 606 millones en 2020, un 56,3% inferior a lo logrado en 2019 por las provisiones dotadas para afrontar el impacto del coronavirus. La morosidad se ha mantenido estable en el 4,3%, con una subida de los depósitos del 12,9%, mientras han caído los fondos de inversión y pensiones el 5,1%.

El crédito creció un 0,8% en 2020, ya que la reducción del 4,2% registrada por los préstamos hipotecarios y a instituciones se compensó con un crecimiento del 11,2% del negocio minorista del negocio minorista (+11,2%), de pymes y de banca corporativa y de inversión. Estas líneas de negocio se beneficiaron de las garantías del ICO.

En cuanto al motor del grupo, México, el beneficio cayó un 35% hasta los 1.759 millones, con todos los márgenes de la cuenta de resultados a la baja. La morosidad subió del 2,4% al 3,3% mientras que los préstamos cayeron un 1%.

En Turquía el resultado fue más positivo: obtuvo 563 millones, un 11,4% más, tras un fuerte recorte de gastos y unas menores dotaciones. Sin la depreciación de la lira turca hubiera subido un 41% el beneficio. Los créditos subieron un 26% en moneda local y un 30% los depósitos. La morosidad descendió ligeramente al 6,6%, pese al incremento de los riesgos dudosos del 18% en liras.

Estados Unidos, la división que está a punto de venderse, aportó al grupo 429 millones, un 27% menos. Los depósitos se elevaron un 13% y los créditos se quedaron planos, ambas variables medidas en dólares. La morosidad subió del 1,1% de 2019 al 2,1%.

En América del Sur, principalmente Argentina, Colombia y Perú, el BBVA ganó 446 millones, un 38% menos, en parte por la depreciación de las monedas locales frente al euro y por un 11% más en las provisiones por la crisis económica. Colombia fue la unidad más rentable con 165 millones, frente a los 110 millones de Perú y los 89 millones de Argentina. Entre Bolivia, Chile, Paraguay (en proceso de venta), Uruguay y Venezuela, el BBVA obtuvo 82 millones. Todos los márgenes de la cuenta de esta unidad caen con fuerza.

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Sobre la firma

Íñigo de Barrón
Es corresponsal financiero de EL PAÍS y lleva casi dos décadas cubriendo la evolución del sistema bancario y las crisis que lo han transformado. Es autor de El hundimiento de la banca y en su cuenta de Twitter afirma que "saber de economía hace más fuertes a los ciudadanos". Antes trabajó en Expansión, Actualidad Económica, Europa Press y Deia.

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